El Rey no tiene autoridad moral para pedir lo que pide

Miércoles 25 de diciembre de 2013

Me decía una señora casada con un senador del PP. “Quien no sabe gobernar su casa, no sabe gobernar la de los demás”. Me pareció el mejor resumen para un mensaje de navidad que nadie esperaba como revolucionario o de anuncio de abdicación o de repetir aquel falso “la justicia es igual para todos”. 

En TVE previamente nos pasaron un publireportaje con la visión de  un año de la familia real llena de viajes, recibimientos, cumpleaños, y actividades donde se omitía cualquier acto crítico a nada.  Y luego vino el mensaje del rey, más sobrio que otros años y con un lenguaje más directo, aunque sin la menor alusión a un estado con nacionalidades que buscan salirse de la tutela de un monarca y de un estado que les impide autogobernarse a si mismos sin  condicionamientos.  Fue incapaz de decir Zorionak, Boas Noites, Bon Nadal.

Está raro aludir a la crisis y a nuestros mayores y poner a la familia como centro de toda actividad y, en momentos de zozobra, como gran lancha de salvamento cuando él tiene una familia desestructurada, procesada y viviendo en la abundancia. 

Está raro hablar de las víctimas del terrorismo, pero centrándolas solo en las víctimas de ETA, olvidando a las del Gal y a las víctimas de un franquismo que él apoyó. 

Está raro denunciar la falta de ejemplaridad de la vida política española y comentar que su desprestigio daña la democracia cuando él hizo lo que hizo  con su amante Corina, su falta de respeto a la reina, su opacidad y sus escándalos de corrupción  habiendo sido y lo es  la cabeza visible de un estado en descomposición.

Está bien pedir consenso pero muy mal no querer abordar con valentía los problemas de fondo de un país que hasta ahora ha resuelto sus problemas de convivencia con un pacto a dos, PP-PSOE, excluyendo a los demás.

Está bien alabar el sistema político del 78 cuando la justicia anda como anda, y todavía el Estatuto de Gernika no está cumplido en su integridad.  Está bien pedir no renunciar a las ideas, y sin embargo demonizar la cuestión catalana y la vasca.

Un mensaje alejado de la realidad, sin que su emisor tenga la menor autoridad moral para emitirlo y sin proponer nada concreto.  Una vez más el mensaje  era para sus cortesanos, que sus cortesanos alabarán pero que no servirá para nada.  Han hecho bien ETB y TV3 en no transmitirlo.

Un comentario en «El Rey no tiene autoridad moral para pedir lo que pide»

  1. Jamás me interesaron los discursos y mensajes del rey, pero recuerdo como mi padre no se perdía ni uno y los seguía con gran interés. Cuando lo comentaba con sus compañeros, siempre decía «nada nuevo». Yo no entendía porqué si no veía nunca nada de nuevo los siguiera todos los años con tanto interés.
    Un buen día leí su libro «Una monarquía protegida por la censura» y comprendí su interés.

    A pesar de las distancias ideológicas que pueda tener con usted, no me queda sino agradecerle el que me haya abierto los ojos, en un principio con su libro, y después con sus escritos.
    Ahora sigo con interés los discursos del rey. Nada nuevo.

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