El Rey va a consolidar las corruptelas de su padre

Jueves 31 de julio de 2014

Felipe VINo nos deslumbremos con la transparencia y rigor ofrecidos por la Casa Real. Va con regalo dentro, como los roscones de reyes (y también como vino la Constitución): Con la excusa de la transparencia van a dar carta legal a sus actuaciones en el exterior (actividad ampliamente desarrollada por su padre con gran éxito), con la firma de un convenio con la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Economía para disponer de una asesoría permanente en los asuntos que el Rey figure como representante de los intereses económicos de España en el exterior. Y yo me pregunto: Las decisiones que tome (por ejemplo favorecer a la Mc Donell-Douglas para contratar con el Ministerio de Defensa frente a otros competidores, vender lo producido por C.A.S.A. u obtener contratos de empresas privadas con los «amigos» árabes, con todos los compromisos que puede acarrear para el estado ¿serán objeto de algún control? ¿Quién valora lo que es bueno para el Estado o lo que sólo es bueno para el bolsillo de su Majestad, eso sí, con el asesoramiento pagado por todos?

¿Para estas cosas no está el Gobierno directamente? ¿No excede esta labor la misión que le asigna el artículo 56.1 de la Constitución? Con este convenio se alegará siempre que el Gobierno conoce y que el Rey actúa de acuerdo con las instrucciones del ejecutivo.

Y también, de paso, firmará un convenio de colaboración con la Abogacía General del Estado, que permitirá a la institución contar con un asesoramiento jurídico «ordinario y permanente». ¿Por qué tiene que disponer de abogado pagado por todos? ¿No tiene su propia Casa civil?

Y, ya que presenta tanta ansiedad por la transparencia, ¿por qué no presenta una declaración patrimonial actual con el origen de sus bienes y los de sus padres, debidamente auditada por el Tribunal de cuentas del Estado? El pasar página y empezar de cero engañará a los que se dejen engañar. Pero los puntos finales ya sabemos para qué sirven.

Si a Jordi Pujol le ha caído todo el peso de la Opinión Pública y la ley y el Parlamento ¿Por qué a Juan Carlos no?

 

De cómo conocimos a María Antonia Iglesias

Miércoles 30 de julio de 2014

IglesiasConocí a María Antonia Iglesias en los pasillos del Congreso. Había un elenco de  muy capacitados profesionales que hacían buena información in situ. Y, tras la horrenda etapa de Calviño, vino Jordi García Candau que la nombró jefa de informativos de TVE. Un puesto clave, en momentos de televisión única, con un despacho lleno de televisiones en el Pirulí y un equipo de mujeres bravas que se comían el mundo. Mandaba más que un ministro en aquella época de Felipe González.

Un día me llamó. Quería hablar con  nosotros. Y fui a la comida con Rafa Suso, que trabajaba en Ajuria Enea y está hoy en las tertulias de Radio Euskadi. Un buen analista de cabeza fría y muchos datos de actualidad. Nos propuso diversificar la información. El PP le pedía fortalecer el bipartidismo pero ella, madrileña de origen gallego, decía que el estado español era otra cosa y que no admitía esa manipulación. Ha sido la primera y única vez que un director de informativos nos hablara tan claro.

Nos pidió que cuando tuviéramos algo de interés le llamáramos. Y me dejó su teléfono particular. Y lo hicimos varias veces. Recuerdo una. Habían salido unas declaraciones de Xabier Arzalluz hablando del «maricón de turno». Arzalluz no utilizaba tacos en sus intervenciones. Y le llamé para que se aclarara lo que había dicho que nada tenía que ver con lo que habían transmitido. Y Arzalluz desde su despacho explicó. Había comentado que la juventud no podía seguir «al Mario Conde de turno» que no es lo mismo ni se escribe igual. Creó  una especie del club de fans de Arzalluz. Cada cierto tiempo éste iba a Madrid y María Antonia le organizaba comidas con periodistas que se pirraban por estar con el presidente del EBB en una comida donde Arzalluz era un maestro. Recuerdo la última y las enganchadas que tuvo y de cómo le defendía María Antonia. Pero no solo con periodistas. Muchas veces con Alfredo Pérez Rubalcaba de la que era gran amiga.

María Antonia, antigua militante del PC, católica y guerrera era una gran admiradora de Arzalluz. No paró hasta que le invitamos a venir a comer a Sabin Etxea. Lo hizo con Amalia Sánchez Sanpedro. Y el flechazo fue mutuo. Cuando había algo que no le gustaba de lo dicho por Xabier le llamaba y le abroncaba familiarmente. Y siempre le pedía explicaciones, en el buen sentido, sobre las políticas que implementábamos para tener las claves. Era una periodista  de calle, de análisis y de trinchera. Y  muy entera. Soportó la gran campaña en contra que le montó el ABC llamándole La Albóndiga. Hoy he visto el obituario de este medio que la ponen por las nubes.

La llegada de Aznar la rehízo informativamente hablando. Tuvo que convertirse en tertuliana y  desde varios frentes  arreo estopa a modo. Y a nosotros siempre nos defendía. Siempre. Hemos perdido una de las pocas amigas que hemos tenido.

Escribió libros de gran interés y que quedan para reseñar toda una época. Su último el de  las Maestras de la República, pero antes  en 1997 «Ermua.4 días de Julio» en 1997 y «La Memoria Recuperada» en 2003. Este último, un libro muy periodístico por la sinceridad de las respuestas de los interlocutores a los que María Antonia sabía llevar al huerto y cantaban más de lo que querían.

Conmigo se llevó muy bien salvo en el tema de la Monarquía donde me echaba sus grandes broncas en público y en privado. Yo discrepaba de su sentido patriótico de la Institución que ella temía podía ser manipulada por la derecha. ¿Y la ejemplaridad María Antonia? yo le preguntaba. Y nos enzarzábamos en largas discusiones.

Recuerdo cuando cumplió cincuenta años y organizó en una discoteca de Madrid la fiesta de su cumpleaños. Allí fuimos todos, y de todo el arco iris parlamentario. Recuerdo cuando un día de San Ignacio se nos apareció en Mutriku con un ramo de flores para entregar a la Virgen en la misa, mitin de Arzalluz y comida con los mutrikuarras. La recuerdo en Arantzazu en un reportaje sobre el centenario del PNV que más parecía el del cumpleaños de Xabier Arzalluz. Y la recuerdo últimamente en un programa de Jordi González en T-5 poco antes de que las presiones cerraran el chiringo. Estaba muy enferma y apenas se podía mover pero cuando cogía la palabra era un hacha.

Ha muerto una magnífica profesional. Una mujer con valores. Una guerrera implacable. Una analista fina y valiente que no se arredraba ante nadie. Una buena amiga y una monárquica  republicana.GB.

 

Hay que destruir a Pujol. Hay que reconstruir al Rey

Martes 29 de julio de 2014    

Jordi PujolJuan Carlos I

 

 

 

 

El gran delito de Jordi Pujol no solo ha sido un inmenso fraude fiscal,  o lo que haya hecho con sus cuentas  en el exterior.   El gran delito  ha sido  la enorme tristeza  y la terrible decepción  que ha producido  en sus seguidores y en los muchísimos demócratas y  nacionalistas que le hemos seguido, admirado, defendido  y creído en él durante casi cuatro décadas. Nos parece  terrible lo que le está pasando y lo que nos está pasando.

Ya no es el Molt Honorable Presidente. Ya no tiene el título de President. Ya no preside honoríficamente a  Convergencia y  a  CIU. Ya no tiene oficina, coche y secretarias. Ya no es una referencia del nacionalismo. Ya no es parte de nuestras vidas. Toda una vida destrozada por algo impresentable y delictivo.

Y yo lo siento muchísimo sin que por eso crea que no le deben pasar estas cosas a quien tanto daño ha hecho a Catalunya, a CIU, a los nacionalismos, y a la democracia.

Lo que si me da asco es la distinta vara de medir de esta España de caca donde Pujol es la personificación de todos los males y al  rey Juan Carlos hay que preservarlo de todo. Hasta su hijo Felipe VI  con su decisión de quitar a sus hermanas el pago (algo impresentable) por actos institucionales, y prometer transparencia y control a sus cuentas a la vez que un control exhaustivo sobre los regalos recibidos, dentro de la bondad del hecho  y de asumir el camino correcto, no son más que enmiendas a la totalidad a lo hecho por su padre en cuarenta años junto a la permisividad de los gobiernos de González, Calvo Sotelo, Aznar, Zapatero y Rajoy que nos han rechazado siempre lo que ahora tanto valoran y que nosotros hemos demandado. Se nos trataba de chiflados, incordiantes, desestabilizadores por algo que  hoy es lo ético y lo normal. Antes lo políticamente correcto era tapar la porquería. Hoy, ya no.

Pero es que además el rey Juan Carlos es un corrupto del que no sabemos todavía la cuantía de su inmensa fortuna. El rey, como comisionista ha robado a espuertas durante estos años y ésto no solo queda impune sino que  su hijo le preparan una honorable salida como representante del rey en las tomas de posesiones de los presidentes americanos, el próximo el de Colombia, Eduardo Santos.

Mal lo de Pujol. Bien la reacción. Mal lo del Rey, pésimamente la reacción.

He ahí la diferencia entre la democracia, la república y la monarquía. Entre destruir a una persona que se ha autodestruido y reconstruir a un comisionista supermillonario y sin control.

Y eso lo permite Felipe VI.

Porque ésto no pasaría sin su permiso.