2 de julio de 2014
Los vascos expresan un desafecto total hacia la Monarquía. Dos terceras partes no confían en los partidos políticos.
La institución peor valorada en Euzkadi es la Monarquía, según se desprende del Barómetro de Verano realizado por la Universidad de Deusto. Con un exiguo 1,5 sobre 10, la institución obtiene la peor nota, seguida del Gobierno central (1,9), la Iglesia católica (2,1) y los sindicatos (2,6). Tampoco sale bien parado el Ejecutivo vasco, que no alcanza el aprobado, con un 4,3, al igual que las Diputaciones, con un 4. Las 1.000 personas encuestadas por Deusto a través de Internet, con un grado de error del 3,09%, según explicaron los responsables del equipo sociológico del centro, únicamente muestran su respaldo a la Universidad, con un 5,7 y a la Ertzaintza, con un 5,1.
Los partidos políticos tampoco cuentan con la simpatía de la sociedad, dos terceras partes de los encuestados no confían prácticamente nada (menos de un dos sobre 10) en las formaciones, incluso más de la mitad de la población, en concreto un 53%, cree que la democracia podría funcionar y sostenerse sin partidos, frente a un 28% que opina lo contrario. Grave noticia.
El estudio también analiza el impacto de la crisis económica en la sociedad vasca. Los resultados arrojan que un 52% de los encuestados considera que ha descendido de clase social, así como que la política de recortes y austeridad seguirá aunque la economía comience a dar síntomas de recuperación.
Las personas consultadas apuntan que la crisis es ¿estructural» y sólo un 29% espera que sus hijos puedan vivir mejor que ellos, el mismo porcentaje de jóvenes que opinan que sus condiciones serán peor que las que han podido disfrutar sus progenitores.
La pérdida de recursos y capacidad económica se traduce, según el estudio, en que un tercio de los vascos asegura que ha reducido su gasto en alimentación a consecuencia de la crisis, un 30% considera que no compra la cantidad de ropa que realmente necesita, el 24% ha decidido dejar de ir al dentista y sube del 5 al 10% las personas que Un 85% desconoce el Plan de Paz y Convivencia del Gobierno vasco han tenido que reducir sus gastos en sanidad.
Los resultados obtenidos entre los jóvenes también dibujan un panorama desolador a causa de la crisis. El 18,3% de las personas entre los 25 y 34 años se ha visto obligada a regresar a casa de sus padres, mientras que ha creciendo el porcentaje de menores de 24 que renuncia a emanciparse.
Los malos datos también se repiten en el apartado laboral. El 73% de los vascos que no tiene trabajo no espera encontrar uno en los próximos seis meses, así como el 17% de los que tienen empleo creen ¿muy probable» que puedan perderlo en medio año. Una gran mayoría de encuestados, un 77%, considera que la generación de puestos de trabajo corresponde a las medidas que se puedan impulsar desde la administración, mientras que un 16% opina que deberían ser los empresarios los que trabajaran para crear empleo. La mayoría de las personas consultadas mantiene una actitud cada vez más crítica con las empresas. A ello se suma que casi la totalidad, un 91%, apoya las movilizaciones contra los gobiernos.
El Barómetro de Deusto también aborda el sentimiento de identidad territorial y la situación del proceso de paz en el País Vasco. Respecto a la primera cuestión, el estudio arroja que la mayoría de la población, un 41%, se siente tan española como vasca, frente a un 25% que se considera más vasca que española. En los extremos, un 15% opina que es únicamente vasco y un 2%, sólo español.
Respecto al segundo apartado, un 80% de los vascos asegura que en ningún caso se puede justificar la violencia para alcanzar ningún fin político, un porcentaje que ha descendido siete puntos respecto a hace seis meses. Además, una amplia mayoría de ciudadanos, un 85%, desconoce el Plan de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, mientras que un 11% considera que los presos de ETA deberían cumplir íntegramente su condena sin ser acercados a cárceles de Euzkadi, frente al 34,2% que aunque opine que deben hacer frente a sus penas, tendrían que ser acercados a prisiones de la comunidad.