Sábado 2 de agosto de 2014
Por lo menos a mí. Sé que el lapso para hacer un análisis son cien días, pero el hombre apunta maneras.
Le seguí las promesas de su campaña. Dijo dos muy claras. Que convocaría elecciones primarias en noviembre para la elección del candidato/a a la presidencia del gobierno y que incluiría a sus dos oponentes, Madina y Pérez Tapia en su ejecutiva.
Pues ha incumplido las dos.
No convocará primarias en noviembre y no ha incluido satisfactoriamente en la ejecutiva del PSOE ni a la gente de Eduardo Madina ni a la de Pérez Tapia, con lo que ésto me dice que es un hombre que, como Rajoy, no cumple lo que promete. Mala cosa. Pura percha y bla, bla, bla.
Y ante ésto, otra constatación. Este hombre no ha entendido nada de lo ocurrido el 25 de mayo con ese voto rabioso contra políticos tipo Sánchez que no cumplen lo que prometen. No ha entendido nada de nada.
Para colmo, se entrevista con Rajoy y en lugar de salir de la reunión con un mensaje atractivo le dice que pise más la calle .¿Y él?.
En esa reunión la postura de Sánchez y la de Rajoy ante la situación catalana es de marcar líneas rojas, Es decir, postura intercambiable. Lo mismo. El pacto PPPSOE. Mala cosa.
Y luego ante ál el harakiri de Pujol solo se le ocurrió decir que hay gente que confunde Patria con Patrimonio. ¿A quién se dirigía?. ¿A Pujol o a Felipe González al que tenía delante?.
Y para finalizar, un desengaño.
No sé si recordarán que Pedro Sánchez fue muy beligerante con la postura de su partido ante la abdicación del rey Juan Carlos. Dijo públicamente que había que acabar con los privilegios, y, posteriormente, estuvo en contra del aforamiento express. Parecía que su postura iba a ser diferente a la de la cúpula que había gobernado su partido cuarenta años. Sonaba a discurso republicano contenido.
Pues no ha sido así.
Después de estar con Rajoy fue corriendo a visitarle a Felipe VI a La Zarzuela. No fue a la tumba de Pablo Iglesias o a visitar algún histórico de su partido sino a visitar al Rey. Y las imágenes fueron de compadrazgo, palmoteo, risas, sintonía, coleguismo. Lo de siempre. Y, después de la entrevista, silencio. En lugar de una declaración novedosa, manguareo.
¡Vaya cambio ha hecho el PSOE en su cabeza!
Los mismos perros, con distintos collares que diría el clásico.
Nada con sifón.
¡Y Patxi López en su Comisión Política!.
Que Dios nos coja confesados.