Miércoles 10 de septiembre de 2014
Todo fallecimiento nos disminuye como seres humanos y, aunque todos vamos a pasar por ese trance, su familia y entorno lo sienten. Y ante eso, respeto y condolencia.
Pero Botín ha sido uno de los grandes poderosos españoles, hecho que no puede quedar en el mero ditirambo, como ha hecho Rajoy, que por cierto no se siente tan compungido cuando fallecen otro tipo de seres humanos. O como ha hecho Pedro Sánchez, ridículamente para un dirigente socialista serio y con bagaje, que ha sido solo mostrar tristeza y condolencia dirigida a la familia. Faltaría más. Pero uno recuerda que cuando en su campaña interna le apretaron para que dijese algunos de los errores de bulto en temas de corrupción cometidos por su partido fue reconocer que el indulto que Zapatero le regaló en bandeja al delicuente Alfredo Sáez, brazo derecho de Botín.
Conocí a Don Emilio, como con gran reverencia al dinero que representaba le llamaban todos los pelotas que pululaban a su alrededor, en cenas y compromisos varios y he contado como quería encamelar a Juan Carlos de Borbón para que dejara Mallorca y fuera a veranear a Comillas. Presencíé en directo aquella conversación y además de decirme a mi mismo, «tal para cual», comprobé la cutrez del comportamiento de dos personalidades tan significativas.
Tenía el tipo humano de Juan Carlos con su aparente campechanía es decir era el clásico campechano prepotente ,muy poco culto, dicharachero, y directo que a diferencia de Mario Conde no quiso detentar el poder político en persona, seguramente porque no se veía capaz de llevar adelante un cargo de representación, aunque lograra brillantemente que la herencia de su padre se multiplicara por diez gracias a ser oficialmente el banquero del régimen. No tengo el dato pero creo recordar que le nombró a Rodrigo Rato consejero de su emporio.
El medio bobo de Emilio Ibarra le dejó todo el campo abierto con sus numerosos errores para convertir su relativamente modesto Banco Santander en uno de los primeros bancos de Europa, aunque últimamente llamaran a este banco el Banco Norteamericano de Santander.
Es justo reconocer que mantuvo la marca de su región contra viento y marea y se tragó marcas históricas como las del Central Hispano o el mismo Banesto. Ya me gustaría saber qué opina de todo esto Mario Conde.
De todas formas Botín fue un buen cántabro que mantuvo presencia y asistencia a Cantabria en todo momento. Y es justo reconocerlo. No fue tan torpe como los banqueros de Neguri que lo perdieron todo.
Emilio Botín en un país con justicia independiente hubiera sido carne de celda por sus malas prácticas, por sus abusos, por sus fraudes fiscales, por sus cuentas en Suiza, por el tratamiento mafioso que dio a los deudores de sus hipotecas, por los 200 millones que tuvo que pagar de multa para no ir a la cárcel gracias a una justicia tan comprensiva con un tiburón de su calaña ,por las cesiones de crédito, por su abuso de situación dominante, y porque esta corrupta justicia española se inventó la doctrina Botín para evitar que solo la acusación popular no pudiera encarcelar a una persona que había delinquido como lo había hecho reiteradamente Don Emilio. Y fue curioso, porque la misma acusación popular fue la que inhabilitó a Juan María Atutxa para presidir el Parlamento Vasco Es la herencia que nos deja de la doble vara de medir que le vendrá muy bien a Cristina de Borbón, a la que aplicarán la doctrina Botín, que como su nombre indica es todo un Botín hacia el agraciado.
Cuando el Madrid político está tan nervioso ante la irrupción de Podemos debería analizar trayectorias tan celebradas como las de Don Emilio para captar lo que ha pasado en estos años en España. De ahí que no me haya extrañado nada la declaración de Rajoy hablando del mejor embajador de la Marca España y de la pusilanimidad de un Pedro Sánchez que con semejante discurso parecía Felipe González hablando de la ética en política.
Ha fallecido. Una pena para su familia. Lo sé. Y ante eso no digo nada. Pero si digo ante lo nefasto que ha sido para los hábitos limpios de la democracia personajes como Don Emilio.
Los banqueros de Neguri, y la abosrción del BBV por Argentaria…. Por un lado, fueron torpes, torpes (para que luego digan que la consanguinidad durante generaciones no provoca taras). Pero sobre todo fue un tejemaneje político de primera magnitud: privar a los vascos de un instrumento financiero como ese, llevándoselo a Madrid como harían con todo, si pudieran. La mano de Aznar y su PP. Pero con la colaboración directa y entusiasta de una parte muy importante de esos «banqueros de Neguri» (producto de sus familias franquistas y de La Comercial de Deusto, manejada por españolistas de tomo y lomo). Sus bolsillos iban a estar igual de cubiertos… y así contribuían a su causa común de Una, Grande y Libre.
Mejor expresado imposible
Genial lo del medio bobo de Emilio Ibarra jojojojojojojo!!!!!
Y esos neguriticos que lo perdieron todo irán en manada al funeral, no nos olvidemos de la viuda y su conexion familiar con mis vecinos del barrio de al lado jejejeje!
Yo tambien me muero por saber lo que opina Mario Conde. Y tambien me gustaria conocer la valoracion de J.A. Sanchez Asiain.
Un abrazo!