Viernes 19 de septiembre de 2014
Ha dimitido Alex Salmond. Lo siento de verdad. Ha hecho un magnífico trabajo llevando el independentismo escocés de casi la marginalidad, a diez puntos de la independencia. A pesar de todo, demasiada diferencia
Escribí que pensaba que iba a salir el NO. Pero reconozco que no pensé que por diferencia tan redonda aunque el independentismo salía de una posición baja y no había nada en la acción política de Londres, salvo su política de austeridad social que podría motorizar, como en Catalunya, un voto de cabreo. Los errores de Madrid con Catalunya han sido tan continuos y tan de bulto que han logrado convertir el agua en vino, es decir, al indiferente en militante de la independencia.
Y me parece que en Escocia lo que ha primado es algo tan humano como el miedo. Cuando te dicen que pones en riesgo tu pensión, que las deudas que has de pagar se multiplican por dos, que la Universidad de tus hijos que es gratuita, has de pagarla, que el petróleo se va a acabar y cuando te hablan de la libra, de la exclusión europea y de la presión norteamericana, puede ser comprensible que digas que NO, sabiendo además que conservadores, laboristas y liberales se han comprometido a mejorar la autonomía escocesa en el último segundo de la campaña.
Si ya sé que para un nacionalista de pedigrí, esos no son argumentos. Un abertzale de verdad, de los de pata negra, dice que eso solo es arreglar la jaula y, poner agua fresca mejorar el alpiste, pero nada más y que si hay que pasar hambre, se pasa. La realidad es que a la hora de la verdad todos estos valientes se quedan en un 3% de la población y el resto, no quiere líos.
Así es la condición humana.
Por eso hay que tener algo claro. Una cosa son las redes sociales, las manifestaciones, la calle, y la agresividad del que teniendo razón quieren que se la den y otra distinta la realidad. Y la realidad es que la condición humana es conservadora, miedosa y arriesga lo justo. Es decir, casi nada.
Vuelvo a repetir que escribía que iba a salir el NO, y que el auge del independentismo era todo un éxito que no hará más que crecer, pero creí que la diferencia iba a ser como mucho de tres puntos, no de diez.
Y me apena pues ya no habrá más un Cameron que con chulería les vuelva a decir a los escoceses que digan SI o NO a la independencia. Solo se permite una metedura de pata de esas una vez en la vida.
Y la prueba está en cómo se están frotando las manos en Madrid. Y lo contento que estaba Rajoy y Dña. Soraya y D. Pedro Sánchez.
En España nunca habrá derecho a decidir. Ni para vascos, ni para catalanes, ni para españoles en relación con la República o la Monarquía.
España es diferente Sra. Baronesa.
Ni una lágrima por Salmond.