Miércoles 17 de noviembre de 2014
Viene de lejos. Existe una Asociación de Periodistas Parlamentarios que anualmente menosprecian al Senado en sus premios que se entregan anualmente en una cena que se organiza en el hotel Palace. Quizás lo hacen por desprecio a la bicameralidad, porque creen que la noticia está donde se encuentran ellos, porque les es más cómodo no trabajar sobre lo que pasa en otra Cámara o por mala entraña. El caso es que esto viene ocurriendo desde hace muchos años. E indigna.
Cuando estuve en la Mesa del Senado mantuvimos varias reuniones con la directiva de esta APP. No sirvió de nada. Y entonces decidimos rescatar los premios Carandell. En lugar de ser los periodistas quienes premiaban a los políticos, eran los políticos quienes debían premiar a los periodistas. Y seguramente nos hemos equivocado ya que uno de los premios fue para Carmen del Riego (ex presidenta de la APP) y otro para la actual presidenta Anabel Diez. Recibir el premio y el cheque, eso si, tratar objetivamente el trabajo de senadores en una cámara con la misma capacidad de control que el Congreso, no.
Para colmo las invitaciones se hacen con el frontispicio columnado del congreso y la entrega del premio, que antes era un león, es ahora ese frontispicio con el nombre de Congreso de los Diputados puesto de manera ostensible. No se guardan ni las mínimas formas. Como no se guardan en los videos ni en los parlamentos. El Senado, para ellos, solo ha sido noticia por el ex senador Monago.
No me extraña pues que el trabajo de 266 seres humanos no se pueda valorar pues con semejantes medios de comunicación tan poco profesionales. Lo mínimo que puede decir un ciudadano normal de la calle es que cierren esa casa. Lógico.
El esperpento fue cuando le dieron el premio a Toni Cantó (Parlamentario 2.0), este actor (su numerito fue de un mal gusto casposo), el mismo que tuiteó diciendo que las mujeres se quejan de vicio en relación con el maltrato doméstico no debió recibir nunca ese premio. Y dijo que aspiraba a ser presidente de la Comunidad Valenciana. Espero que la buena gente de Valencia no cometa semejante disparate.
Tuvo el mal gusto, en un acto aparentemente informal, de agredir gratuitamente a Durán Lleida que fue defendido por Josep Sanchez Libre.
Los premios a los senadores fueron de traca. Nadie en esta Cámara, si se le pregunta sobre quien es el senador del año dejaría de decir que Jesús Iglesias de IU, un señor trabajador como no he visto a nadie igual, pero en estas elecciones priman los cupos, las jefaturas de prensa, y los apaños, en resumen, la Casta periodística. Premio que nada tienen que ver con la impura realidad.
Estuvo bien en su despedida Pérez Rubalcaba. Sonaba a final hasta físico el decir «ya no me volveréis a ver». Y estuvo bien y elegante Cayo Lara que aludió a Llamazares, cosa que éste no hizo, anunciando Llamazares su pase al Parlamento asturiano.
La Vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaria recibió dos premios, sabiendo los periodistas que no iba a acudir, pero como había que animar el cotarro se los dieron, cuestión ésta muy rara.
Este miércoles, al comenzar a intervenir en el pleno del Senado y tomar postura ante dos mociones industriales, he aprovechado para felicitarle al presidente Pio García Escudero por haber tenido el buen gusto de no haber ido a la cena de la víspera. Hace años que no lo hace, porque sabe que dichos premios son un montaje de gente poco respetuosa con el funcionamiento de las Instituciones y a las pruebas me remito.
Nosotros fuimos pues teníamos a dos diputados nominados, que por cierto no fueron premiados, muy injustamente.
En definitiva, que esta gala es prescindible, que está muy mal concebida, que insulta a gentes que se desloman en su trabajo y que, bromas las justas en temas serios. Y, para colmo, loas al nuevo rey, impropias de una clase genuflexa, que jamás ha dicho nada ante la corrupción borbónica.
Todo muy lamentable y muy de casta periodística. Y así nos va.
