Domingo 18 de enero de 2014
El expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero visitó el sábado la tumba del presidente de la Segunda República española entre 1936 y 1039, Manuel Azaña, fallecido y enterrado en el exilio en Montauban, cerca de Toulouse (sur de Francia).
“Tenía una deuda consigo mismo. Siempre he tenido la sensación de que tenía que hacer un reconocimiento” hacia su figura, “pero también a las personas que han mantenido viva la llama de Azaña”, declaró Rodríguez Zapatero.
Pero por si acaso no lo hizo cuando fue presidente del gobierno. Antes que él, José María Aznar en su primera legislatura trató de manipular la memoria de Azaña hablando bien del líder republicano, cuyo pesimismo y la forma entreguista con la que renunció a la presidencia cuando más falta hacía su liderazgo, manchó una trayectoria al servicio de la República.
Su visita, la primera de un antiguo jefe de Gobierno español, “manifiesta el alcance y la actualidad de la figura del presidente de la República española, muerto en el exilio en 1940 tras haber defendido hasta el final los valores de la democracia en España y en Europa”, apuntó el presidente de la asociación “Présence de Manuel Azaña”, Jean-Pierre Amalric.
Otras figuras de la República como Niceto Alcalá Zamora, Francisco Largo Caballero, Casares Quiroga, Diego Martínez Barrio, Julian Besteiro, Fernando de los Ríos… y tantos otros dirigentes republicanos de los que jamás nadie se acuerda de ellos esperan actos semejantes de cara a unas nuevas generaciones que no saben hoy en día absolutamente nada de lo que pasó en aquellos tiempos procelosos.
El dirigente socialista terminó un viaje de tres días a la región de Toulouse, donde el pasado jueves fue investido doctor honoris causa por la universidad de esa ciudad con fuertes vínculos culturales con España.
Zapatero, reconocido por la Universidad de Toulouse por “ampliar los derechos civiles y sociales” en España, se refirió en su discurso a los recientes atentados yihadistas de la semana pasada en París.
“El mayor riesgo de una victoria de los terroristas se produce cuando pàra luchar contra el terror la democracia traiciona su propia esencia”, dijo durante su intervención el expresidente del Gobierno español (20014-2011).
Hay que reconocer que fue Zapatero y no Felipe González quien hizo algo por recuperar la Memoria Histórica, aunque trató de hacerlo con el consenso del PP y gracias a esa meliflua política todavía siguen en las cunetas miles de esqueletos republicanos mientras Franco duerme su sueño eterno en el Valle de los Caídos.
Y es que a Zapatero siempre le faltó claridad en las ideas sobre lo que hacer lo que debió hacer y es ahora cuando al parecer se da cuenta que fue un líder sin cuajo y quiere reconocer lo que, cuando mandaba, no se atrevió a hacer.
Le recomiendo vaya a la tumba del bilbaíno Julián Zugazagoitia, ministro de Negrín, Director de El Socialista, diputado capturado en Francia y fusilado por Franco al que vergonzosamente el partido socialista nunca ha recordado.
