Sábado 7 de marzo de 2014
“Expo Venezuela de verdad” se titula la exposición que la embajada venezolana en España inauguró, este 1 de marzo, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con el objetivo de mostrar, hasta el día 3, los” logros” del chavismo, a modo de contrarrestar la creciente ola informativa que se ha desencadenado en los últimos días a nivel internacional ante las fundadas denuncias por la violación de los derechos humanos. No dice nada esta exposición de los 25.000 muertos del año 2014 en las calles de Venezuela que hacen a este país el más inseguro del mundo tras Honduras. Tampoco de los presos políticos.
“Queremos mostrarle a los españoles este proceso hermoso lleno de amor en un contexto de desarrollo, que ha impulsado cambios positivos en América Latina que crecen alcanzando la igualdad” fueron las cursis palabras con las que el embajador, Mario Isea, comenzó su discurso, ante un escaso público que no superaba la treintena, formado por los venezolanos Manuel Fernández, Ministro de Ciencia y Tecnología; Rodrigo Cabezas, vicepresidente de Asuntos Internacionales; Calixto Ortega, viceministro de Exteriores para Europa; los embajadores de Cuba, Nicaragua, Ecuador y Argentina; así como representantes españoles del gobierno y empresarios con intereses en Venezuela. Como si el dictador de Corea del Norte hiciera algo parecido.
La exposición, instalada en una gran sala de 200 metros cuadrados, consiste en 30 paneles verticales de dos caras, con más textos que fotos, que intentan mostrar los “logros” del chavismo en inclusión social, cultural, tecnológica, habitacional y fortalecimiento de la “democracia participativa y protagónica” desde 1999 hasta 2015. En la inauguración, funcionarios venezolanos también hicieron una demostración, con máquinas de verdad, de cómo se realiza el voto electrónico, en un intento de acallar las voces que aseguran que las últimas elecciones presidenciales no fueron limpias, al lado de un gran panel rezaba “en 2013, el chavismo gana 256 de 337 municipios, con el 54,6% de los votos”.
Pero a pesar de sus esfuerzos no convencieron más que a los convencidos.
“No tenemos absolutamente nada que esconder”
En un afán de justificar la exposición, el ministro Manuel Fernández dijo que
“hemos creado un mundo plural dentro de nuestro país. Desde hace 16 años somos un destino político y económico objeto de ataques y una campaña despiadada contra nuestra tierra y su gente”, y agregó que la intención es “crear un contexto de diálogo distinto y llevados de la manito contarles a los que quieran acercarse, el país que tenemos con 30 millones de almas”.
¿Un mundo plural con presos políticos, un poder judicial dependiente del gobierno, sin libertad de expresión y con estudiantes asesinados?.
Considera Fernández que Venezuela es actualmente objeto de “titulares que hacen daño” y que exposición tiene plena justificación “porque hay que contar en calma y con muchos colores cómo es Venezuela”. Concluyó que “no tenemos absolutamente nada que esconder y que en estos últimos 16 años hemos sido absolutamente transparentes”.
Si no tienen nada que esconder ¿Por qué no dejan que visitemos oficialmente el país y sus cárceles?.
La agenda durante los tres días de exposición incluye catas de ron, chocolate, música, conferencias y otras actividades.
Venezolanos indignados muestran la “verdadera Venezuela”
A pesar de que la web de la Embajada venezolana invitaba abiertamente a visitar la exposición, el acceso estaba restringido, por lo que los venezolanos que asistieron tuvieron que quedarse a las puertas del Círculo de Bellas Artes, amparados por agentes de policía que no aceptaron la orden de “desalojarlos”, supuestamente emitidas por funcionarios venezolanos.
Aprovechando la libertad de expresión y manifestación que existe en España, armados con pancartas, imágenes y lemas, explicaron desde fuera a los asistentes, viandantes y medios de comunicación “cuál es la verdadera Venezuela”. Frases como “la muerte no es un logro”, “el hambre no es un logro” o “el gobierno de Maduro mata estudiantes”, se escucharon por más de dos horas, y aseguran que se seguirán escuchando a lo largo de los tres días de exposición.
La defensa de la “revolución bolivariana” en Euzkadi la tiene Bildu.