Martes 5 de enero de 2015
Iban Gorriti nos dijo que Fructuoso Pérez Arróspide no era el afiliado más longevo del Partido. Que lo es Antonio Izaguirre quien va a cumplir 103 años y está afiliado en la organización municipal de Olakoaga. Dicho está.
Pero el dato siendo importante no importa ante el fallecimiento de un gudari de cien años y menos a su familia. Fructuoso tenía nada menos que cien años, falleció el 31 de diciembre, vivía con su querida esposa María Jesús Baroja y tenía dos hijas, Anabel y Rosa Mari y cinco nietos. Y todos le conocíamos .Pasaba medio año en Argentina y otro medio en Bilbao en su casa de la calle Ajuriaguerra. Ibone Bengoetxea ha escrito en Facebook hoy como estando sentada en un banco en el Parque se pasaron los dos largo tiempo hablando de todo. Y es que hablaba mucho y te recordaba las cosas de aquellos años. A mí me hablaba de mi aita y Ramón Sota me dijo que había estado en la boda de sus padres en la Argentina. Y todos sentimos mucho su fallecimiento por su cercanía y porque ya nos hemos quedado casi sin gudaris. Este lo fue de la Compañía Oldargi del batallón Otxandiano.
Julián Landin, cuyo hijo tiene amistad con Maitena, la nieta de Fructuoso, escribió una sentida semblanza que me la envió. Yo la remití a Deia que la publicó con su esquela el lunes. Y con una foto, lo edité en el blog de Deia, que nos había sacado María Esther a Emilio Olabarria y a mí el último Alderdi Eguna que andaba por allí con su esposa y estaba como una rosa. Desgraciadamente tuvo una mala caída y eso le ha provocado su fallecimiento.
Le llamé a Txomin Saratxaga, quien conocía a Fructuoso y le atendía en su librería Kirikiño y que el año pasado estaba más «p´allá que p´acá», e inmediatamente puso su tan tan en marcha. Habló con Amaia Gaztelu y al poco todos teníamos en nuestro correo la noticia del fallecimiento y el lugar y hora del funeral. Su «Betiko Lagunak» sirvió de vehículo de Pompas Fúnebres. Pero no solo hizo, sino habló con un bertsolari, el txistulari Josetxu Jauregi y un veterano aurreskolari y el lunes la Iglesia de San Vicente estaba llena. Ofició el Vicario Unzueta, sobrino de aquel sacerdote perseguido, D. Fortunato Unzueta quien recordó a Fructuoso a quien había conocido en Maruri en los tiempos del famoso cura de Maruri. En una esquina del altar dos jóvenes vestidos de negro. Uno con el clarinete y otra con el violín nos interpretaron el «Aurtxo Seaska», el Txori Txori» de Mikel Laboa y el Agur Jaunak. Y en el fondo y en un momento determinado, sonó una canción emblemática que emociona a los vascos argentinos, «El Roble y el Ombú».
Viejo Arbol de Gernika
que al vasco ofrece
tu sombra grata
Cunde en las bellas
Plazas del Plata.
Y haz que este pueblo hermoso
Que por sus hechos
al mundo asombra
Reciba siempre
tu misma sombra
bajo su Ombú.
Además del sacerdote, hizo una semblanza de Fructuoso su nieta y al acabar la misa salimos todos al pórtico de la Iglesia de San Vicente y allí José Luis Orbe Dañobeitia de 76 años le bailó el aurresku mientras su nieta Maialen mantenía el recipiente con sus cenizas cubierto con la ikurriña. El aurresku, el Agur Jaunak y el Euzko Gudariak cerraron aquel emotivo funeral que le hubiera encantado al bueno de Fructuoso y que se pudo hacer así gracias a su familia, al Vicario,a Lanvin y a Txomin. Solo quizás faltó una esquela de la Extraterritorial del PNV de Argentina.
Entre los presentes el presidente del EBB y la presidenta del BBB y muchos amigos, compañeros y familiares de gudaris junto a la gente de Betiko Lagunak y a un Txomin contento con la receptividad encontrada. Julián Landin lo resumía asi: La familia ha quedado en paz sintiendo el reconocimiento a la labor del aitite a quienes todos veneraban».
Lástima que desde 1976 no hayamos tenido un Betiko Lagunak para honrar a esta generación de grandes supervivientes que estuvo a punto de morir por Euzkadi. Funerales como el del lunes en San Vicente reconfortan a la familia, a los amigos y rinden homenaje a quien lo merece. Deia se hizo eco en todo momento del hecho, no así El Correo.
Estimado Sr. Anasagasti, una vez leído su artículo me gustaría indicarle que hay un error en la identificación del dantzari, no es Juantxo Jauregi, sino José Luis Orbe Dañobeitia y el txistularia Josetxu Jauregi.