ME ESCRIBEN SOBRE EL MUSEO DE GERNIKA

Viernes 8 de enero de 2016

Un senador amigo me escribe estas letras tras leer hoy lo que he escrito sobre el Museo de Gernika y de que la gente no encuentra en él, lo que busca.

Dice así:

Te remito dos referencias que encajan como anillo al dedo en este tema. Franceses, por supuesto, pero muy emocionantes.

monumento-a-los-muertos_7484653Uno es Verdun.

Yo he estado dos veces. Una solo y otra con mis hijos, para que sientan los horrores de la guerra, que es lo que se siente en Verdun y sus alrededores.

Por cierto…hay un osario enorme, con todos los restos humanos encontrados en el campo de batalla y no identificados y, en las paredes del interior del edificio están grabados los nombres de todos los caídos no identificados.

Por casualidad, descubrí a un teniente con mi apellido, mort por la Patrie, entre la inmensidad de nombres del templo. Casualidad.

Villa_03887_Oradour_Sur_GlaneEl otro sitio emblemático es Oradour-sur-Glane  que es lo más parecido a Gernika que puede haber.

No he llegado todavía, porque está fuera de todos los circuitos, pero mis hijos ya saben que existe y que cualquier año los planto allí.

Un pueblo de la Limousin francesa, que fue destruida después de masacrar a su población, ancianos, mujeres y niños incluidos, como represalia de la Divisionn Das Reich de la WaffenSS por un atentado contra las fuerzas de ocupación alemanas en la zona.

Eso es lo que se tenía que haber hecho en Gernika…una vez más, no me queda más que darte la razón.

Algún día deberíamos de montar una excursión a estos dos sitios emblemáticos, para hacer viajar a «los museólogos» y que aprendan…ja, ja, ja.

 

4 comentarios en «ME ESCRIBEN SOBRE EL MUSEO DE GERNIKA»

  1. Su amigo Senador habla de Verdun (I GM) y de una salvaje acción de represalia del III Reich sobre población civil (II GM), dos testimonios sobre los horrores de las guerras y de la brutalidad de que somos capaces los humanos en esas circunstancias.
    Lo más opuesto a fomentar la guerra, me parece que es fomentar la paz.
    Y el actual museo de Guernica orienta su actividad a ese fomento de la paz, según declaran sus gestores, un propósito que entiendo irreprochable.

    Sostengo lo que ya conoce, señor Anasagaasti: el PNV camufla sus propósitos de adoctrinamiento tanto como puede; advertir esa trampa es un sano ejercicio ciudadano de lealtad constitucional, de compromiso democrático.

    En algún momento podremos centrar nuestras energías en otros asuntos, ¿no es cierto?

    La democracia española, democracia representativa, no otra cosa, saldrá de este impas electoral. Con esfuerzo y con cicatrices, pero la sacarmemos adelante y a mejor.

    Los nacionalismos, sea el coro, sea el escocès, sea el vasco, sea el cuatribarrado, sea cualquier otro, no resultant socios seguros para una U.E. sòlida, solidària y activa. En el concierto mundial actual, ubicarse entre los del 7-25-50 no basta, hay que ganárselo lealmente, no multiplicando la complejidad caprichosamente.

    Salud y saludos.

  2. «Lo más opuesto a fomentar la guerra, me parece que es fomentar la paz.» (Io). Señor Io, su lema parece consejos vendo pero para mí no tengo. Insisto visite el museo, por favor, y quizá cambie su idea sobre lo que es y ha sido la guerra. Como usted mismo dice “ya basta de retorcer los hechos”. Reconozca la labor de las legítimas, sí legítimas autoridades de Gernika-Guernica en abril de 1937, el Gobierno de Euzkadi y su labor por la paz.

  3. Me pide reconocimientos.
    Voy a ello.
    Primer reconocimiento: La ley republicana por la que cobra vida en el diario oficial de la II Republica el Estatuto de autonomia del Pais vasco, fue aprobada por aclamacion, no por votacion, sin que exista constancia de quienes participaron en tal aclamacion, ni de si se cumplian los requisitos de quòrum legales para la aprobación de tal norma.
    Segundo reconocimiento: la «ley republicana» de aprobación de ese Estatuto de autonomia, establecer el caràcter de «Lehendakari provisional» que tendria el que resultara investido en aquellas anòmalas circumstàncias.
    Tercer reconocimiento: José Antonio Aguirre, lehendakari provisional según el texto republicano, no sólo obvió rápidamente el carácter «provisional» , desbordó por todas las costuras las competencias estatutarias pese a no poder ejercer ninguna, en ningún momento, sobre la totalidad del territorio al que el estatuto se refería.
    Tercer reconocimiento: el «provisional» asumió también la Defensa y, para el esfuerzo de guerra republicano, se convirtió más en un estorbo que en un aliado fiable.
    Cuarto reconocimiento: Aguirre y sus consejeros ejercieron el poder de facto, cada vez sobre menos territorio y menos poblacion, hasta que fueron expulsados por los sublevados y sus aliados. A los efectos del ejercicio de facto del poder, que existió, es irrelevante que la ley republicana naciera al derecho sin mácula o que fuera una simulación más en un escenario de guerra civil que no se quería aceptar como tal, inicialmente, por parte de las autoridades republicanas.
    Quintó reconocimiento: Aguirre y sus Consejeros actuaron, no sólo como si su acceso al poder fuera legal, legítimo e irreprochable en derecho, si no como si estuvieran investidos de las capacidades y atribuciones de un Estado, el Estado vasco independiente y soberano que el nacionalismo peneuvista perseguía.
    Sexto reconocimiento: los requete’s navarros fueron una parte muy importante de las fuerzas sublevadas que arrollaron el sueño peneuvista y mandaron al exilio a Aguirre y a muchos de sus seguidores. La derrota militar del PNV, de las milicias del frente popular y de los otros efectivos republicanos, envió a Francia a campos de refugiados, a una importante fracción de la población civil del país vasco.
    Séptimo reconocimiento: la represión de los vencedores sobre los vencidos tuvo la dureza, la persistencia y el rigor de un régimen militar, dictatorial, radicalmente opuesto a las pretensiones del PNV.

    Caben más reconocimientos por mi parte, pero por hoy ya vale.

    Salud y saludos.

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