Lunes 22 de febrero de 2016
La semana pasada fue noticia un documental de la televisión francesa sobre el rey Juan Carlos que TVE no quiso proyectar. Debe ser una saga de entrevistas hechas a las Casa Reales europeas y a pesar de que era totalmente acrítico el trabajo, el Director general José Antonio Sánchez consideró que el documental dejaba al viejo rey a la altura del barro y encuadrado en un impresentable pasado y que la actual Casa Real seguramente le dijo que no le convenía a Felipe VI aparecer en ese bodrio junto a su impresentable padre y junto a ese dictador medieval que fue Franco y donde Juan Carlos dice gangosamente que Franco le había dicho víspera de morir, cogiendo su mano, que preservara la unidad de España. ¡Olé!.
Una puntualización. No me creo que fuera la víspera pues hemos visto fotografías de un Franco moribundo con la boca abierta y rodeado y enchufado por más tubos que un Ferrari y el hombre no estaba para unidades sagradas sin para poder respirar un poquito.
Otra de las cosas que decía el viejo rey era que su hijo estaba muy bien preparado, que había estudiado una carrera y que él no. No sé lo que han pensado los militares de lo dicho por su Majestad el Campechano que no considera la carrera militar, una carrera. Y eso que estuvo en la Academia de Zaragoza, en San Javier y en el Juan Sebastián Elcano.
Pero no es cierta esta aseveración del acreditado juerguista. Su hijo, no está tan bien educado como nos dijo, a pesar de haberle pagado entre todos su selecta educación, sino los bien educados han sido los dirigentes catalanes.
Cuando Carmen Forcadell, la presidenta del Parlamento catalán le pidió audiencia a Felipe VI para decirle que había un nuevo gobierno, la Zarzuela con displicencia le dijo que no le recibía y que enviara la papela por fax. Y cuando debía haber agradecido a Artur Mas los servicios prestados, publicaron su cese en el BOE pero no agradecieron a Mas lo hecho.
Pues bien.
Hemos visto que afortunadamente los líderes catalanes son más educados que los Borbones. Y lo hemos visto anteayer cuando Felipe VI viajó a Barcelona a inaugurar la Feria anual sobre nuevas tecnologías en Telecomunicación y allí le recibieron el presidente de la Generalitá, Puigdemon, la presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
A Felipe VI le llaman «El Preparao». A su padre, le llaman «El Campechano». Y si hay una cosa que les une no es la educación, la una cuartelera, la otra algo más refinada, sino un sentimiento común.
Eso que dijo Juan Carlos de Borbón cuando se inventó eso de que Franco le agarró la mano y le pidió preservar la unidad de la Patria.
Pero para eso no hace falta estudiar una carrera. Para eso solo hace falta ser un patriota español decimonónico.
Y los dos lo son. La carrera militar de los dos, une mucho.
Es su blog y acoge lo que quiere en el mismo.
Comprensible aunque no cuadra con la apariencia de cintura que podría presumirse en quien deja abiertos los comentarios, por más que sujetos a «moderación».
Usar la moderación para practicar la «purga ideologica», el filtraje de lo que no gusta oír, está en su mano.
En la mia sólo está el constatar cómo emplea la moderación.
Tenemos un concepto muy distinto de muchas cosas, usted y yo, también de la moderación de comentarios y del encaje de las criticas a los propios pantos de vista.
Salud.