Martes 1 de marzo de 2016
Estuve el viernes con el Grupo Parlamentario en el Senado viendo la magnífica exposición organizada por la Fundación Sabino Arana sobre el fundador del nacionalismo vasco. Su comisario es Joseba Agirreazkuenaga quien nos guió, contextualizó las áreas y deleitó con sus explicaciones.
Solo me apena que la Exposición no sea visitada. O se haga muy poco. Quizás haga falta una campaña de publicidad para decir que ahí está, que es la única exposición que se ha organizado sobre Sabino Arana, que vale la pena, que es muy didáctica, y que a nada que se tenga una pizca de curiosidad intelectual tiene que ir a la sala Ondare de la calle María Diaz de Haro en Bilbao a ver esta muestra.
Ya de entrada te encuentras con las distintas cabezas, bustos, que hizo Oteiza para la campaña de promoción. Afortundamente no hay ninguna estela con la hoja del roble que acompañó la obra de Oteiza y que siendo de Néstor Basterretxea, no pintaba nada en aquella promoción. Pero sin embargo nos obligaron a comprarla.
La exposición tiene objetos personales de Sabino, cuadros, su despacho, sus intervenciones en la Diputación, los líderes de la época, la foto de su casa, y cada día se proyecta una película que se ha hecho sobre el dirigente vasco.
Publicó 1086 páginas en formato de libro de las que 365 las escribió en euskera. Y eso que fue euskaldun berri. Respecto a los artículos de periódicos y revistas la cifra se aproxima a 1.283 páginas.
Falleció el 25 de noviembre de 1903 en Sukarrieta.
Arturo Campión opinó sobre él:
«Sabino Arana y Goiri es un muerto que vive. Todavía no ha entrado en la historia. Las puertas de ésta se le abrirán cuando las últimas ondas de sus actos personales se hayan disipado en la estabilidad definitiva, o en el derrumbamiento irremediable del Nacionalismo Vasco.
Mientras, el nombre famoso de Arana pertenece a la polémica. Nadie lo pronunciará con labio sereno. El péndulo de la crítica se moverá entre los polos extremos de la información y de la apoteosis».
Recomiendo ir a ver esta exposición. Por inquietud intelectual y por solidaridad hacia quienes trabajan por divulgar la obra de este gran vasco.