Jueves 19 de enero de 2016
La nieta de Carrero Blanco ve «un disparate» pedir cárcel por tuits sobre su abuelo, y ha escrito una carta interesante donde reivindica a su abuelo, pero protesta por la acción de un Fiscal que parece sacado de los tiempos de Carrero. Este fiscal nos hubiera encarcelado a todos por cantar aquello de “¡Carrero, Carrero, que haces tú en el alero!!!”. ¿Se acuerdan?.
Luis Carrero Blanco fue asesinado por ETA la mañana del 20 de diciembre de 1973. La bomba al paso de su coche, activada por un etarra de 24 años, Argala, hizo que el vehículo se elevara 35 metros, saltara por encima de un edificio y se estampara en el alero del patio de un convento. Más de 40 años después, en su cuenta de Twitter (@kira_95), una joven estudiante de Historia llamada Cassandra Vera, de 21 años, ha publicado una serie de chistes sobre el atentado que la fiscalía de la Audiencia Nacional considera un delito de “humillación a las víctimas”. Lucía Carrero-Blanco, nieta del almirante, dice no sentirse “en absoluto” humillada por esos tuits, que califica de “mal gusto”.
La estudiante conoció la petición del fiscal cuando, tras recibir un telegrama de la Audiencia Nacional, fue a los juzgados a recoger el auto de apertura del juicio oral abierto contra ella por 13 tuits escritos entre el 29 de noviembre de 2013 y el 16 de enero de 2016. El primero decía: “ETA impulsó una política contra los coches oficiales combinada con un programa espacial”. En el último solo pone 20D y al lado una imagen que el fiscal define como “un astronauta con la cara del Almirante Carrero Blanco en lo que parece ser la superficie lunar y la bandera de España de la dictadura”. En otros se refiere al “viaje espacial” de Carrero o recuerda el aniversario de su muerte con un “Feliz 20 de diciembre” junto a imágenes del atentado. El pasado 10 de enero, Cassandra informaba en su cuenta de Twitter de la decisión de la fiscalía: “Me pide el fiscal 2 años y 6 meses de cárcel más 3 años de libertad vigilada por chistes de Carrero Blanco. Solo eso, chistes de un dictador”.
Lucía Carrero-Blanco explica que los tuits de Cassandra Vera le “repugnan” y que le entristece que alguien pretenda burlarse de un asesinato. Pero ve la petición de cárcel una decisión “desproporcionada” y “atemorizadora”.
“Considero un error peligroso tratar de que la ciudadanía sea respetuosa a base de amenazas y sanciones desmedidas”, afirma.
La estudiante declaró por estos hechos en septiembre, pero entonces pensó que la Audiencia lo archivaría. “Expliqué al juez que eran bromas sobre un personaje histórico, el jefe de Gobierno de la dictadura, y que jamás he hecho chistes sobre otras víctimas del terrorismo”, cuenta por teléfono.
CARTA ABIERTA DE LA NIETA DE CARRERO EN EL PAÍS.
Por: Lucía Carrero-Blanco*
Escribo estas líneas con motivo de la petición por parte de la Fiscalía de la Audiencia Nacional de dos años y medio de cárcel (además de libertad vigilada e inhabilitación) para una estudiante de 21 años por publicar mensajes en Twitter mofándose del asesinato de Carrero Blanco. Tratar de hacer humor con el asesinato de nadie me repugna. Me declaro firme contraria a la violencia, la ejerza quien la ejerza, me da igual que sea ETA o el GAL, Obama o El Che. Me horroriza que se intente legitimar cualquier asesinato (incluido el de Bin Laden, en su día aplaudido por los jefes de Estado de medio mundo), y me entristece que se haga burla de ello. Me entristece como ciudadana a secas, pero supongo que algo más por ser hija de un padre al que le mataron al suyo, y que a pesar de la dureza de los hechos ha sido un hombre admirablemente discreto y sensato, al que nadie jamás habrá oído pronunciar al respecto una frase fuera de lugar, y que tuvo que encajar aquello prácticamente sin más apoyo que el del dolor de su madre y sus hermanos y el del cariño, la serenidad y la comprensión de su mujer —los hijos apenas éramos unos niños—. Esto, insisto, me entristece, pero no me preocupa.
Lo que me preocupa es que un acto de patente mal gusto y carencia de toda sensibilidad se considere un crimen. Yo no sé de asuntos jurídicos, no sé en base a qué artículos la fiscalía hace semejante petición, y si lo hace será obviamente porque la ley la ampara. Pero, por muy legal que sea, me parece un absoluto disparate. No creo que sea ni proporcionada ni ejemplarizante. Tan solo atemorizadora, y no solo para la acusada, sino para todos los que vivimos en una democracia. Me asusta una sociedad en la que la libertad de expresión, por lamentable que sea, pueda acarrear penas de cárcel. Considero un error peligroso tratar de que la ciudadanía sea respetuosa a base de amenazas y sanciones desmedidas.
El miedo jamás genera respeto, solo rencor. Se supone que se trata de un delito de humillación a las víctimas y de enaltecimiento del terrorismo. Al menos a mí (obviamente solo puedo y pretendo hablar por mí), lo que esta persona ha escrito no me humilla en absoluto. Me apena —y quizá inquieta un poco que se quiera dedicar a la docencia—, pero no tiene en absoluto la capacidad de humillarme. Y creo que, efectivamente, hay un enaltecimiento pero, como he dicho, del mal gusto y de la falta de sensibilidad. Confío por el bien de todos en que esta petición no prospere, y que aprendamos de una vez a tolerarnos los unos a los otros motivados por el respeto, y no por el miedo.
Habra que hacer chiste de Trump,por los cuales no piden carcel,de momento.