Domingo 12 de noviembre de 2017
Supongo que estos días habrán leído/escuchado cómo desde algunos ámbitos se acusa al PNV de incoherencia política por el hecho de está dispuesto a pactar los Presupuestos Vascos con el Partido Popular en Vitoria-Gasteiz cuando no está por la labor de negociar los Presupuestos Generales del Estado con el Partido Popular en Madrid. “¿Por qué allí no y aquí sí?”, nos preguntan, “si es el mismo Partido Popular nuestro hipotético interlocutor”. Pues la respuesta es muy sencilla: nuestra posición, que en efecto es una en Vitoria-Gasteiz y otra en Madrid pero no por ello se contradicen, nada tiene que ver con la identidad de nuestro interlocutor, el PP, sino con el ámbito de afección e influencia de cada una de las dos negociaciones.
El PNV no ha aplicado ningún veto al PP. En absoluto. Siempre hemos dicho que estamos dispuestos a hablar con todos y de todo y que, por tanto, si el PP nos llama para hablar de Presupuestos Generales del Estado, hablaremos con ellos. Pero también hemos dejado muy claro que con el artículo 155 en vigor no se dan las condiciones para abrir una negociación presupuestaria en Madrid. En este estado de excepción que vive hoy el Estado español, apoyar las cuentas del Gobierno de Rajoy significaría dar estabilidad a quien está aplicando un 155 que podrá ser más o menos prolongado, pero que es durísimo sin ningún género de duda.
Esta circunstancia en absoluto concurría cuando, en primavera, decidimos apoyar los PGE de 2017 a cambio de grandes contraprestaciones para Euzkadi. De modo que, para empezar, el contexto es muy diferente al de entonces. En este momento tan excepcional, es lógico que sean los partidos que han apoyado al PP y a Rajoy en el establecimiento de esa excepcionalidad los que aporten la estabilidad que un Gobierno requiere en circunstancias tan extremas. Dicho de otro modo, parece lógico y razonable que si el PSOE da su apoyo al PP en lo más grueso, el 155, sea también él quien se lo proporcione en lo menos grueso, que son los PGE. El PSOE, claro, se pone digno y estupendo, y argumenta que una cosa es el tema catalán (la cuestión nacional) y otra cosa muy distinta los PGE (la cuestión ideológica), pero para nosotros no es un argumento válido. En este momento, opera el pacto del 155, una especie de alianza de concentración nacional, y quienes la integran deben ser consecuentes con la misma. No va a ser el PNV quien dé estabilidad a un Gobierno que se ha ‘cargado’ al Govern y ha disuelto el Parlament de la otra gran realidad nacional que habita en el Estado español, Catalunya. Eso no puede ser.
Esta postura es totalmente coherente con el hecho de estar dispuestos a recabar el apoyo del PP vasco (y el de EH Bildu, y el de Elkarrekin-Podemos…) en el trámite de los Presupuestos Vascos. No solo es coherente, sino que es nuestra obligación. ¿Por qué? Porque nuestra obligación es tratar de que el problema de Catalunya, aun siendo gravísimo (o precisamente por eso), no se traslade al día a día de los y las vascas. Es nuestra obligación que nuestra sanidad, nuestra educación, nuestro sistema de protección social, nuestra industria y nuestra economía sigan operando con la mayor eficacia posible. Porque así nos lo demandan los y las vascas y porque, además, el hecho de que eso sea así no tiene ninguna consecuencia ni ejerce ninguna influencia en la situación política de Catalunya. Que el PP vasco se abstenga o apoye los Presupuestos Vascos tiene CERO influencia en Catalunya, mientras que el hecho de que l@s diputad@s y senador@s del PNV votasen en este momento SÍ a los Presupuestos Generales del Estado si tendría influencia en Catalunya y en el modelo de Estado… y una influencia negativa, claro.
Eskerrik asko!
El 155 planea también sobre Euskal Herría…
El Pnv debe reaccionar ante esto y no sólo lamentarse.