Mataron al tigre y se asustaron con la piel. ¿Cuándo el PSOE asumirá la plurinacionalidad?

Jueves 2 de agosto de 2018

El miércoles se reunieron representantes de la Generalitá de Catalunya y del Gobierno central en la Comisión Bilateral que no se había reunido en siete años. Y lo único que acordaron fue seguir reuniéndose. Menudo balance, ilustrativo de cómo están las cosas.

Las presidencias de ambas delegaciones era catalanas y lo fueron del mismo partido, Ernest Maragall y Meritxel Batet. Y estaba la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera que es catalana de Lleida y del PSC. Podían haber hecho la reunión en catalán y en casa pero al parecer el horno no está para bollos.

Dicen que la reunión se celebró en un clima de respeto, que es lo que se comenta cuando las dos partes no quieren romper del todo, y Batet expresó que el clima fue cordial y franco, añadiendo que no hubo el menor acuerdo en cuestiones soberanistas. España una y no veintiuna y el derecho de autodeterminación para los saharauis, pero no para los catalanes, los escoceses o los quebecois.

Maragall, uno de esos viejos zorros de la política catalana, hermano del ex President y antiguo PSC, dijo que “uno se pregunta dónde está la novedad si no se puede hablar de estas cosas“ y en relación con los presos catalanes comentó que Batet se había refugiado “en la independencia de la justicia española” esa que no procesa al Emérito y tiene a Rato de vacaciones.

Seguirán hablando porque a las dos partes les conviene y saben que tienen un PP-CS al acecho, pero me da que no hay agua en ese pozo y el PSOE no se atreve a tomarse en serio lo que dijo exactamente hace un año cuando Sánchez no era presidente.

Tengo ante mí lo que acordaron en su 39 Congreso Federal cuando una enmienda del equipo sanchista aprobó que “una reforma constitucional federal, manteniendo que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español, debe perfeccionar el carácter plurinacional del estado apuntado en el artículo 2 de la Constitución”.

Introdujeron la palabra cargada de dinamita de plurinacionalidad. De nación, no de región.

Pues de ésto, ayer, nada de nada. Ni aumentar como diría el de Gernika.

No sé a qué están esperando.

Y si marean la perdiz, al final la perdiz terminará en la cazuela.

Susana celebró salir de la Moncloa con “oxígeno” por valor de 500 millones.

Miércoles 1 de agosto de 2018

Susana Díaz aseguró salir muy con­tenta de la Moncloa, hace apenas tres meses, porque el entonces presidente del gobierno, Mariano Rajoy, se comprometió a impulsar un nuevo modelo de financiación au­tonómica y a estudiar una catarata de inversiones para Andalucía. Pe­ro la alegría pronto se tornó en dis­gusto para la presidenta de la Junta de Andalucía, porque ni el prometi­do Consejo de Política Fiscal y Fi­nanciera (CPFF) se llegó a reunir para que el Gobierno del PP pusiera encima de la mesa su nuevo sistema de financiación, ni las cuantiosas inversiones posibles tuvieron final­mente encaje en los últimos presu­puestos del ejecutivo de Rajoy. Díaz regresó ayer a la Moncloa para encontrarse por vez primera con Pedro Sánchez, su gran rival in­terno en el PSOE, ya como nuevo presidente del Gobierno. Pero am­bos, conscientes de la expectación generada, se saludaron muy afectuosamente delante de las cámaras, antes de reunirse durante dos ho­ras. Al término de la cita, Díaz dio por inaugurado «un nuevo tiempo» en la relación entre ambos gobier­nos. «España no se puede gobernar de espaldas a Andalucía», aseguró. Reprochó así la actitud de Rajoy: «Más allá de las buenas palabras, resultados, ninguno». Y la contra­puso a la de Sánchez, al que agrade­ció su «sensibilidad y compromiso» con Andalucía.

Sánchez ya advirtió, aún antes de ser investido como presidente del Gobierno, de que en lo que resta de legislatura tampoco podrá aprobar una nueva financiación autonómi­ca. Pero Díaz aseguró que hu­bo un «cambio de posición» de Sán­chez, ya que el CPFF del pasado jueves decidió crear un grupo de trabajo para sentar las bases del nuevo sistema. La presidenta reite­ró que la reclamación «irrenunciable» de Andalucía asciende a 4.000 millones de euros adicionales, y que el nuevo sistema de financia­ción sigue siendo «una necesidad urgente». Pero aseguró que Sán­chez asumió que esta comunidad está «infrafinanciada». Y Díaz justi­ficó su satisfacción en que mientras se elabore dicho modelo de financiación, Sánchez le ofreció «oxíge­no de manera inmediata» para An­dalucía, que cifró en 500 millones de euros. Los desglosó en 350 mi­llones por las dos décimas de objeti­vo de déficit que se podrían repartir todas las comunidades, y otros 150 millones por las empresas a cuenta. Además el presidente del Gobierno se comprometió a respetar la disposición adicional tercera del Estatuto andaluz, que se traduciría en inversiones en los presupuestos del 2019: un plan especial de empleo, la conexión de Algeciras en el corredor mediterráneo, apoyo a Navantia y la bahía de Cádiz… El problema es que el “oxígeno inmediato” para Andalucía quedaría muy mermado si el PP no aprueba los objetivos de estabilidad.

Cambien ustedes el nombre de Susana Díaz por el de Urkullu e imagínense el escandalazo que se hubiera organizado si el Lehendakari hubiera salido de la Moncloa diciendo que había logrado 500 millones para Euzkadi. Fue la que se organizó a cuenta de los Presupuesto. Pero hay gentes que tienen bula y Susana es una de ellas.