Cena en 1983 con la colectividad vasca de Panamá del Lehendakari Garaikoetxea

Viernes 31 de mayo de 2019

Con motivo del partido de fútbol entre la Selección de Panamá con la de Euzkadi, el actual gobierno vasco ha querido recordar la figura del cónsul panameño Germán Gil de Guardia Jaén que facilitó la huida por Europa del Lehendakari Aguirre.

Considero asimismo bueno recordar que en 1983 el Lehendakari Garaikoetxea hizo lo propio y además y nada menos que con la viuda del cónsul panameño en su viaje a este país donde fue recibido por el entonces presidente Ricardo de la Espriella y donde el Nuncio del Vaticano, José Sebastián Laboa nos abrió todas las puertas.

Después de las visitas oficiales y terminando su estancia en la capital de Panamá, tuvo lugar una cena con la colectividad vasca en la que el lehendakari reconoció a varias personalidades, entre ellas a Dña. Berta Conte.

Esta es la crónica de aquella noche que conviene recordar pues la historia existe para ser contada:

existe para ser contada: “Antes de salir del hotel, el Lehendakari Garaikoetxea se entrevistó con dos industria¬les interesados en instalar una fábrica de bicicletas en Panamá. Tras la conversación, salió hacia el restaurante «La Cocina Vasca», donde se había concentrado casi un centenar de vas¬cos y simpatizantes para agasajar al Lehendakari. Al llegar saludó a Dª Berta Conté, viuda de D. Germán Gil de Guardia Jaén, el cónsul panameño de Amberes que salvó la vida de José Antonio Aguirre cuando éste, perseguido por la Gestapo, recurrió a él. D. Germán le proporcionó una identidad falsa posibilitándole huir. Doña Berta estaba allí con todos sus hijos. También se encontraba en el restaurante una delicada señora panameña viuda del primer Delegado del Gobierno Vasco en Panamá, Juan González de Mendoza Garayalde. También se encontraba allí la esposa de Juan Astigarrabia, Consejero comunista del primer Gobierno Vasco. El Lehenda¬kari se sentó con ellas y el Nuncio, bajo la ikurriña y un letrero que ponía «Ongi Etorri Lendakari», y dio comienzo la cena.

En el transcurso de la misma se entregaron hojas de petición de direc¬ciones con el fin de que en un futuro pueda enviarse desde Euzkadi una publicación quincenal. En los postres tomó la palabra el P. Villanueva, en castellano, donde después de destacar el hecho de que tanto él como el Lehendakari son navarros, hizo un repaso sobre la importancia de las vías democráticas de actuación. Otro sacerdote dirigió unas palabras en euskera. Terminó el Lehendakari agradeciendo a los allí presentes su participación en aquella cena y señalando el hecho de la presencia de las señoras Mendoza, Guardia y Astigarrabia y los servicios prestados por estas familias a la causa de Euzkadi.

“Nos guía el convencimiento de que somos una nación», dijo el Lehendakari en su discurso, en el que explicó con todo detalle el proceso autonómico desde 1977 y reafirmó la voluntad mayoritaria del pueblo vasco por alcanzar la paz. Al final entre¬gó una ikurriña al veterano gudari Guillermo Intxausti para que fuera semilla de un nuevo centro vasco en Panamá.

«Vosotros tendréis siempre las puertas abiertas en ese país que esta¬mos construyendo y que —aseguró— llegará a ser la realidad que todos esperamos», terminó diciendo el Lehendakari.

Fue muy importante esta reunión de vascos en Panamá porque puede constituir la primera acción para una colectividad que puede organizarse.

Y como colofón, el comentario sobre los obsequios realizados por el Lehendakari a las ilustres señoras. A D.a Berta Conté una placa en plata con la siguiente leyenda: «A la familia de D. Germán Gil de Guardia Jaén en reconocimiento por su importante colaboración para salvar la vida de D. José Antonio Aguirre y Lekube». A la señora Mendoza el libro «El Bolívar de los Vascos» y un Lauburu de oro. En el libro aparece un artículo de Mendoza cuando era delegado en Panamá. Y a la señora de Astigarrabía un Lauburu de oro.

Fue una velada muy grata que terminó con la entonación del “Gernikako Arbola” y del himno vasco.

¿Por qué no se callan? y ¿Por qué gana siempre el PNV?

Jueves 30 de mayo de 2019

Esta semana postelectoral, parece mentira que las elecciones hayan sido el domingo pasado, se ha caracterizado por lo mucho que se está hablando de pactos sin dejar sedimentar las aguas. Parece mentira que unos y otros hablen y condicionen pactos, cabreen al personal, se menosprecien y sean incapaces de estar callados. No entiendo como gentes de partido toman iniciativas sobre lo suyo sin tener en cuenta que la negociación ha de ser global.

No entiendo tanta locuacidad cuando lo que está en juego es la estabilidad de las instituciones durante cuatro años.

¿Por qué no se callan?

¿Por qué gana siempre el PNV?.

Antonio Rivera fue Viceconsejero de Cultura del Gobierno Vasco bajo el mandato de Patxi López. Pero más que hombre de cultura parece un militante del antipeneuvismo más rancio y menos refinado para un hombre que se jacta de ser alguien del mundo del pensamiento pero demuestra ser alguien con mucho resentimiento y mucha envidia acumulada.

El lunes en El Correo publicó un artículo analizando los resultados electorales con este llamativo título y explicando el por qué cree él que la fórmula del éxito es la que apunta en tan abominable bazofia. Copio estos tres párrafos y opinen ustedes:

“Del Ebro para abajo asisten abobados a semejante embrujo y lo jalean como demostración de genio. Hacia arriba, al ser más molesta la presencia, tendemos a preguntarnos por las razones del éxito, porque, en realidad, esto viene siendo así desde la Transición, desde finales de los años 70. Desde entonces, todos los gobiernos, empezando por los de Suárez, convinieron en que la interlocución de todos los vascos la llevaba el PNV, dejando continuamente en mal lugar a sus correligionarios del paisito. A fuerza de repetir ese error, todos, propios y extraños, se acaban creyendo que el País Vasco se representa adecuadamente en ese partido; gana así una hegemonía por incomparecencia. Solo la cultura de ETA (la izquierda abertzale) le disputó desde el primer día esa partida; el resto se ha resignado.

“Importante; la manera de aprovechar esa ventaja que se le ha dado en Madrid es conseguir favores colectivos para Euzkadi. Ese era el procedimiento por excelencia del caciquismo político de los siglos XIX y XX, la manera de fidelizar el voto con la recompensa de instalar antes el teléfono, reducir el importe a pagar del cupo o traerse recursos para gastos a los que no contribuimos. La diferencia es que ahora quienes pagan más allá del Ebro lo interpretan como genio político (y siguen pagando). Obviamente, ello proporciona un gran sentido a ese voto porque las consecuencias se ven. La política moderna es pura abstracción; te crees las promesas. Pero si alguien la materializa en bienes tangibles, la fidelidad será eterna.

 “Últimamente, además, le votamos para que nos deje en paz, para que no desate su inclinación intrínseca soberanista y se ponga a maquinar planes. Cuesta una pasta esa prudencia, pero la damos por bien empleada. En Madrid también, y pagan como si les fuera en ello la vida. La red clientelar alcanza así proporciones exageradas. El bien que derrama por el país nos tapa la boca. Es la reedición perfecta del genio de Maquiavelo, la técnica de San Ignacio y los buenos deseos del último soñador de nuestro tiempo. Tres en uno. Y luego se preguntan por qué no hay manera de que suelte aquello que agarra”.

Galeuzka is different

Miércoles 29 de mayo de 2019

Es gráfico este mapa electoral. Vox no ha logrado sacar cabeza ni en Galiza, ni en Euzkadi, ni en Catalunya. Galeuzka sigue siendo Galeuzka como hecho diferencial y eso es un dato que les debería servir para algo. Las reconocidas como Nacionalidades Históricas siguen siendo «la periferia» del mundo mundial que es Madrid, rompeolas de España.

Los de Vox montaron la bronca en Bilbao, así como Ciudadanos en Ugao-Miraballes y en Errenteria. Pero las Aldeas galas siguen sin ser tierra para que crezcan los herederos de Mola. Y eso está muy bien.

Tras las elecciones se producen los análisis cantinfléricos. Ahora resulta que Euzkadi está llena de burgueses conservadores y que Otegi, que no ha logrado despuntar en ninguna de las capitales de la CAV y que se enorgullece de tener una sigla, la de Bildu, asentada en el mundo rural, que es muy respetable, nos quiere dar lecciones de como hay que actuar y que el PNV es un partido sospechosamente derechista ya que ellos son la izquierda progresista. El mandamás de una plataforma que ha deglutido a EA y que cambia de sigla como de calcetines, no le importa bautizar a los demás, y hasta cambiar el nombre de Euzkadi a Euskal Herria, pero como el maestro Ciruela tiene una clase para cada escuela. Y tan contentos.

La última genialidad fue aquella promesa en campaña que nos dijeron que iban a formar grupo con ERC en el Congreso. Nos lo restregaron por las narices, nos hicieron varias piruletas, nos dijeron que Izaskun Bilbao no salía elegida como eurodiputada y resulta que los de ERC les dicen que se vayan al Grupo Mixto y que les dejen en paz. Y aquí paz y luego gloria.

Y se quedan tan panchos diciéndonos que los equivocados somos nosotros.

No tengo para olvidar el telegrama que le mandaron a Trump nada más llegar al Congreso, cuando el yanqui ganó sus elecciones.

Pero Pello Urizar, el florero de EA, sonríe abiertamente desde las ruedas de prensa donde le dejan estar sin que diga una palabrita algo distinta a lo que dice el gran jefe.

Y otra cosa que mosquea un poquito.

No sabía que en Euzkadi hubiera tantos burgueses, tantos conservadores y tanto voto de derecha. Digo esto porque esta es la simple explicación que se está dando ante el incuestionable triunfo del PNV en la CAV. Pasan por alto que gana en Otxarkoaga y Rekaldeberri que no parecen los barrios más significados de la burguesía bilbaína, pero les da igual. No importa. Que sigan pensando en eso y haciendo semejantes cábalas. Demuestran que no han entendido nada y que no tienen ni idea de la historia de un país y de una organización que tiene 124 años y que además gana en Barakaldo y Sestao, localidades donde al parecer se ha trasladado a vivir la burguesía negurítica.

El unionismo en Euzkadi, entendiendo por Unionismo al PP, al PSE (sube) y también a Elkarrekin Podemos, baja porque en este tipo de elecciones se premia el trabajo, la constancia, la buena gestión, la cercanía, la simpatía, el esfuerzo y la sindéresis. Y el ser un partido municipalista en un país que tiene memoria. Y sobre todo que la gente normal no quiere aventuras con lo suyo. Y que un municipio es para lo que es, unas Juntas Generales para lo que son y un Parlamento Europeo para fortalecer la UE.

Le preguntaba Rementería a la candidata de Bildu con qué partida pensaba pagar todas las iniciativas que planteaba de forma desmesurada en el debate final de ETB y ante su agobio por la cantidad de años que lleva gobernando el PNV le recordaba que efectivamente llevaba gobernando cuarenta años por el pequeño detalle democrático de que así lo quieren los ciudadanos. Su acusación, infantil desde todo punto de vista democrático, era que ya estaba bien de PNV. Mientras Bildu no haga política sin épica dogmática y sin reconocer las reglas de la democracia, aunque suba en porcentaje le será difícil gobernar nada. Lo acabamos de ver. Vuelvo a repetir, en la campaña a las elecciones legislativas nos vendieron la especie de que formarían grupo parlamentario con ERC en el Congreso. Pues no. ¿Y eso por qué?. Porque todavía Bildu en Madrid huele a pasado y no es precisamente un olor bueno. Y es que no hacen nada para que ese mal olor se difumine. Y no lo digo satisfecho por ello porque deseo que esto se supere ya que deberíamos poder trabajar conjuntamente en lo medularmente importante para Euzkadi. Los actos en Ugao-Miraballes a raíz de la detención de Urrutikoetxea fueron lamentables, como fue lamentable que en Navarra, el cuatripartito no hubiera ido en una candidatura conjunta. Pero ellos son así, señora baronesa.

La derecha por su parte parecería añorar la época de cuando ETA actuaba. No han cambiado ni de discurso ni de tópicos hacia las reivindicaciones fundamentales que antes parecían ser banderas intocables como la foralidad o el estatuto. Con un Casado subido en el caballo del CID, emulando a Vox, han destruido el trabajo de los Rabaneras y otros representantes de una derecha más apegada a la realidad vasca y más representativa. ¿Han votado al PNV?. Seguramente, pero también lo han hecho votantes del PSE, Bildu y gentes de la abstención. Nadie es dueño del voto del ciudadano normal y es un insulto que se hagan análisis tan superficiales.

Para mí, el incordio de Podemos es lo que menos explicación tiene y creo que si saca cabeza en Euzkadi no es más que porque la marca es española, tiene presencia en los medios, y se dedica a la crítica continua sin el menor aporte sobre nada. Ocupa el espacio de la antigua Ezker Batua, que nunca fue mayoritaria y tiene pinta de no serlo nunca, y lo hace con votos que le vienen de Bildu y de una izquierda hispana que también existe, pero es la clásica representación de una izquierda española camuflada, pero que ahí está, aunque me da en la nariz que irá perdiendo fuelle en las siguientes elecciones a nada que Bildu haga una mínima perestroika. De todas maneras aguantarle a Lander Martínez en su obsesivo discurso antiPNV me recuerda aquel sandinista a la que su mujer le puso los cuernos y en su obsesión se fue a la sede de la embajada estadounidense a echar piedras.

El EAJ-PNV ha ganado en estos tiempos de incertidumbre porque ha sabido manejar bien la brújula en la niebla. Y esto no es un demérito sino el acierto de una ideología que más que un partido de centro derecha como gustan tildarla, es un movimiento interclasista con mucha mili por detrás y con la prudencia del chófer en el volante, que sabe bien cual es su estación término.