Viernes 26 de julio de 2019
Sánchez se equivocó. Y lo hizo garrafalmente. Es duro, pero está mal asesorado por ese nuevo Rasputín que no le deja ni a sol ni a sombra y le acompaña hasta el Congreso. Parece un dodotis. Y estamos hablando de política, no de marketing.
Iceta le ha dicho. ”Si quieres ganar tienes que hacerlo también en Catalunya y tú y tu amigo Redondo, lo habéis hecho muy mal”. No se te ocurra adelantar las elecciones.
Encargado por el rey de formar gobierno ha cosechado dos derrotas. ¿De qué habrán hablado hoy en Zarzuela?. Por lo menos Mariano Rajoy le dijo que estaba bien su encargo pero no lo aceptaba pues le iban a dar calabazas. Fue listo.
De Roma viene, lo que a Roma va. Como en aquel nefasto discurso del Rey en relación con Catalunya.
Sánchez prefirió ponerse a arreglar la UE y buscar acomodo a Borrell, o ir al G-20 o lo que él considera alta política, y así le ha ido. Los Dioses ciegan con su luz a los que buscan perder. Y lo cegó. Creyó que con la milonga del gobierno de cooperación iba a conformar a un tiburón hambriento como Iglesias. Y así le ha ido.
Su primera intervención, el lunes, hablando de las maravillas que iba a hacer fue irreal. Solo se habla así si previamente tienes un acuerdo y describes el acuerdo, no del acuerdo-ficción al que has llegado con el cuello de tu camisa. Y así le ha ido.
Un año en La Moncloa y con Iván Redondo colgado de la chepa todo el rato creyó que con eso lo tenía todo. De bisoño. Al PNV ni le llamó. De educación anda algo escaso y su pituitaria la tiene atascada.
Iglesias pidió el oro y el moro sin asegurar ninguna mayoría dando por hecho que la fiel infantería de ERC, PNV, PRC, Compromis, teníamos la obligación de completar el camisón que no tapa las piernas de Sánchez y, como le dijo Rufián, «dese cuenta que lleva solo cuatro años y no puede pedir la luna. Trabaje y demuestre que es mejor».
Pero el tigre quería carne cruda y cometió los mismos errores que Sánchez. Para coImo se trataba de un gobierno de coalición entre el socialismo y el comunismo, el aceite y el agua, Negrín y Prieto, González y Anguita. Tema difícil y espinoso si Iglesias no le echa agua a su chavismo de garrafa con el que quería conquistar el cielo y además sin consenso. Y así le ha ido.
A pesar de su camisa de mercadillo Iglesias ya es parte de la Casta y no se ha dado cuenta que su denigrada Casta tiene unas sutiles líneas que no se pueden traspasar y que si lo haces, te pasan factura. Y se la han pasado. Pocos se fían de él aunque teóricamente se eche a un lado. ¿A un lado con Irene Montero de Vicepresidenta?.
Tanto Gabriel Rufián como Ana Oramas pusieron al PNV como ejemplo. No suele ser lo habitual. Lo curioso fue lo de Rufián cuyo pacto es con Bildu, no con el PNV.
De hecho y a pesar de las batallas que nos ha contado Bildu, ni están en el mismo grupo que ERC como prometieron y en la primera votación lo hicieron de manera distinta. Siguen sin hacer aquella perestroika que hizo González con el marxismo leninismo de su PSOE de Suresnes. No se dan cuenta que es mejor ponerse una vez colorado que cien de color naranja o amarillo Procés. Y es que siguen en su justificación de lo que llama el conflicto, ante lo cual nadie se fiará de ellos, aunque les necesiten como en Navarra. ¿Madurarán?.
Santiago Abascal nos tildó de señoritos. Caramba. Nuestro señoritismo al parecer es pedir que su cumpla una ley orgánica como es el Estatuto. Y además sacó de la tumba a Unamuno con su frase en Salamanca cuando en verdad, Unamuno redivivo hubiera dicho que Abascal es Millán Astrain y que su discurso es la guerra. Hay una foto del jefe de los legionarios subido a un caballo blanco con su parche en el ojo que Abascal debe tener en la caretra. Le gustan los caballos y le gusta Millán Astray, por eso saca a Unamuno. Para disimular. Y le sale fatal. Es como confundir el jabugo con la mortadela.
Que Sánchez y sus negociadores en paro llamen a Sabin Etxea y les dirán cómo se negocia y lo que tienen que hacer teniendo un concepto claro de que lo primero es comprar una brújula y se pregunten que quieren y como lo transmiten a los demás.
Todos los gobiernos son de coalición entre el ministro de Hacienda y los demás ministros. Que se lo pregunten a Montoro y a Azpiazu.
Y que se olvide de la geometría variable que es lo que buscaba. Ya el Fred Astaire de la política española no tiene dama que quiere bailar con él. Ha demostrado que no es el bailarín de oro que se cree. Fred Astaire no consultaba a su suegra, Ivan Redondo, para sacar a la pista a Ginger Rogers. Ella iba sin más. Y la pareja no desentonaba.
En Sabin Etxea hay un manual de negociación que pasa por una buena cocina. Y el plato sale bien si se sigue el manualito que editaron las Emakumes en tiempos de la Republica.
Se vende en la tiendecita de abajo. Y funciona. Lo recomiendo.
Iñaki, Sánchez habrá cometido muchos errores, pero no puedes negar que su trayectoria ha sido sorprendente. Resucitó como Lázaro, consiguió ser presidente tras una insólita moción de censura, ganó las elecciones con una subida de 40 escaños… Ha bordeado el precipicio muchas veces y no se ha caído. Siempre se dice que se minusvalora a los presidentes, tanto a Aznar, como a Zapatero o a Rajoy. Quizá es que tener La Moncloa da mucha fuerza. Pero pensemos en cómo llegó este señor al poder…
Le minusvaloráis y ese es vuestro error. Si no es presidente ahora, lo será en diciembre.
Estimado Iñigo. Nunca he minusvalorado a Sánchez entre otras razones porque conviví con él cuatro años en la Comisión Mixta Europea y sé que lo que dice es verdad, pero también es verdad que el tener colgado de la chepa a Ivan Redondo todo el día, le está distorsionando la realidad política. Un slaudo. IOñaki