El olvido es la muerte definitiva

Domingo 29 de diciembre de 2019

Sonó como un trueno en la Casa de Juntas la voz del Lehendakari Aguirre leyendo en el Congreso Mundial Vasco celebrado en Paris en 1956, la carta de despedida del Consejero de Sanidad Alfredo Espinosa poco antes de ser fusilado en 1937. Terminaba la misma con un ¡Gora Euzkadi! y ¡Viva La República!. Por cierto, no Euskal Herria, y lo hacía muy poco antes de ser fusilado. Un respeto. Como mereció un inmenso respeto la labor de los gobiernos vascos en el exilio personalizados en las figuras de los Lehendakaris Aguirre y Leizaola, la mayoría enterrados en el exilio. Un larguísimo exilio de 42 años manteniendo la institución de la Euzkadi peregrina, perseguida, aherrojada, vencida. Hasta que, tras aprobarse el 25 de octubre de 1979 el segundo estatuto, el Lehendakari Leizaola que estaba en Paris, llegó a entregar su legitimidad simbólica en Gernika al día siguiente. Hermosa historia que el Gobierno Vasco puso en valor a través de Gogora, el domingo 15 de diciembre en un acto muy logrado, sencillo, respetuoso, con discursos de alto valor, con esa irrupción tronituante de Aguirre, con un video, una exposición y la presencia familiar de los Lehendakaris y Consejeros. Lo llamativo fue la numerosa presencia de la familia de Leizaola, seis hijos y 22 nietos, haciéndose presentes 26 hablando entre ellos en francés ya que viven entre Francia, Bélgica y Caracas consecuencia del aventamiento producto de aquella tragedia pero que quisieron estar en el homenaje a su aitona. El discurso de Amaia Agirre y del nieto de Leizaola, un ejecutivo de la Banca JP Morgan en Paris, fue una sorpresa agradable por la forma y el contenido de la misma. Como no podía ser menos el PP dio la nota. Cosas que nunca había hecho la UCD y AP la está haciendo este PP desnortado y facha. Dijeron que no acudían por ser un acto del nacionalismo vasco dentro de su mitología y no vieron procedente homenajear a dos lehendakaris que “no fueron elegidos por los ciudadanos” .No es verdad. Aguirre lo fue por los alcaldes, dada la situación de guerra producida por quien no fue elegido por nadie, Franco, que no dejaba elegir a nadie. Leizaola lo fue por el gobierno, pero no hizo como Tarradellas, buscar quedarse sino que volvió y entregó su valiosa legitimidad nunca reconocida por el fascismo español. Para esta gente el consejero Espinosa no fue una víctima de aquel terrorismo ni los miles de caídos en una guerra que causaron sus referentes ideológicos. Semejante análisis y explicación de su ausencia al acto es como negar el Holocausto o negar Auswitch y negarse a rendir tributo de honor a las víctimas de semejante tragedia, lo que denota su catadura moral.

Fue una lástima que ETB no transmitiera el acto en directo. Son capaces de hacer lo indecible y gastar lo que no se tiene por un partido de fútbol en las quimbambas o reseñar en directo una manifestación contra el Gobierno Vasco o transmitir un acontecimiento banal pero no actos referenciales como el vivido a los que además ni los reseñan bien, ni los contextualizan, ni les dan la menor importancia en ese adanismo tan subido de tono que les caracteriza. Creo que el espíritu del Ente Público que aprobamos en 1982 como ley se traiciona con este tipo de conducta. Y me parece grave por las consecuencias que tiene.

Lo digo porque el nieto de Leizaola apuntó la importancia de lo que se estaba viviendo recordando que “la historia es maestra de la vida”. Y si no que se lo hubieran preguntado al bueno del P. Gregorio Arrien que nos acaba de dejar tras una vida de inmenso trabajo en favor del euskera haciéndolo como una hormiga y dando visibilidad a aquella tragedia de los más de 4.500 niños vascos que ante los bombardeos franquistas sus padres enviaron a Inglaterra, Francia, Rusia, Holanda, Bélgica. Nada menos que 4.500 chavales. ¡Lo que fue aquel desprendimiento para sus familias!, en una guerra donde Mola pedía la rendición inmediata o la amenaza de “si no os rendís, arrasaré Vizcaya”. La última vez que hablé con él se dolía del incumplimiento que el Lehendakari Aguirre, y no por él, le había hecho a Leah Manning, una de las activistas inglesas en lograr semejante evacuación de tener una estatua en el Parque de Doña Casilda en reconocimiento vasco a su meritorio trabajo.

Y es que 2019 se cierra pasado mañana con un elenco de pérdidas irreparables comenzando por la de Xabier Arzalluz el 28 de febrero. El actual PNV no se entendería sin su compromiso en 1968, su quehacer político, su magisterio, sus mítines, charlas e intervenciones, su marcar bien el terreno como “perro del caserío” y su difusión de un ideario renovado. La mejor semilla y el mejor recuerdo sería publicar sus escritos políticos, sus notas sobre la transición, sus semblanzas humanas, sus reflexiones y viajes europeos y sus comunicados que los redactaba de puño y letra. En su día Deia editó un libro con sus artículos, que es lo único que hay.

El 4 de septiembre falleció Gerardo Bujanda, gudari, condenado a muerte, resistente, trabajador, diputado quien nos dejó a los cien años. En su día le publicamos sus crónicas escritas desde Donosti en pleno franquismo como Jon de Igeldo para la clandestina Radio Euzkadi que emitía desde Venezuela. El hombre se rebelaba cuando le decían que el PNV no había hecho nada durante la dictadura. ”¿Nada?. Todo, por eso en 1977 sacamos ocho diputados, pero lo que no hicimos fue matar y secuestrar. Eso no. Tratamos que no lo hicieran los que ahora dan lecciones”. Y es que todo ese legado de los gudaris tiene fecha cercana de caducidad. No quedan por ley de vida más de siete. ¿Se creará alguna asociación que recuerde su memoria?. No veo mayor interés, salvo el de entonar el Euzko Gudariak, himno de los gudaris del EAJ-PNV en 1936 como himno de la IA. El colmo.

El 3 de julio falleció Txomin Saratxaga, el penúltimo sabiniano. Una roca en el temporal de la resistencia. Con su tapadera de la editorial y distribuidora de libros San Miguel mantuvo viva la organización jelkide desde los años sesenta. Valiente y organizado, en los últimos años creo una plataforma de antiguos resistentes, Betiko Lagunak, que tenía dos hitos al año. El aniversario del llamado Juramento de Larrazabal y la celebración de San Andrés, amén de editar y reeditar libros, mover actos, estar presente en otros, y tratar de que gentes de buena voluntad de distintas ideologías vascas hablaran, se vieran, discutieran y no se apagara la llama. El libro Resistencia, fue una iniciativa suya para reseñar lo que se había hecho desde 1960 a 1975.Su fallecimiento se ha llevado por delante esta plataforma generosa y sabiniana.

Ya sé que “cuando hay santo nuevo, los viejos no hacen milagros”. No se trata de eso. No tengo vocación de estatua de sal, pero si me preocupa la banalización que se está haciendo del inmediato pasado, el silencio hacia personalidades que lo dieron todo por una idea, el desconocimiento casi total de la gente joven de lo que costó llegar a la situación actual como si todo hubiera llegado en una nave de la serie Star Wars, lo difícil que es acceder a la administración y que te atiendan sin que te miren por encima del hombro pensando que son batallitas del abuelo Cebolleta, el nulo interés en facilitar la edición de libros que quedan como caja de datos, la ausencia de aquellos mecenas que había en el pasado y que se rascaban el bolsillo y financiaban iniciativas y sobre todo el pasotismo y la ligereza con la que se analiza casi todo, todo esto al final terminará pasando factura y hará que la famosa cadena termine por romperse. Solo es cuestión de tiempo que es el peor de los óxidos.

En la fotografía obtenida en el Carlton en octubre de 1976 podemos ver a Xabier Arzalluz, los historiadores Jimeno Jurío y Carlos Clavería, el comandante de gudaris Felipe Lizaso y Txomin Saratxaga presentando la reedición del libro del diputado José Antonio Aguirre “Entre la Libertad y la Revolución”. Aquella mesa, hoy todos desaparecidos, ante la nueva etapa que se abría querían marcar terreno recordando lo que se había hecho en tiempos de la República ante un expectante público que llenaba la sala. El mismo acto se hizo en Gasteiz, Iruña, Donosti y Donibane. Otros tiempos.

Carezco de espacio para recordar al alcalde de Ondarroa Felix Aranbarri, a los hermanos Artetxe, a Javier Alday y a tantos que nos dejaron en 2019, un capital político y humano acumulado inconmensurable de una organización que cumplirá en el 2020, nada menos que 125 años y que tiene que dedicarle una pensada y una acción a salvaguardar su rico patrimonio porque si no lo hacemos nosotros desde luego, nadie lo va a hacer. Todo lo contrario. Lo acabamos de ver.

El 77,5% de los presupuestos es para gasto social que a ELA le parece propio de políticas neoliberales.

Viernes 27 de diciembre de 2019

La aprobación del Presupuesto de 2020 permitirá al Gobierno Vasco afrontar el último año de la legislatura autonómica con unas cuentas actualizadas, después de que en 2019 se haya visto obligado a gestionar el presupuesto prorrogado de 2018.

Los presupuestos vascos para el próximo año ascienden a 11.744 millones de euros, una cifra que si bien en términos globales, y debido a la menor amortización de deuda, es inferior en diez millones al del proyecto presentado en su día para este año, supera en 301 millones de euros (+2,9%) la suma destinada a gasto real en políticas públicas.

El 77,5% del dinero presupuestado corresponde a actuaciones en materia de salud, educación, empleo y políticas sociales. La suma reservada para innovación se ha incrementado el 5,44%.

El acuerdo alcanzado entre el Gobierno Vasco y Elkarrekin Podemos se ha traducido en la introducción de modificaciones presupuestarias por un importe global de 201,5 millones de euros, unos cambios que se plasman en partidas a ejecutar en 2020 y en años posteriores.

Como no podía ser menos, ELA, ese sindicato-partido político de oposición a tumba abierta y que necesita argumentos peregrinos para su huelga general del mes que viene considera a estos presupuestos, millonarios en gasto social como presupuestos neoliberales. Y se quedan tan anchos porque lo de ellos es el NO por el NO, la política antisistema y el insulto por el insulto. Desde luego con esta gente estaríamos en las cavernas porque lo de ellos no es la defensa de los trabajadores sino la descalificación aguardentosa, sin argumentos y buscando que se vayan imponiendo las políticas de Sortu.

Lógicamente que Elkarrekin Podemos apoye estos presupuestos les rompe su argumentación por la mitad y elevan el nivel de la descalificación. Nicolás Maduro no lo haría mejor.Para colmo cubiertos únicamente con pañales, haciendo el ridículo más espantoso mientras tiritaban de frío y bajo el lema ‘Los presupuestos del Gobierno Vasco y Podemos recortan derechos que nos dejan desnudos’, representantes del colectivo se han concentrado en la Gran Vía bilbaína, con motivo de la sesión del Parlamento Vasco en la que se debatía la aprobación de las Cuentas para el próximo año.

En un comunicado, ELA ha subrayado que estos presupuestos son «un motivo más» para sumarse a la huelga general convocada para el 30 de enero, ya que «no van a suponer ningún cambio, aunque hagan propaganda de que son morados y verdes».

En este sentido, han criticado que Podemos y Equo apoyen las Cuentas y han advertido de que el hecho de que «la izquierda política apruebe unos presupuestos, que hasta ahora consideraba neoliberales, es una tragedia». «En las negociaciones sólo se ha modificado el 0,75% del presupuesto», han sostenido, para añadir que «los presupuestos de 2020 no pueden crecer más del 2,8% aunque haya superávit».

De esta forma, activistas contra el tren de alta velocidad (TAV), antimilitaristas y muy errados defensores de los derechos sociales presentes en la protesta han señalado que la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) para familias en situación de pobreza y precariedad, «sufre un recorte desde hace ocho años que se repite de nuevo para 2020».

En resumen. Están contra el progreso. Como aquellos colonos en el lejano Oeste que no querían la llegada del tren. Lo mismo.

«Mediante el acuerdo suscrito entre PNV, PSE y Podemos, la RGI se verá disminuida en un 34%. Es un recorte especialmente sensible al afectar a miles de familias y personas desempleadas, con empleos precarios o pensionistas», han añadido.

Mentira. La RGI, en virtud de las enmiendas apoyadas a Elkarrekin Podemos, ha subido un 4%, pero esto a ELA le importa un comino. Lo de ellos es el chavismo y seguir a pies juntillas la ideología de Sortu.

Nada nuevo bajo el sol. Lo bueno de esta historia es que el Gobierno Vasco tiene aprobados sus presupuestos. Ladran Sancho, señal que cabalgamos!!!.

La falta de empatía del Departamento de Sanidad con sus médicos

Jueves 26 de diciembre de 2019

Salió la noticia de que mil médicos y 500 enfermeras formados en Euzkadi se han ido al extranjero, muchos de ellos a Inglaterra donde pueden llegar a ganar hasta 81.000 euros, aunque ésta no sea la razón fundamental.

A partir del martes que viene nos adentramos en una nueva década donde se va a jubilar el 40% de la plantilla médica vasca de unos 14.000 médicos.

A ésto se le une el desistimiento que tienen muchos médicos en relación con la falta de atención a sus demandas que tiene el Departamento.

Hablaba el miércoles con un médico que por ser el 20 de diciembre su cumpleaños de manera automática le llegaba su jubilación. Ley de vida y algo normal. Sin embargo fue para él, médico vocacional, como una guillotina, pero tras 43 años trabajando como médico no le quedó más remedio que colgar el fonendo e irse a su casa. Como a un general al que de la noche a la mañana le quitan sus galones y le dicen, ”Ala, vete, si te he visto no me acuerdo”.

Me comentaba con dolor, pues repito que es un médico vocacional, trabajando siempre en la sanidad pública, que no ha recibido ni una sola letras de la Consejera, del Viceconsejero, de ningún director, de nadie responsable del Departamento como si fuera cosa normal dejar de trabajar para los demás habiéndolo hecho durante 43 años. No que no se tenga que ir, sino la indiferencia oficial que roza la inhumanidad.

Había tenido cargos directivos en el Departamento y llevaba 23 años en una localidad gipuzkoana, en su ambulatorio, donde su cese ha sido toda una conmoción pues atendía de forma profesional, humana y muy cercana a todos sus pacientes, desde abueletes, a emigrantes pasando por gente joven. Ni una letra. No ha existido.

Toda una anomalía humana. Como si habláramos de una fábrica de tornillos.

No ha sido el caso de sus pacientes a los que no quiso comunicarles su despedida porque sabía que le iban a emocionar y llenar en estas fiestas navidades su despacho de regalos comestibles, de fotos, de abrazos y de besos. Se fue, como decía Mc Arthur de los viejos soldados, diluyéndose en la niebla.

Si hay alguna profesión humanitaria y de cercanía esa es la de ser médico, pero al parecer no hay el menor protocolo para casos parecidos. Ahí te quedas majo.

El, además ha sido un médico que se ha rebelado contra órdenes técnicas en relación con los genéricos demostrando que al final del mes le ahorraba más a Osakidetza con sus manera de proceder que directores desde su despacho que no atienden ni escuchan a los que están a pie de obra y han convertido a los pacientes en clientes.

Se ha rebelado contra todo eso. Pero no es por eso que no le han agradecido sus servicios que seguramente habrán curado a muchas personas y evitado algunas muertes. No. Eso debe ser lo habitual. En la conducta de una administración sin ojos, sin corazón y sin alma. Lo malo es que de vez en cuando te hablan de cercanía, de humanidad, de lo barato que es una sonrisa. Me suena a hipocresía.

Me decía que su promoción, que este año cumple cincuenta años de su graduación, va a celebrar en La Bilbaina toda una reunión, comida incluida y por todo lo alto. No sabe si irá. Le pesa la tristeza de haber trabajado en un lugar donde no hay personas sino aparentemente zombies que tras cuarenta años no le han dado una palmadita en la espalda y le han dicho. ”Tu trabajo ha estado muy bien y te echaremos en falta. Eskerrik asko”.

Solo eso. Debe ser demasiado.

Eso no entra en los baremos de Lakua.