Lunes 4 de mayo de 2020

Una de las cosas que más nos repetía D. Manuel de Irujo era que en la sede de la Delegación del Gobierno Vasco en Paris, en el Nº11 de la Av .Marceau, Konrad Adenauer había entrado en la democracia cristiana europea y, el Consejo Federal del Estado español del Movimiento Europeo se había constituido en aquella Delegación parisina donde tenía su despacho el Lehendakari Agirre.
Teniendo eso muy fresco, presentamos una proposición no de ley para que la celebración del 40 aniversario de aquel hecho se colocara una placa en aquella sede. Con esta iniciativa lográbamos dos cosas, Que se recordara el hecho histórico que se había celebrado tras aquellas paredes y que el Gobierno español reconociera que ese edificio en ese momento de los años cuarenta fue sede vasca y, de esa manera, nuestra reivindicación de reclamación de devolución adquiriría mayor dimensión.
Estos días he encontrado las discusiones que tuvieron lugar en el Congreso de los Diputados el 3 de febrero de 1989 de nuestra iniciativa que dejaba muy clara su intención y que todos los grupos la apoyaron. Llegado el día, una delegación vasca y catalana, fuimos a Paris, entre ellos Carmelo Sáenz de la Maza, Rafael Suso, Josu Bergara, Peru Ajuria, Ereño y quien esto firma, encontrándonos con la sorpresa, al debelarse la placa en el pasillo que da a la entrada de la sede, que el gobierno español había reconocido la fecha fundadora, pero había añadido que aquello era suyo. Imagínense el sofoco ante el embajador de España allí presente. La clásica cochinada política.
Pero esto me sirve para recordar que si el Aberri Eguna de 1933 tuvo como lema EUZKADI-EUROPA, el Lehendakari Agirre basó mucha de su estrategia, junto a Irujo, Landaburu, Leizaola y Rezola en una Europa sin fronteras, en una Europa federal.
La vida del exilio en Londres, que les era común a los demócratas de varios países europeos, nos acercó de manera singular a los franceses. Los Consejos Nacionales francés y vasco otorgaron un pacto de amistad el 17 de Mayo de 1941 y el 12 de Septiembre del mismo año era aprobado y puesto en vigor de aplicación el Reglamento de la Unidad Militar Vasca dentro de las «Fuerzas Francesas Libres». Al no poder seguir adelante el desarrollo de aquella política por exigencias de la guerra, los vascos derivamos nuestras actividades hacia el marco cultural. El 8 de Octubre de 1942 quedaba constituida en el Instituto Francés de Londres la «Unión Cultural de los Países de la Europa Occidental», cuyos primeros pasos habían sido andados a partir del 4 de Junio del mismo año.
Con el nombre de Unión Cultural de los Países de la Europa Occidental, reza el art. 1 del Estatuto fundacional, se constituye una Asociación de personas de los diversos países situados entre Alemania, el Mar del Norte, el Atlántico, el Mediterráneo y el Adriático, que tendrá por objeto el vivificar las diversas culturas de esta zona v consolidar sus elementos de comunidad espiritual, de manera singular el respeto a la persona humana y de las leves libremente establecidas, que son comunes a la civilización griega y al ideal cristiano”.
El 22 de Enero de 1943 se celebró el acto público por el cual fue presentada la asociación con los grupos nacionales constituidos hasta aquella fecha, que eran por orden alfabético expresado en francés, el alsaciano, el inglés, el vasco, el bretón, el catalán, el escocés, el francés, el gales, el holandés, el italiano, el maltes y el provenzal. Un representante de cada grupo dio lectura de una obra literaria clásica en su lengua respectiva, con traducción al francés y al inglés, que eran los idiomas de relación. El vasco presentó el «Kontrapas» de Etxepare. El 25 de Octubre de 1942 quedó oficialmente constituido el «Grupo Vasco de la Unión Cultural» cuya primera Junta Directiva estaba formada por los Sres. Urzelai, Gondra, Irujo, Onaindia, Zabalo, Lizaso y Zubeldu, dejando de funcionar «los iniciadores» del grupo, que con los anteriores eran los Sres. Etxeberria, Gamarra, Vitoria, Eguia, Ormaetxea y Untzueta.
Paralelamente había sido constituida, también en Londres, la «Federal Unión», entidad británica, con grupos nacionales europeos adheridos, entre los cuales se hallaba igualmente el vasco. Federal Unión, al producirse la liberación de Francia, se transformó en la «Unión Europea de Federalistas», en la que los vascos siguieron tomando parte como grupo nacional, y que ha sido sometida a diversas incidencias, que no interesa en el momento actual aquilatar.
En esta situación habían quedado las cosas cuando, a consecuencia de la liberación de Europa, tuvo lugar la Asamblea de La Haya, en la que quedó constituido el Movimiento Europeo. A dicha Asamblea acudió figurando entre sus convocantes Salvador de. Madariaga. A la misma concurrió al frente del grupo vasco el Presidente Agirre. En La Haya se proyectó la nueva formación europea, partiendo de la base jurídica de los Estados. Reunidos los Sres. Agirre y Madariaga, con los restantes que les acompañaban, fue acordado constituir el «Consejo Federal Español del Movimiento Europeo», del que podrían formar parte, con propia personalidad, los grupos catalán y vasco.
De acuerdo con lo convenido en La Haya, el 8 de Febrero de 1949 se constituyó en la Delegación del Gobierno vasco en París el «Consejo Federal Español del Movimiento Europeo», haciendo constar en el art. 7 de sus Bases fundamentales que «los grupos representativos de cada pueblo integrante del Estado español podrán constituirse en Sección dentro del Consejo Federal», cuya personalidad representativa, con extensión al ámbito total del Estado español, fue reconocida por el Movimiento Europeo el 9 de Mayo del mismo año 1949, con la condición de que había de dejar abierta la puerta de entrada en el mismo a todas las tendencias democráticas del país representado. La primera Junta Directiva del Consejo Federal quedó formada con los Sres. Madariaga, Llopis, Just, Pi Suñer, Irujo y Lasarte, de la «Sección Cultural del Movimiento Europeo», «Mov. Socialista por los Estados Unidos de Europa», «Unión Federal Europea», «Mov. Federalista Catalán», «Mov. Feder. Vasco» y «Nouvelles Equipes Internationales».
En relación con el Lehendakari Agirre y la de sus colaboradores podríamos extendernos trayendo aquí textos salidos de su propia pluma, pero no es el caso aunque no añadiría nada sustancial a las afirmaciones fundamentales. Para el Presidente Agirre, Europa Federal será respecto a los Estados que la integran algo similar a lo que el Estado español era para los Países constituidos en régimen autonómico dentro del mismo, teniendo presente que, las facultades que el Estado habría de ceder a la Comunidad Europea sobre legislación, gobierno, trabajo, asistencia social, migración, tribunales, economía, aduanas, moneda, pasaportes, comercio exterior, policía internacional, ejército, defensa y sus derivados son, precisamente, aquellas que el régimen autonómico, reservaba a la soberanía del Estado; y sin olvidar que en una Europa unida, el intento de instaurar una dictadura como la de Franco sería de realización imposible. Estamos hablando de 1949.
Europa sigue su marcha, con grandes dificultades y a paso más lento que el que nosotros desearíamos, pero sin marcar retroceso en su concepción y realizaciones. Nosotros estamos donde estábamos cuando el Presidente Agirre nos dejó. Pero el esfuerzo y el sacrificio de su vida no han sido estériles. Y los hombres y mujeres que le hemos sobrevivido, tenemos a gran honor el de seguir sus enseñanzas, adaptándolas a los momentos que vive hoy y que habrá de vivir mañana nuestro pueblo, recordando lección constante, reiterada a cada paso de su obra, de que, la política es, en todo caso, el arte de lo posible. Mucho más ahora en la que todos los estados basan la salida de la crisis de la pandemia en una Europa mucho más unida y solidaria.
