Lunes 15 de junio de 2020
La fotografía está obtenida en Turtzioz/Trucios en el aniversario de la redacción del manifiesto que el Lehendakari Agirre emitió tras la caída de Bilbao el 19 de junio de 1937. Ahí comenzó su largo exilio que terminó con su muerte en Paris en 1960 hace ahora seis décadas.
La fotografía recoge el primer acto frente al ayuntamiento de la pequeña localidad encartada donde la Diputación de Bizkaia erigió un monumento en recuerdo de aquella gesta. Es el busto del artista Leonardo Lucarini que está ahí para recodar aquel hito. Previamente se había reunido el Gobierno Vasco presidido por el Llehendakari Ibarretxe, un gobierno de coalición PNV, EA EB en la casona solariega que está a pocos metros. Ojalá cada año el ayuntamiento recuerde, estamos en fechas, con todos los Lehendakaris este hecho, con la lectura del manifiesto, para que las nuevas generaciones conozcan la terrible situación que vivieron nuestros antecesores y capten bien que lo que se vive ahora es producto de la entrega y sacrificio de aquella generación.
Y traigo a colación una intervención del senador Federico Zabala en Getxo en el aniversario del Lehendakari en el primer acto público en honor del Aguirre que pudo organizarse tras la muerte del dictador. Son datos sabidos pero siempre es bueno recordarlos.
Dijo así:
He sido honrado por las Juntas Municipales del Partido Nacionalista Vasco de Getxo y Ondarreta, con el encargo de dirigiros unas palabras, en este acto tan entrañable, encargo que cumplo gustoso y obediente, esperando me sabréis disculpar la brevedad y torpeza de mis palabras, salidas más que de mi pensamiento, de mi corazón.
Quiero en nombre de las dos organizaciones, saludaros y agradeceros vuestra presencia, en este acto.
Se ha dicho que estamos celebrando un homenaje a la figura de nuestro Primer Lendakari, José Antonio Aguirre Lekube. A mí personalmente no me gusta la palabra homenaje, parece que suena a pleitesía. Me agrada más la de reparación, la de recuerdo o la de justicia.
Y después de Bilbao, su ciudad natal, es Getxo, su pueblo, el primero que públicamente quiere ofrecerle este acto de justicia y de reparación pública, después de cuarenta años de silencio impuesto.
Durante todo ese largo periodo de tiempo, no podía hablarse de José Antonio Aguirre, aunque muchos lo llevaban en el recuerdo y en el corazón.
Pero Aguirre nunca ha estado ausente de Getxo, de su pueblo, donde todos los años, a partir de su fallecimiento, el primer domingo de Mayo, se celebraba una misa por su alma.
Todos los buenos getxotarras lo han llevado siempre en su memoria, como algo querido y jamás olvidado.
Porque Aguirre es de todos los vascos, de toda Euzkadi, pero perdonarme esta expresión, de nosotros, los getxotarras, es aún un poquito más.
Getxo es su pueblo. Así nos lo dice él mismo al relatar lo acontecido el 14 de Abril de 1931, proclamación de la Segunda República:
«…me lancé a la calle, convoqué por teléfono
los demás capitulares del Ayuntamiento de Getxo, y nos pusimos en camino de nuestro pueblo.
Por eso intentar descubrir a José Antonio Aguirre, en su propio pueblo sería tarea vana e inútil. Aguirre se adelantó a su tiempo y no es esta una mera frase de relumbrón.
Recordemos sus palabras, escritas en América en el año de 1942, hace 36 años, y que sin embargo tienen plena y total vigencia hoy día:
«Nos encontramos ante un problema de futuro que es insensato negar o no atender. Yo creo que en la coordinación y organización de las nacionalidades de la Península Ibérica, de acuerdo con las directrices que se vislumbran para el porvenir, a base del respeto debido a la libertad nacional de cada pueblo, reside, quizá por última vez en la historia, la ocasión de rectificar un pasado cuajado de errores de los que todos somos responsables, y enfilar un porvenir más de acuerdo con la Naturaleza, con la voluntad de los pueblos, y con la necesaria colaboración de unos y otros, que reconozca el pensamiento universal».
Aguirre vivió siempre para su patria, con una entrega absoluta y total para su pueblo, para este pueblo vasco a cuyo servicio se consagró y al que juró servir fielmente.
Aún a riesgo de extenderme no me resisto a repetir aquella fórmula de su juramento cuando fué elegido el Primer Presidente de Euzkadi:
«Jaingoikuaren arrean apalik «Ante Dios humillado
Euzko-lur ganian zutuniz En pie sobre la tierra vasca
Asabearen gomutaz Con el recuerdo de los antepasados
Gemika’ko zuaizpian Bajo el Árbol de Gemika
Nere aginduba ondo betetzia Juro
Zin dagit». Cumplir fielmente mi mandato».
Y vaya que si lo cumplió. Hasta el fin de su vida.
Yo no sé qué destacaría entre tantas y tan buenas cualidades que adornaban su gran personalidad de buen hombre y mejor vasco.
¿Su honradez?. ¿Su lealtad?. ¿Su modestia?. ¿Su espíritu de servicio al pueblo que lo eligió?. ¿Su integridad?.
Quizá entre todas sus cualidades, me quedaría con una, que las resume todas: su gran corazón, su grandiosa humanidad.
Humanidad que pone de manifiesto en los momentos más difíciles y azarosos de su vida.
Así cuando en el año 1938, en plena guerra, se dirigí ó por radio en Barcelona, a todos sus compatriotas, recomendándoles que eliminaran todo rencor de su alma, con estas palabras incomparables:
«Juro ante Dios, que en mi corazón no hay odio ni rencor, y maldito aquél que tenga un odio en su corazón porque éste no será sino instrumento de destrucción, y no servirá para construir nada positivo».
Creo que no cabe ya decir nada más. Por eso el homenaje mayor que puede rendírsele, está ya rendido: son sus obras, es su propia vida la que habla por sí misma.
Y termino hablando otra vez de nuestro pueblo. Aguirre nunca olvidó a su pueblo de Getxo y nosotros los getxotarras, que, repito, siempre lo hemos llevado en nuestro corazón, podemos decir que desde hoy está aún más con nosotros y en vez de la fórmula clásica del Goian Bego, yo dirías:
«Aguirre Lekube’tar Joseba Andoni
Euzkadi’ko Lenengo Lendakaria
Gemikako Arbolalez
Gure biotzetan, bizirik da, oraineta betiko
José Antonio Aguirre Lekube
Primer Presidente de Euzkadi
Como el Árbol de Gemika
Está vivo en nuestros corazones, ahora y
para siempre.
Y PARA SIEMPRE Y PARA SIEMPRE
Federico Zabala Senador por Gipuzkoa
…y después de otros cuarenta años más, esta vez bajo la depravación total de una monarquía fallida, seguimos encontrándonos ante un mismo “PROBLEMA de FUTURO” que debemos resolver…pero para ello hay que comenzar por unir a nuestro pueblo, única forma de poder exigir nuestros derechos ante un Estado que no quiere entender que está compuesto por diversas nacionalidades.
Ibarretxe presidente ohia, non zaude?… itzuli egin behar dugu, berriro gure Euskadiren agintea har dezazun eta behin hasi zinenarekin jarrai dezazun… oraingoan herri batuarekin.- Ex presidente Ibarretxe, dónde estás?…necesitamos regreses para que tomes las riendas nuevamente de nuestra Euskadi y continúes con lo que una vez comenzaste…esta vez con el pueblo unido.
Como no mantengamos viva la llama de Agirre nos vamos a diluir en esa sociedad vacía, enfrentada eternamente y siempre al borde de la ruina que predomina en el estado.
Y para ello hay que tener un ojo en la supervivencia económica y el otro en el mantenimiento de los principios humanistas y nacionalistas.
Ahora la balanza está fuertemente inclinada hacia uno de los lados.
Hay que corregirlo.
Lo que hay que hacer es crear un estado vasco y menos txuminadas de autogobiernos, cogobernazas y gaitas supeditatas a los estados español y francés. Pero la pela es la pela, y con eso del Concierto … si hace falta nos supeditamos más, todo sea por manejar yo la pasta.