Nos lo envía el P. Ugalde desde Caracas

Jueves 17 de diciembre de 2020

Las armas  hicieron silencio y la guerra besó a la paz cuando desde la trinchera alemana se elevó el suave canto “Stille Nacht, heilige Nacht”, al que se sumaron los soldados ingleses en su lengua “Silent night holy night”. “Noche de paz, noche de amor”. De corazón los enfrentados se dieron permiso mutuo para enterrar a sus muertos y se obsequiaron cigarrillos y tarjetas navideñas. Era la Navidad de 1914 en las trincheras de Ypres (Bélgica) a los 4 meses de empezada la I Guerra Mundial. Los altos mandos de uno y otro lado se disgustaron y silenciaron esa conducta tan “irracional” y peligrosa en plena guerra. Luego continuaron durante cuatro años cumpliendo el “deber” de matarse, exigido por la lógica “racional” de dominar y derrotar al otro.  ¿Para qué? Para, por medio de la muerte de millones, terminar los vencedores mutilando a Alemania que había ensalzado la guerra segura de su triunfo; una humillante derrota y mala paz que alimentó el resentimiento del pueblo alemán y dio alas luego a la locura criminal de Hitler y a la II Guerra Mundial que, con más eficaz “racionalidad instrumental” logró 100 millones de muertos y una Europa destruida.

La racionalidad instrumental y la felicidad. Los ilustrados del siglo XVIII creían haber descubierto la piedra filosofal de la felicidad humana: la causa del mal era la ignorancia y el dominante oscurantismo religioso. Con la entronización de la diosa Razón se liberaría nuestra razón y descubriríamos las leyes científicas que el Creador puso cuando hizo este mundo con escuadra, compas y fórmulas matemáticas. Efectivamente en el “Siglo de las Luces” (y antes) la razón descubrió que la materia no era caótica e irracional sino toda ella ordenada con las leyes matemáticas, físicas, biológicas… También en las sociedades desaparecería el mal  con las leyes de la “física social” (Sociología), y de la Psicología. La economía desbordaría en riqueza bien distribuida con solo respetar la “ley científica” del libre juego del mercado  sin la  imposición externa de la autoridad política ni de la ética.

Las dos guerras mundiales no fueron obra de los ignorantes, sino de los países más “ilustrados” y avanzados en el manejo de las leyes científicas y tecnológicas aplicadas para la mayor destrucción del enemigo. Los países más ricos y poderosos sembraron millones de vidas en los barrizales de las trincheras y cosecharon millones de muertes y destrucción.

Pero en la Navidad de 1914 aquellos hombres en trincheras enfrentadas no pudieron reprimir la fraternidad de su condición humana. Ante el Niño de Belén se despertaron su bondad y la ternura del abrazo, porque ese “Dios con nosotros” es Dios-Amor; los lobos descubrieron su vocación de hermanos el uno para el otro.

El lógico disgusto de los altos mandos militares dejó al descubierto que  el amor trasciende la racionalidad instrumental (científica) y la transforma en vida.  Sabían que ese destello de fraternidad de la “noche de paz” no era una estupidez, ni una traición, como sería juzgado y castigado por la lógica de la guerra.

Homo homini lupus y Europa de 1945 a 1965

El hombre es lobo para el hombre, como ya lo escribió Plauto en el siglo III antes de Cristo y nos recordó Hobbes. Pero lobos llamados a hacernos hermanos, nos lo muestra Jesús.

En 1945 según la racionalidad de la dominación, Francia y Alemania debieron prepararse con mayor inversión, esfuerzo y técnica para derrotar al otro en la tercera matanza mundial. Pero no fue así.  Los vencedores-EE.UU.  en primer lugar- se convencieron de que es una estupidez mutilar al vencido y destruirlo para que nunca vuelva a tener fuerza. Por el contrario escogieron el camino de la colaboración para la recuperación, y luego de la Unión Europea con la convicción de que es necesario que a Alemania le vaya bien para que a Francia le vaya bien y viceversa. Decidieron jugar a “ganar ganar”, no invertir en tropas y armas contra el otro y desmontar las fronteras y los odios para destruir al enemigo histórico. Las convicciones y audacia política de tres dirigentes cristianos (Schumann en Francia, Adenauer en Alemania y De Gasperi en Italia) fueron decisivas para la Unión Europea y el “Milagro alemán”. Hoy la Europa de naciones que se mataron durante siglos no gasta un euro en tanques, bombas y ejércitos para destruirse.  Ya no se siembra el odio mutuo y se entiende que la guerra, además de una catástrofe  criminal, es una estupidez destructora.  

Navidad y política en Venezuela

Esa es la Navidad  para los cristianos, y también para los que no son religiosos o no conocen el cristianismo. Es lo que nos dice el papa Francisco en su última encíclica “Fratelli Tutti”. Siguiendo a Jesús, y con el ejemplo de Francisco de Asís, estamos llamados a transformar el lobo que somos en “hermano lobo”.  Sin olvidar que esta conversión no es hereditaria, ni erradica al lobo, sino que las nuevas generaciones, y cada persona, tenemos la responsabilidad permanente de convertir día a día el lobo que somos en hermano.  Hoy en el mundo y en Venezuela Jesús vive y nos dice que para encontrar nuestro propio yo tenemos que hacernos nosotros; que dar la vida por otro no es perderla sino ganarla, que nadie tiene más amor que quien la da por otro; y que el amor es más fuerte que la muerte porque Dios es amor.

Venezuela está derrotada. Millones van al exilio porque aquí no encuentran vida. El poder y la dominación entronizados como supremos dioses han traído muerte, miseria y represión, incluso para los seguidores de la dictadura. Continuarla es una estupidez y un crimen. Esta Navidad como ninguna otra hemos de preguntarnos qué debemos hacer unos y otros para entrar en una nueva dinámica política de “ganar ganar” con la convicción de que para que al pobre le vaya bien tienen que florecer el trabajo y las empresas y que estas no pueden ser exitosas si el pueblo está en hambre, sin educación, sin oficio, y  sin trabajo ni ingresos.

La política tiene que nacer de nuevo.  En esta trágica derrota nacional sin ganadores, el diálogo nacional e internacional ha de ser la piedra fundamental para que renazca la vida, la economía y la política democrática animada por la fraternidad.

¡Feliz Navidad  a pesar de que Venezuela llega a ella derrotada y en agonía! Que el Niño-Dios nos traiga como regalo la convicción de que la felicitad no está en la destrucción del otro bando, sino que el otro tiene lo que a mí me falta y yo lo que él necesita: ser nosotros. Que el reconocido fracaso del enfrentamiento destructivo nos lleve a entender que la puerta de la felicidad se abre hacia fuera (Kirkegaard) y que  mi llave  está escondida en el otro y la de él en mi. ¡Feliz Año 2021 con una nueva Venezuela como tarea de todos!

Luis Ugalde

6 comentarios en «Nos lo envía el P. Ugalde desde Caracas»

  1. Muy buen articulo.
    Sr. Anasagasti, es lo que pretendia transmitir en mi replica a una entrada anterior de su blog. Esta frase lo resume todo:
    «La política tiene que nacer de nuevo. En esta trágica derrota nacional sin ganadores, el diálogo nacional e internacional ha de ser la piedra fundamental para que renazca la vida, la economía y la política democrática animada por la fraternidad»

    Negociar, negociar y negociar… Hasta el fin de los días.
    Un saludo,

  2. PERO CUAL DIALOGO PADRE. TENEMOS AÑOS EN ESO Y NO HA SERVIDO, EL REGIMEN QUIERE DIALOGO PARA MANTENERSE EN EL PODER. HAY PERSONAS QUE SOLO APRENDEN CUANDO NO SE LES HABLA. RECUERDO SU CAMPAÑA, » CONFIA EN EL OTRO» , ESO TRAJO MAS PROBLEMAS. ESO ES MUY BONITO PERO LA REALIDAD DICE OTRA COSA. FIJESE QUE HOY EL SR MADURO , PIDE DIALOGO, SON UNOS VIVOS PADRE, UNOS ZORROS CON LOS QUE A VECES NO SE PUEDE NI HABLAR, MENOS DIALOGAR. QUE DIOS NOS AYUDE, QUE JESUCRISTO TAMBIEN.

  3. Excelente artículo, pero no parece que sus lúcidos razonamientos estén muy de moda hoy en día. La guerra es siempre la peor de las opciones y, cuando en política se intenta “destruir al otro”, se está declarando, aunque sea tácitamente, la guerra. Sobre el horror de la guerra, de todas las guerras, es clarificador este texto de alguien que conoció todas las guerras habidas durante la primera parte del siglo pasado: “No vayan a creer que la guerra, ni siquiera la más necesaria, ni siquiera la más justificada, no es un crimen. Pregúntenles a los soldados de infantería y a los muertos “ (Introducción a Treasury for the Free World)

  4. NO SE TRATA DE GUERRA SINO DE JUSTICIA Y NO SEGUIR DEJANDOSE ENGAÑAR EN VENEZUELA CON ESTE REGIMEN HA HABIDO TANTOS MUERTOS COMO EN UNA GUERRA. EL DIALOGO MUCHAS VECES NO ES POSIBLE PORQUE SE CONVIERTE EN UN BLA, BLA, BLA, SIN ACUERDOS, Y CUANDO LOS HA HABIDO ESTE REGIMEN NO LOS HA CUMPLIDO, SI USTED PERMITE LA IMPUNIDAD LOS CRIMENES CONTINUAN. EL REGIMEN LLAMA A DIALOGO CUANDO PIERDE SUS ADEPTOS A VER SI LOS RECUPERA Y SIGUE HACIENDO LO QUE LE DA LA GANA Y SE MANTIENE DE MANERA ILEGAL EN EL PODER ESO NO ES ACEPTABLE . NO SE PUEDE NI DEBE PERMITIR. ESO GENERA CAOS, ANARQUIA, DELINCUENCIA.

  5. EL AMOR PADRE UGALDE Y USTED LO DEBE O DEBERIA SABER NO ES APUCHURRAMIENTO, NI DECIRLE AL OTRO A LA OTRA MI AMOR SINO MUCHAS VECES O BASTANTES , REGAÑAR SANCIONAR ESO ES QUERER , AMAR, O ES QUE ACASO JESUCRISTO NO REGAÑO , NO HIZO SABER LO EQUIVOCADAS QUE ESTABAN LAS PERSONAS DE LA EPOCA. JESUCRISTO NO NEGOCIO LA VERDAD.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *