Martes 5 de enero de 2021
Se nos está yendo una generación única. Única y excepcional. Una generación que vivió la guerra, el exilio, la vuelta a casa. Y nadie mejor para representar estas vivencias como Tere Ganboa, hija del colaborador del Lehendakari Aguirre Marino Ganboa, hermana de Marín y de José Mari, herido en las Ardenas, esposa de Ramón Villalonga, jefe de seguridad del Lehendakari Garaikoetxea y madre de Javier y Tere.
Esta foto la saqué, cuando cumplió 90 años, en el hall de su casa en la Alameda Mazarredo. Tere está sentada bajo el cuadro que Aurelio Arteta le hizo a los seis años. Cumplía aquel 22 de agosto nueve décadas magníficas de una vida muy interesante en la que tuvo el privilegio de conocer a personalidades vascas de una humanidad increíble como el Lehendakari Aguirre, Jesús de Galíndez, Manu Sota, Indalecio Prieto y todo ese mundo de aquel segundo exilio en Nueva York. Tere trabajó en la Comisión de Exteriores del EAJ-PNV cuando teníamos la sede en el edificio Granada de la Gran Vía, entre otras cosas, por su magnífico conocimiento del francés y del inglés.
Casada con Ramón Vilallonga, quien fuera jefe de seguridad del Lehendakari Carlos Garaikoetxea y hombre de confianza de Luis M. Retolaza, tuvo dos hijos que la mimaban, como debe ser. Javier vive en Barcelona y nos contó cómo ayudó a su tío José Mari dibujando la batalla de los Bous contra el Canarias en la batalla de Matxitxako. Su tío, junto a Joseba Aguirre y Jean Claude Larronde promovieron el Instituto Bidasoa que editó varios trabajos sobre aquella increíble batalla así como la de las Intxortas o la biografía de Manuel Intxausti, entre otras iniciativas.
Fue una velada muy agradable en su casa de Bilbao donde rodeada de amistades, algunas de ellas con esos apellidos que están en la historia más reciente de Euzkadi, Tere celebró su noventa cumpleaños.
Preguntamos a Tere
Como he comentado, conocíamos a Tere de su actividad y presencia en el batzoki de Abando y en todos los actos públicos nacionalistas y, como se dice, de toda la vida y, además, como sabía un perfecto inglés y francés le fichamos para que nos echara una mano en la Comisión de Asuntos Exteriores del PNV, eso sí, sin cobrar un duro.
Y Tere venía todos los días a la sede el PNV que se encontraba entonces en la Gran Vía, cerca de la Plaza Elíptica, en el llamado entonces edificio Granada. Allí contestaba cartas, ordenaba papeles, atendía a visitantes, viajaba a las reuniones que teníamos en Bruselas y marcaba presencia. Nunca le agradecimos lo suficiente su dedicación.
Congreso del PPE. La Haya. 11 de febrero de 1986. Se pueden ver de pie: Gorka Agirre y Julio Jauregi. Sentados: Sabin Pujana, Pili Pujana, Iñaki Anasagasti, Koldo Mediavilla y Tere Gamboa
Muy circunspecta en lo relativo a su historia familiar, de vez en cuando nos hablaba del Lehendakari Aguirre en Nueva York, de Jesús de Galíndez, de Manu Sota, de Jon Bilbao y de aquella delegación del Gobierno Vasco en la Quinta Avenida así como de las familias exiliadas que se reunían en fiestas familiares después de la llegada del Lehendakari tras su huida, con falsa documentación, atravesando el Berlín en guerra.
Por fin, logramos con sacacorchos, que nos contara algo de sus experiencias personales que nos sirvieron para conocer otra faceta del exilio vasco y que logré obtener de ella hablando por mi parte como un sacamuelas. Como conclusión podemos decir que todas aquellas idas y venidas no le habían dejado el menor mal recuerdo sino todo lo contrario. Estaba agradecida a las colectividades vascas, a aquel increíble entorno familiar con la vecindad de la familia Aguirre en Nueva York, el Lehendakari en el piso 14 y ellos en el 16, con la continua presencia de vascos de todo tipo, gudaris, pastores de Idaho y Reno, y aquella Delegación en la Quinta Avenida de Nueva York y de cómo habían ido a la boda de Marín, su hermano mayor en Buenos Aires, ella con su madre y como por ser mujeres les costó un mes llegar a la ciudad argentina, porque saliendo de La Habana, en Panamá les sacaron del avión pues la prioridad era para los hombres en aquellos momentos de escasez de asientos en los aviones. Y les pasó lo mismo en Lima. Les bajaban y llevaban a un hotel céntrico con la buena suerte que el director era de Lekeitio y les atendió con ramos de flores y mucha cortesía, les enseñó la ciudad y allí estuvieron conociendo Lima hasta que llegaron a Buenos Aires, haciendo mucha vida en el Centro Vasco Laurak Bat de la calle Belgrano. Al volver se habían instalado en Biarritz y se había casado en 1955 y allí había tenido a sus dos hijos.
Todo el tiempo nos decía que la guerra es muy cruel y dura pero que ella no tenía trauma alguno porque su vida había sido muy interesante, lo había pasado bien y apenas tenía nada que contar. ¡Pues si lo hubiera tenido!
Tengo una larga entrevista con ella y con fotos inéditas que me facilitó. Y termino con una de ellas que es expresiva de ese grado de relación con el Lehendakari.
GB Tere!!!
En el Uruguay, junio 1946. Viaje de vuelta a Europa. Grupo familia Aguirre, con el Lehendakari, Manu Sota, Maria Ibargaray, José Mari y Tere Gamboa, con el cocinero del barco que resultó ser vasco.
Interesgarria, oso.
La retaguardia pendia de un hilo.
Luego la juventud puso el bou en marcha.
Ahora todo es pintura.
G.B.
Aurretik, dena hari batez zintzilik zegoen,
gazteak iritsi eta boua martxan jarri zuten arte,
gaur dena margotzen ari da.