Hoy día de la mujer se
hablará de lo que queda por hacer para conseguir esa justa realidad de la
igualdad, pero permítanme tocar un tema histórico desconocido y que supe de él
gracias a la documentación del Consejero Santiago Aznar que puso a trabajar a
un grupo de mujeres en plena guerra. Las mujeres en aquellas fechas infaustas
hicieron de todo por proteger a sus familias y a los heridos pero nada sabemos
de este capítulo inédito que también sucedió y que nadie ha reconocido.
Para efectuar el
trabajo se contó con mujeres que no habían trabajado jamás fuera de sus casas, por
lo que el rendimiento en los primeros momentos fue muy reducido y el consumo de
brocas por rotura para hacer balas fue elevadísimo, hasta el punto de que
estuvieron pensando en desistir de aquel sistema.
Pero aquellas mujeres, pasados
los primeros días, fueron habituándose al trabajo de tal manera que al cabo de
cinco días las obreras ya le habían cogido el quid a la fabricación y se
emplearon a fondo y la producción media
de cada una tras ocho horas era de 1.500 a 2.000 cartuchos, unos tres mil o
cuatro mil que multiplicados por seis y por tres turnos de trabajo hacían una
producción de 31.500 cartuchos al día.
Posteriormente se
construyeron máquinas semiautomáticas para el taladro de cartuchos, calibre 9
m/m. y Mauser.
Para cubrir las
necesidades del momento y por no demorar la entrega de los primeros cartuchos,
se utilizaron los citados tornos, pero inmediatamente se comenzó el estudio y
se pusieron en fabricación máquinas semiautomáticas para finalmente construir
otras ya totalmente automáticas. Y todo hecho por mujeres.
A pesar de haber tenido
que vencer tales inconvenientes y de la necesidad de construir y modificar las
máquinas antes citadas, el primer lote de cartuchos fue entregado a mediados de
septiembre y a partir de esta fecha las entregas no se interrumpieron,
aumentándose la cifra en cada entrega de una manera progresiva hasta llegar
finalmente a alcanzar la cifra necesaria para todo el consumo.
Una vez en marcha esta
fabricación, se continuó el estudio de la cartuchería de fusil.
La extraña
explosión en la fábrica
En vista de ello se
acometió la fabricación de nuevas prensas produciéndose en cantidad de 4 por
semana.
Marchando ya la
instalación a un ritmo de producción de 60.000 cartuchos por día, se produjo en
la fábrica de Asua, y por causas que aún se desconocen, una explosión que
además de causar la muerte a dos de los empleados y herir más o menos
gravemente a otros varios, produjo grandes desperfectos en la instalación,
motivando un gran descenso en la producción.
Se procedió
inmediatamente a la reconstrucción de la parte destruida y en corto plazo se
normalizó de nuevo la producción con ritmo ascendente, hasta llegar finalmente
a doblar la producción diaria.
La organización del
conjunto de fábricas, debido a que no todas ellas se hallaban capacitadas para
terminar los trabajos encomendados, resultaba complicada y costosa; pero se
sacrificó algo la economía y organización en beneficio de una reducción en el
plazo de entrega de las primeras piezas.
Esta es una historia
desconocida, pero que vale la pena divulgar porque contribuyeron a la lucha
contra el fascismo desatado, sin olvidar que los Derechos de las Mujeres, son
Derechos Humano y ellas los pusieron en práctica.
Un día,
la hija de siete años del escritor Sergi
Pamiés le preguntó, ”Papá, ¿qué es el exilio?. En un entrañable relato, Pamiés,
escribió. ”Exilio es notar que eres extranjero. Te lo recuerdan fuera de tu
casa, pero también dentro. Es aprender a amar un país que no es el tuyo, el
país de tus padres”.
La foto de abajo es
una más del exilio vasco. Preciosa foto,
obtenida en el Centro Vasco de Caracas
en 1957. Se ve la cara de satisfacción del Lehendakari Agirre teniendo a su
derecha al primer presidente del Centro Vasco José Mari Etxezarreta y a su
izquierda al Delegado del Gobierno Vasco, Lucio de Aretxabaleta, trágicamente fallecido
diez años después en el terremoto de Caracas. Se ve a muchas familias, al aizkolari y a unos
troncos de categoría. A pesar de la distancia, los vascos celebraban el Aberri
Eguna como si estuvieran en casa. Ese también fue el exilio gracias a la
generosidad de Venezuela.
La
colectividad vasca, nacida del exilio fundamentalmente jelkide, mantuvo al
Gobierno Vasco en Paris, una radio clandestina que trasmitió diariamente
durante trece años, libros y publicaciones de resistencia en una Venezuela que les acogió, permitió y alentó fotos como esta
cuando en Euzkadi la persecución era demoledora. Trágicamente, pasado el
tiempo, lo es en la actualidad Venezuela gracias a la dictadura chavista.
Hoy, gracias
a la eliminación creciente de la propiedad privada, al disloque total de la
economía, al “¡exprópiese! tan gracioso de Chávez, a una inflación
estratosférica, al haber arruinado toda su industria petrolera, a la
inseguridad absoluta en sus calles, a la presencia de 22.000 militares cubanos
controlándolo todo, viven en Euzkadi más de diez mil emigrantes venezolanos que
huyen de la persecución política y del hambre propios de un régimen
totalitario. Han salido ya del país de mala manera más de cinco millones y
medio, una tragedia humanitaria superior al éxodo sirio. Pobreza, corrupción, robo,
conculcación de derechos, y una emigración mundial como consecuencia de vivir
en un infierno en lo que fue un paraíso.
Ante
esto, los pronunciamientos de los gobiernos democráticos tras unas elecciones
fraudulentas el pasado 6 de diciembre, de común acuerdo con todos los países de
la Unión Europea el pasado jueves 18 de
febrero, el PNV y el PSE, presentaron en el Parlamento Vasco una proposición no
de ley apoyando a la oposición venezolana, pidiendo libertad y elecciones
libres. Por el PNV presentó la iniciativa Iñaki Agirre, antiguo responsable de
Acción Exterior del Gobierno Vasco y conocedor de Venezuela, de sus gentes y
familias como de los Etxearte, cuyo hijo Gaizka fue asesinado en el golpe de
estado del coronel Hugo Chávez en 1992. En su intervención hizo una pormenorizada
descripción del horror en el que viven, palabras que dejaron impertérritos a
los parlamentarios de Bildu y Podemos, lo mismo que la intervención del
portavoz del PSE, Txarli Prieto. En el caso de EA fue especialmente llamativo
su chavismo cuando Carlos Garaikoetxea fue invitado a la toma de posesión del
presidente democristiano Luis Herrera Campins acudiendo a dichos actos. Esta EA
nada tiene que ver con la EA fundada por el ex lehendakari. Ni en la condena a
la violencia ni en su actual chavismo.
La enmienda
de Iturgaiz no se aceptó, pero los parlamentarios del PPCS votaron por la iniciativa quedando el tablero
con 48 votos a favor y 27 en contra, rabiosamente en contra, cuando en todo
caso se imponía una abstención. No han tenido el valor de distanciarse de la
perversidad y de la brutal arrogancia de la mayor catástrofe política, económica,
social y cultural en la historia de aquel país, que acaba de expulsar a la embajadora de
la UE. ¿Es este su modelo?.
La
intervención de Iñigo Martínez, no me extrañó. Reconoció su chavismo y sus visitas
electorales, un país en el que conocí a Monedero y a Iglesias, con las
consecuencias que han tenido la aplicación de sus tóxicas ideas. Pero si me
extrañó la intervención de Oihane Etxebarrieta, impropia de una plataforma
democrática con valores y más propia de aquel Partido Comunista de las Tierras
Vascas que propiciaron en su día. Era la intervención de una parlamentaria insensible
al dolor ajeno y a las evidencias que la Comunidad internacional denuncia, con
el agravante de que centenares de vascos, que tras una vida de trabajo en aquel
país y viven aquí hoy no cobran en
Euzkadi ni un euro de pensión y eso al
parecer les importa un comino lo mismo que el asesinato de Gaizka Etxearte, hijo del
Delegado del Gobierno Vasco. Todo un embotamiento moral incomprensible en un
grupo que en Euzkadi solo reivindica derechos. Se ve que el suelo ético de esta
organización no es universal como son los derechos humanos. La premisa de todos
los derechos para todos y para todas las personas es al parecer la clásica
milonga en la que no creen, salvo si se trata de algo que les ocurra solo a
ellos. Esa es su repudiable doble moral. Las argumentaciones de Agirre y de Txarli
Prieto las despacharon sin el menor estremecimiento hacia aquella tragedia.
Lo aprobado por el Parlamento Vasco fue al parecer algo tan poco
apoyable como ésto:
EI Parlamento Vasco:
1.- Rechaza estos
comicios electorales, organizados sin la más mínima garantía de participación
libre de los partidos políticos.
2.- No reconoce el
resultado de estas elecciones ilegitimas, a! no cumplir con las condiciones y
garantías democráticas, además de ser realizados sin observación internacional.
3.- Denuncia, una vez más, la deriva dictatorial
del régimen de Nicolás Maduro.
4.- Llama o todas las
fuerzas políticas y sociales a unirse para garantizar el cambio político
necesario para garantizar a la población venezolana condiciones de vida dignas
basadas en el bienestar social y económico.
5.- Pide el apoyo de
todas las instituciones para asegurar a Venezuela una transición pacífica que
pueda garantizar el retorno a la justicia, a la libertad y a la
democracia».
No se le pedía a Biden,
como no se le pidió al amigo de Bildu, Donald Trump ninguna intervención
militar, ningún bloqueo, ni ninguna acción violenta. Solo elecciones libres y
verificables, algo que solicitan todos los países de la UE, que al parecer
deben estar tan equivocados como el PNV y el PSE. Es evidente que los
principios morales de Bildu y de Podemos no se ajustan a los del resto de
ciudadanos que creemos que no hay democracias bolivarianas, chavistas, proletarias,
orgánicas, burguesas o neoliberales, sino tan solo democracias, sin adjetivos. Y
es este el quid de la cuestión. La prueba del nueve de la sensibilidad
democrática de Sortu que al parecer es
nula. Hecho el PCR con esta iniciativa nos da que siguen sin asumir los valores
de una convivencia sin planteamientos totalitarios. Lo estamos viendo en el
tipo de oposición de trinchera que están realizando, de su voluntad de meter
palos en la rueda a todo, de sus pintadas que se quitan con acetona, de sus
recibimientos, en definitiva, de su
aborrecible y execrable doble moral. Para ellos los derechos humanos no
son universales, las libertades no son solidarias.
Los vascos no nos
debemos dejar engañar. Estas votaciones definen una ideología y una referencia camuflada
sobre sociedades totalitarias que persiguen al disidente, arruina un país y
mantiene un poder sustentando sobre las bayonetas y la persecución. Desgraciadamente
hay gentes que siguen creyendo que de gobernar estos partidos en Euzkadi sus
comisarios serían demócratas y el respeto a los derechos humanos sería su seña
de identidad. Para que les conozcan en serio, pásense solo un mes en Cuba, pero
no en el Melia Cohiba, o en Caracas, pero no en el hotel de cinco estrellas en
el que estuvo Arkaitz Rodríguez invitado a la toma ilegítima de posesión de
Maduro. Vayan, vuelvan y cuenten lo que vieron y vacúnense contra una ideología
totalitaria envuelta en la ikurriña y defendida por Sortu y Podemos.
Conocí
a Antón Ormaza en tiempos de clandestinidad. Resistente, comprometido, encarcelado,
perseguido. Él y su mujer eran una referencia y un baluarte. En febrero de 1977
fue elegido miembro del BBB y cuando Juan de Ajuriaguerra fue elegido diputado, le elegimos en el
Bizkai, presidente del BBB.
La foto es del
22 de julio de 1979. En aquellos tiempos se hacían estas cosas
simbólicas. Había mucha ilusión tras cuarenta años de persecución y dictadura. Ese
día alrededor de mil personas homenajeamos a los gudaris subiendo al Saibigain.
Empezó con una misa a las once y tras
ella se explicó lo que había sido aquella gesta guerrera singular de cara a pasar la historia silenciada a las
nuevas generaciones. Seguidamente intervinieron Iñaki Bilbao y Antón Ormaza, que
aparece hablando. Lo hizo para animar a
continuar con el mismo espíritu que los gudaris y como, estábamos a tres meses y a punto de ser aprobado el estatuto
de Gernika, animar a lograrlo con las máximas competencias en momentos en los
que no teníamos nada.
En la
jornada participaron gudaris del 36 que y ertzainas ya que se trataba de un
acto de pedagogía, de reconocimiento y de encuentro entre viejos gudaris y
viejos ertzainas, cariñosamente hablando. Fue un acto sencillo y muy bonito. Jóvenes
y viejos, emakumes y chavalas, mendigoizales y urbanitas, todos en alegre
sintonía.
Posteriormente
y como no podía ser menos bajamos en
franca camaradería a Urkiola donde después
de la estupenda comida hubo una animada romería con participación de charangas
y ezpatadantzaris.
Otros
tiempos. Ojalá se actualizaran y repitieran. Valen la pena. No todo es
cibernética.
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