El Alderdi Eguna visto y sentido por Xabier Arzalluz

Sábado 23 de septiembre de 2023

Por Xabier Arzalluz

 El “día del Partido” no es una invención del EAJ-PNV. Ahí están, desde hace decenios, los parteitag alemanes, o las concentraciones político-festivas de los Parti­dos Comunistas europeos, con el fin básico en el caso de estos últimos de recaudar fondos para la organización. Y ahí están las concentraciones que hacían los partidos venezolanos AD y Copei en el parque de los Caobos en Caracas desde donde Anasagasti trajo la idea de hacer una fiesta de partido en Euzkadi. Música, asados, casetas, abrazos y un acto político junto al hecho de ser una fiesta familiar. Así lo planteó en 1977 en el EBB, tras la salida de la clandestinidad y celebradas las primeras elecciones democráticas en junio y a la cima de Aralar fue todo el cuerpo del partido, con nuestros exiliados recién vueltos del destierro, los viejos gudaris desfilando y la gente contenta de verse junta y en clave de gran familia ideológica. Hubo escenas de reencuentros conmovedoras. Se eligió el día de San Miguel de Aralar como simbólicamente adecuado para la concentración. San Miguel, patrón de Euzkadi y de EAJ-PNV, y su santuario, como lugar donde, según la leyenda, el Arcángel liberó de sus cadenas a Teodosio de Goñi.

A Ajuriaguerra no le gustó la iniciativa porque rompía algo por lo que habíamos trabajado como era la unidad de los partidos por lo menos un día, el día de Aberri Eguna, día de gran resistencia durante toda la dictadura, y que comenzaba a estar maltrecho, pero nosotros éramos diputados y en el PNV las decisiones las toman las ejecutivas y se ratifican y avalan en las Asambleas. Podemos decir hoy que fue un gran acierto haberlo hecho y cuando viajé con Garaikoetxea y Anasagasti a Caracas en 1978 Anasagasti tuvo interés en que viéramos lo que allí se hacía en ese parque de los Caobos. Fue un viaje interesante, tengo familia en Venezuela, y casi no nos hizo falta estar en aquella concentración de Copei ni ir a la Tasca Vasca pues el éxito del primer Alderdi Eguna de Aralar había sido  la gasolina de todos los que, tras aquel día se han ido convocando el último domingo de septiembre como inicio de curso político y fin del verano. Nadie nos ha podido igualar. Y eso que la elección de San Miguel, el primero, no fue la más afortunada para el primer Alderdi Eguna al no contar con accesos adecuados.

El PNV celebraba desde los años 30, concretamente en 1932, el «día de la Patria», sin que per­cibiera la necesidad de hacer un día específico dedicado al partido. Pero la división, cada vez más profunda sur­gida en la época franquista con la con­solidación de ETA, hizo que también esta celebración, hasta entonces uni­taria, se hiciera por separado.

Es difícil discutir, al cabo de trece años, la impresión que aquel primer encuentro multitudinario causó entre propios y extraños. Mucho más, sin duda, en los propios que en los ex­traños.

Eran tiempos en los que, aun des­pués de una sorpresiva victoria elec­toral, las gentes nacionalistas sensatas de este país se hallaban aún bajo el efecto de un doble síndrome: el de la represión y clandestinidad, por un lado, y el de la violencia armada y callejeras, por otro. La arrogancia des­pectiva de quienes en posesión de la fuerza o de la verdad dogmática de un sinnúmero de siglas revolucionarias o «progresistas» tachaban al PNV de «pasado», «burgués» o «traidor», hacía que muchas de nuestras gentes, espe­cialmente los jóvenes, se sintieran pre­sos de un cierto complejo.

El hecho de vernos unos a otros, el comprobar que éramos miles, y que el voto mayoritario era correspondido por una militancia real, rompió la ba­rrera psíquica que nos tenía, en cier­to modo, encadenados.

Todos bajamos de Aralar de un modo distinto a como habíamos su­bido.

El Alderdi Eguna constituye una celebración única en su género. No sólo por el núme­ro de participantes sino, sobre todo, por su carácter lúdico-político-gastronómico-familiar. El esfuerzo organiza­tivo para un acto que dura tan sólo unas horas es difícil de percibir para quienes se hallan fuera de los traba­jos previos y posteriores. No es tarea fácil preparar los servicios de todo or­den que, comenzando por la acampa­da desde el viernes anterior, de varios miles de jóvenes, hasta los requeridos por las decenas de miles de asistentes del día de la celebración, han de te­nerse a punto: servicios comunitarios, higiénicos, de aparcamiento, gastronómicos, etc.

No es fácil expresar el asombro de los invitados extranjeros ante el espec­táculo y las vivencias que perciben du­rante su visita.

Sin embargo, no todo ha sido feli­cidad a lo largo de las trece celebra­ciones habidas hasta hoy. Desde las inclemencias meteorológicas hasta el reflejo de las tensiones internas du­rante la celebración. Hechos amargos no conocidos por el gran público, pero que quedarán para la historia in­terna de nuestro Partido.

Estas miserias, sin embargo, no em­pañan la alegría, la intimidad y el en­tusiasmo de los miles de personas y de familias que acuden fieles a la cita en los tiempos alegres y en los tristes.

Tal vez lo más sobresaliente, al me­nos en mi apreciación personal, de este día suele ser el empeño increíble de personas de edad muy avanzada y muchas veces afectadas de graves dolencias, y que sin embargo se hacen llevar por sus hijos a un día de ajetreo tan poco recomendable para su situa­ción física. Se trata de una fidelidad íntima y a ultranza, digna no sólo de respeto y admiración, sino de estudio. Cuando la víspera miro al cielo deseando una buena climatología lo hago pensando en estas personas que, tal vez, piensen en su intimidad que va a ser la última vez que puedan acu­dir a Salburua.

Otro detalle conmovedor suele ser la asistencia de viudas e hijos de per­sonas recién fallecidas que normal­mente no hubieran acudido a ningu­na fiesta y que, sin embargo, van a Salburua porque así lo hubiera desea­do él y porque de este modo lo sien­ten también presente.

Conozco suficiente Europa como para concluir que día como éste con semejantes ingredientes no existe en Europa. Y es que se trata de un gran encuentro político-familiar. Algo único. ¡Casi nada en estos tiempos!.

7 comentarios en «El Alderdi Eguna visto y sentido por Xabier Arzalluz»

  1. Es difícil mantener estos actos, como el Alderdi Eguna, en esta Sociedad cambiante, con la intensidad de los tiempos emocionantes de Aralar . Pero no cabe duda que producen en los asistentes, sean militantes, simpatizantes o incluso invitados, sentimientos de afirmación, de ánimo, que hay que mantener, más en “ tiempos de zozobra en que no debe de hacerse mudanza.” Ojalá este domingo 24/09, sea un día en que la presencia en Foronda “ reviente” las campas en que se celebra el Alderdi, especialmente en el momento de izar la Ikurriña.

  2. Se está hablando de posibles tránsfugas en las investiduras de Feijoo o de Sánchez sinó después (tránsfugas por conciencia o convencidos mediante dinero).

  3. El PNV es la fuerza de la Nación vasca. Los jeltzales van a exhibir músculo ante la sociedad vasca.
    El PNV, impulsa campañas en las redes sociales para escuchar a los ciudadanos y habrá asistencia masiva al Alderdi Eguna. El PNV es un partido institucional y de poder, representa el establishment de Occidente en la Nación vasca y en el Reino español, pero también es un «partido de las familias, empresarios, trabajadores, deportistas, artistas».
    EAJ alderdi zorrotza da, hau da, Gernikako Estatutoa betetzea nahi du, eta euskal administrazioan derrigortasun elebiduna (Euskara/Español) eta baita (Euskal/Français) ere.
    Tirol del Sur es una Nación dentro de la República de Italia.
    Flandes es una Nación europea.
    Gibraltar es una Nación dentro del Reino Unido.
    Frisia es una Nación dentro del Reino de los Países Bajos.
    Euskadi Espainiako Erresumaren barruko Nazio bat da.
    Euskal herritarrek segurtasuna eta demokrazia aldarrikatzen dute.
    ¡No a la inmigración ilegal!.
    «Gora euskal Nazioko EAJ»!.
    «Gora nafar Erkidegoko EAJ»!.
    «Gora euskal Departamentuko EAJ»!.
    Gora Segurtasuneko sailburu ohia, Juan María Atutxa jauna!.
    «Gora Ertzaintza»!. ¡»Viva la Guardia Civil»!.
    «Visca el Mossos d´Esquadra»!. «Vive la Gendarmerie»!.

  4. Cuando Xabier empezaba a hablar en el acto político del Alderdi Eguna, los militantes escuchaban. Antes de Xabier pasaba el Lehendakari, pero no era lo mismo. Solo Ibarretxe logró captar la atención de los militantes, con la misma ilusión que se escuchaba a Arzalluz. Esto no es una crítica al resto de mitineros, Ardanza, Urkullu, Imaz, Ortuzar…. No, no lo es, o no quiero que lo sea. Pero es una alabanza a quien tenía la habilidad de despertar a las masas del Partido. Todos pensábamos que sería irrepetible, por esa razón no es una crítica a los siguientes. El techo estaba muy, pero que muy alto. Solo Ibarretxe pudo no llegarle, pero quedarse cerca.

  5. El problema de la constitución española, es que es una, pero hay muchas cosas dentro (desde que el ejército es el garante de la unidad de España, hasta que hay derechos históricos vascos, etc.) y se interpreta de muchas formas.

    Por otro lado, no se quiere admitir la amnistía, porque lo siguiente sería la autodeterminación (como en Reino Unido) y por eso ponen la línea ahí, incluso Rajoy que aparecía M. R. en los papeles de Bárcenas y nada de nada, a ver si no hay amnistía le juzgan a M. R..

    El problema de España es que no vencieron a los fascistas y les juzgaron sus crímenes de forma democrática como en Nuremberg, pero es que llegar a «acuerdos» con delincuentes militares golpistas y dictadores fascistas impunes (a diferencia de Nuremberg), y llegar a acuerdos con ellos, es decir tu cedes un poco de tus convicciones democráticas y ellos introducen un poco de sus ideas fascistas, pues siempre es malo y no funciona (o a medias), como está ocurriendo, pues las ideas democráticas tienen algunas gotas de totalitarismo que no pueden funcionar (Nuremberg o similares es la forma buena al 100%, no hay otra, o son imperfectas, la historia lo demuestra).

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