Sabemos donde está Puigdemont, pero no Zapatero

Miércoles 28 de agosto de 2024

Sabemos donde está Puigdemont. En Waterloo. Pero no sabemos si han secuestrado a Rodríguez Zapatero, el gran mediador en Venezuela, mal usando este nombre, pues solo representa a una de las partes, la de la dictadura de Maduro, quien desde hace un mes permanece callado como un muerto tras la derrota electoral de su protector. Y seguramente socio. Las hijas de Zapatero trabajan en Caracas y él mantiene negocios con el madurismo. De ahí su silencio. Nadie muerde la mano de quien le da de comer caviar, porque el salario mínimo ya lo tiene como ex presidente.

Es uno de los escándalos mayores que se está viviendo, no solo en España sino en Europa y al parecer no tiene la menor sanción social ni visos de arreglo. Un señor que en campañas electorales españolas blande la bandera de la democracia y la pulcritud pero en Venezuela blanquea un robo electoral del tamaño que se está viviendo en aquel país, es algo incomprensible en una sociedad con valores. En el fondo se trata de una muy interesada xenofobia. Lo que es malo para España es bueno para lo que Zapatero considera tercer mundo. Una aberración que cada día el madurismo intenta consolidar sin pudor alguno.

Robó las elecciones, se rio de la Fundación Carter a quienes había invitado de Observadores, se rio de la ONU y de la OEA, de sus vecinos Petro, Boric y Lula que por lo menos le piden haga pública las actas. Se va al Tribunal Supremo, a su Tribunal con magistrados puestos ahí por él, y les ordena llamen al presidente ganador Edmundo González Urrutia para humillarlo y justificar un fraude. Lógicamente no va. Le manda al Fiscal, un tipejo a su servicio.

Pero Zapatero, el demócrata calla y calla, y vuelve a callar. No tiene nada que denunciar, todo está bien. Lo más parecido a una Bildu que aquí da lecciones y lo más parecido a democracias tan ejemplares como las de Irán, Cuba, Nicaragua y Rusia. Los amigos de mis amigos, son mis amigos.

Ayer en el Congreso se desechó en la Diputación Permanente que Sánchez y Albares comparecieran. El motivo es que el PP se aprovecha del caso. ¿Y?. Y es que la fórmula para que el PP no se aproveche del caso sería que el PSOE tomara la iniciativa, explicara, no permaneciera mudo, que Zapatero hablara y que el Grupo Vasco, si no quiere depender de lo que hace el PP, presente su propia iniciativa. Lo ha hecho en el Parlamento Vasco.

Este es un tema muy importante donde se juegan muchos intereses. En primer lugar, el democrático. O se es, o no se es. El segundo, que en Venezuela hay vascos que mayoritariamente están con la oposición. Y debe preocuparnos lo que dicen. En tercer lugar, que no es admisible que Sánchez y Albares apoyen a Zapatero y sus negocios, a no ser que detrás del caso Ábalos y Nancy Rodríguez haya un escándalo mayor que el de Koldo Gómez y finalmente, porque el PNV no puede apoyar a Sánchez en todo de forma irrestricta.

El PSOE le está dejando a Ayuso y al PP cancha abierta para que sea el PP quien vehicule las demandas de libertad en Venezuela. Esa obligación en Europa es de Sánchez, pero si no lo hace. Lo normal es que todos pensemos que hay gato encerrado y que huele muy mal en La Moncloa.

Puigdemont, perseguido, está localizado. Zapatero, gran beneficiado, está oculto. Uno es muy malo. El otro muy bueno. Para mí es al revés. Y en el fondo todo es un concepto de defender la democracia. Sin apelativos.

¿Ese es el modelo de sociedad que nos ofrece Bildu?

Martes 27 de agosto de 2024

Mañana 28 de agosto se cumple un mes de las elecciones presidenciales venezolanas, ganadas 70-30 por la oposición y no reconocidas por el régimen dictatorial madurista. Ninguna democracia ha avalado el fraude electoral que intenta llevar a cabo Nicolás Maduro. Ni la ONU, ni la OEA, ni la Fundación Carter, ni gobiernos de izquierda como los de Brasil, Colombia y Chile. Todos piden unas actas que el régimen jamás entregará porque en ellas se certifica la derrota electoral del régimen.

Si en un principio Sumar y Podemos felicitaron a Maduro, ahora matizan aquellas declaraciones y solicitan las actas del escrutinio, cosa que debe ser reseñado. No así Bildu que tuvo el privilegio de ser admitidos sus representantes como Observadores que felicitaron la misma noche al chavismo cogiendo incluso una cogorza política de campeonato.

Hoy en Gara aparece un deleznable e increíble artículo de apoyo al robo con un título que lo dice todo. ”Las Actas de Venezuela: el colonialismo del siglo XXI”. Se quejan Eduardo Mayordomo y Maite Mola de Pedro Sánchez por pedir unas actas porque “ningún país presenta en tan breve espacio de tiempo unas actas”.

Resulta que el voto es electrónico o como en el caso de aquí que votándose con papeletas el resultado se sabe la misma noche y a estos dos miembros del Partido Comunista de Navarra, que firman semejante basura, le parece propia del colonialismo. Desconocen que el Partido Comunista venezolano forma parte de la oposición que ha trabajado por el resultado exitoso de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado esgrimiendo esa obsoleta fraseología de los años setenta sobre el colonialismo, el imperialismo, o la podrida burguesía. Desconocen que se trata de elegir entre una dictadura y una democracia. Y Gara les da todo el aire del mundo. Me parece increíble.

¿Es ese el modelo de sociedad que Bildu propende para Euzkadi?. ¿La famosa dictadura de un proletariado caviar de ordeno y mando y elecciones amañadas?

Hoy no importan donde caen las ideas de Maria Corina Machado en el espectro político, pero si importa que la inhabilitaron porque la temían por lo que me da mucha vergüenza la posición de Bildu y la de unos partidos que ofenden a la izquierda y que llaman a la no injerencia y respaldan el fraude electoral de Maduro, fraude más que explicado y relatado en medios de todas las procedencias.

Hay partidos y organizaciones que llaman a la solidaridad internacional en algunos casos y a la no injerencia en asuntos extranjeros en otros. Ese nivel de oportunismo y cinismo es profundamente antidemocrático. Hay partidos que aceptan el fraude y los presos y torturas de Maduro mientras piden que sus presos salgan de las cárceles. No han aprendido nada o desconocen que la democracia es un valor por encima de posiciones de derecha o de izquierda. Los millones de venezolanos que han tenido que emigrar no se pueden tapar o justificar en nombre de una pretendida “revolución bolivariana”

Viva Venezuela. ¡Viva la democracia!

José Luis Padura, primer Presidente de la Comisión de fiestas de Bilbao

Lunes 26 de agosto de 2024

Este señor de la foto se llama José Luis Padura. Fue concejal del Ayuntamiento de Bilbao tras las primeras elecciones de 1979, cuando Zamudio, pertenecía al Gran Bilbao como un municipio más del Txorierri. Cuando se produjo, cumpliendo la promesa electoral que hizo el PNV en 1979 de desanexión de todos los municipios, fue el primer alcalde del Zamudio desanexionado en dos legislaturas. La desanexión se produjo el 1 de enero de 1983 de cinco municipios -Derio, Erandio, Loiu, Sondika y Zamudio- que habían sido incorporados manu militari a Bilbao por decreto el 30 de marzo de 1966 para pasar a formar parte del concepto de Gran Bilbao acuñado por el franquismo.

Paseaba hoy como todos los días y le he preguntado sobre las Fiestas de Bilbao ya que fue el primer presidente de la Comisión de Fiestas en 1980. Posteriormente le sucedió su segundo, el concejal Julián Fernández.

Nos ha dicho que el alcalde de la época franquista, José Luis Berasategi, para no tener problemas en la calle, típico de la época, les dio bastante cancha a las asociaciones ciudadanas que funcionaban en aquellos años de transición y que fueron el germen de las actuales  Komparsas, que eran dominadas fundamentalmente por el EMK y  algo menos por HB, en tiempos de aquella mortífera ETA, una HB que tenía como concejal a Santi Brouard, médico, posteriormente asesinado por el Gal.

Recuerda que el concejal Iñaki Zabala le propuso al alcalde Jon Castañares su nombre para presidir la Comisión de Fiestas, estando él en Sevillla, en un trabajo de su empresa, ya que los concejales cobraban 50.000 pesetas y cuando volvió, se encontró con esa nueva responsabilidad y le tocó poner orden en aquel marasmo.

Recordaba una actividad que entonces se hacía y era la bajada desde Begoña de las comparsas y cuadrillas y de como él, ante la agresividad de aquel grupo organizador que no admitía a nadie que no fuera de la cuerda, planteó la extensión de las fiestas en otros lugares de la Villa y no solo en el Arenal. Completó e innovó aquella iniciativa Mikel Ortiz de Arratia, concejal en la legislatura de Gorordo.

Hemos comentado el protagonismo en aquellos tiempos tan de enfrentamientos del Hombre de Hierro y de Txomin Barullo, gentes que se comían el mundo pero luego se presentaban a las elecciones y desaparecían porque no les votaba casi nadie. Algo parecido ocurriría hoy si quienes han tomado el Arenal como espacio propio y excluyente hicieran lo mismo.

Hemos recordado la campaña electoral de 1979 cuando el PNV obtuvo 13 concejales y HB, seis. El PSOE con José Luis Ibañez se iba a comer el mundo pero ganó un Jon Castañares, que era directivo del Banco Bilbao e hizo un extraordianario trabajo poniendo orden en el caos de las cuentas de la ciudad. «Metía horas y trabajaba como nadie y era una muy buena persona. Fue un muy buen alcalde».

Fue así. Yo estaba en el BBB y la agencia Aurman no podía llevar toda la gestión electoral, sino la campaña paraguas, y traje de Venezuela la campaña ganadora del candidato Luis Herrera Campins y la aplicamos a Castañares que era un perfecto desconocido. El eslogan fue: «Castañares, arregla esto». «Por aquí pasó un amigo de Castañares». «Castañares el Hombre Capaz». Y ganamos de calle para gran berrinche de José Luis Ibáñez que era un buen candidato y que en tiempos de la alcaldesa Pilar Careaga se le había enfrentado y tenía notoriedad por ello.

Desde entoces el PNV ha gobernado Bilbao con Castañares, Robles, Gorordo, Duñabeitia, Ortuondo, Azkuna, Areso y Aburto, pero si no llegamos a ganar en 1979, no sé que hubiera sido del PNV estos años. Es muy difícil sustituir a un partido y a un candidato municipal que lo hace bien. Y lo hicimos con sencillez y con un grupo de personas con una increíble vocación de servicio. Entre ellos José Luis Padura.

José Luis Padura tiene muchas vivencias de aquella época y vive el PNV con pasión «porque lo llevo en la sangre».

Y no le importaría hablar de todo este tiempo vivido y desconocido, si las páginas locales de Deia le hicieran una entrevista. Tiene una memoria y un espíritu positivo y le duele que todo aquel pasado que vivió y protagonizó haya quedado olvidado. Queda dicho.

José Luis Padura, un gran tipo.