LA DELEGACIÓN DE PARÍS NO ES UN PALACETE, ES UN SÍMBOLO DE LUCHA.

Domingo 5 de enero de 2025

El acuerdo del Consejo de Ministros reconociendo al EAJ-PNV la propiedad del edificio del número 11 de la Avenue Marceau de Paris y otros dos inmuebles más, me pareció algo increíble y el mejor regalo de Navidad. El Madrid político solo entiende el lenguaje de la necesidad, absolutamente nada más. Ni los títulos de propiedad, ni los abusos de guerra, ni el derecho, ni  mucho menos la autoridad moral, de ahí que la noticia nos traiga al hoy un  hecho  que nació con la sublevación  de los militares africanistas en España en 1936.

Según nos contó Ajuriaguerra, ante aquella sublevación entre las mil decisiones que tuvieron que tomar él dio la orden de adquirir una base política en la que entonces era la capital más importante de Europa. Y no lo hicieron adquiriendo un pisito en el barrio latino, sino un palacete en el barrio residencial más importante de París. Parece que D. Rafael Picavea empresario, editor, y diputado gestionó a buen precio la compra de un edificio exento  de 1833 en lo más  exclusivo de París y ante el llamamiento para su compra, patriotas jelkides como Belaustegigoitia en México, Saralegi en Cuba y varios más aportaron la cantidad para su adquisición. Cuando al poco se aprobó el primer estatuto de autonomía en el Congreso el 1 de octubre de 1936 y el primer gobierno vasco en Gernika el 7 de octubre, uno de sus primeros nombramientos fue el del Delegado de ese naciente gobierno vasco al  citado  D. Rafael de Picavea, a quien vemos en la fotografía instalando la Delegación, con  el encargo de poner en marcha  asimismo una publicación, Euzko Deya. Y no nos olvidemos que caído Bilbao y a punto de caer Barcelona, Paris fue el despacho de trabajo del Lehendakari Agirre, del Gobierno Vasco exiliado y de Javier de Landaburu creando la Liga Internacional de Amigos de los Vascos, el 16 de diciembre de 1938 bajo presidencia del Arzobispo de Paris el Cardenal Verdier en Paris, como centro de Europa, junto al premio Nobel de Literatura Francios Mauriac y hasta once personalidades de este tenor participando como Comité Humanitario y organización legal de acción y contactos en aquellos momentos de absoluta zozobra. El periodista democristiano Pierre Dumas y el diputado Ernest Pezet fueron básicos en aquellos momentos de total convulsión en Europa y Francia. Lo hicieron muy bien.

Aquel Gobierno vencido por las armas, con su equipo de fútbol Euzkadi (con Z)  paseando por el mundo, el coro Eresoinka, el grupo de bailes Elai Alai y aquel palacete no daba la impresión de un gobierno derrotado sino de la genuina representación de un pueblo presto a volver al lugar del que le habían desalojado por las armas y los bombardeos. Y todo eso ocurría mientras el presidente Azaña dimitía como presidente de la República en la embajada española de París, y la Generalitá tenía al president Companys desasistido, y los republicanos se peleaban entre ellos a cuenta del Jare y el Sere. Ese mal espectáculo lo rompía el gobierno vasco desde el palacete de Marceau dando un increíble ejemplo de organización y asistencia así como  produciendo su consabida envidia. Nada nuevo.

LLEGA LA GESTAPO

El 8 de mayo de 1940 el Lehendakari Agirre abandona Paris para visitar a su familia en el pueblecito belga de La Panne. Aquel viaje estuvo a punto de costarle la vida, pero sin embargo se la salvó. Los ejércitos alemanes habían iniciado su ofensiva final y avanzaban sin dificultad por Holanda y Bélgica. El caso es que el Lehendakari queda embolsado mientras desde el Gobierno Vasco hacían gestiones para su repatriación. Y en esa angustia, el embajador de Franco en Paris, José Félix de Lequerica inicia una campaña contra Agirre  y el resto de los exiliados vascos logrando que, al final, el 9 de junio de 1940, un oficial del Deuxieme Bureau comunica a los miembros del Gobierno Vasco la orden de abandonar la capital llegando al poco al edificio de la Av. Marceau  un piquete de la tenebrosa Gestapo acompañados por policías españoles que se adueñan del edificio y ponen en su puerta los sellos de la requisa.

Esos años, 1940-1944, la Delegación vasca fue la sede de la Falange española  y de la célula de militares y policías franquistas que se dedicaron a la incautación de “los bienes de los rojos” y la persecución de los políticos republicanos exiliados, entre ellos Luis Companys, Julián Zugazagoitia, Mariano Ansó, Agirre, Rivas Cheriff…. Todo hecho desde el 11 de la Av. Marceau decidiendo hacerla ”legalmente” suya y para hacer español aquel botín de guerra el 21 de julio de 1943 el Tribunal del Sena sentencia que el palacete pertenece a España y lo inscriben en el registro de la propiedad. ¿Quién, con la Gestapo apuntando, iba a presentarse diciendo que lo que hacían era un robo?.

No les duró mucho. Alemania pierde la guerra y los policías españoles Urraca Rendueles (condenado a muerte); Lesmanes y Macías (trabajos forzados) huyen como ratas y el grupo de nacionalistas vascos de París al mando del diputado Javier de Landaburu recupera la Delegación y pone en su balcón de nuevo la ikurriña. Allí se enteran del latrocinio hecho por los españoles, pero los democristianos  franceses  les dicen que no tengan la menor preocupación. Al  poco llega el Lehendakari Agirre de Nueva York y de nuevo la sede de su gobierno vuelve a estar tan activa como una olla a presión en el 11 de la Av. Marceau. Aquello fue como tomar La Bastilla.

LA CANALLADA DE LA EXPULSIÓN

De 1944 a 1951, Marceau fue no solo la sede del Gobierno Vasco sino una referencia republicana y democristiana europea. En ella entra la democracia cristiana alemana en los Nuevos Equipos Internacionales, se crea en 1949 el Consejo Federal del estado español del Movimiento Europeo, se edita OPE y Euzko Deya, se siguen las dos huelgas generales en Euzkadi, se emiten los mensajes de Gabon y de aniversarios, se reivindica ante los aliados la expulsión de Franco, se trabaja en Naciones Unidas para el aislamiento del régimen, se da asistencia a la radio clandestina que se crea cerca de Hurt (la segunda. la actual es la cuarta), y se hace mucha política con la ilusión puesta en que los aliados procedan a eliminar aquella oprobiosa dictadura.

No fue así, sino todo lo contrario. Cierran Radio Euzkadi y por presiones franquistas, sacan la sentencia del cajón del Sena y con un gobierno francés jacobino y sin moral presidido por Mendes France y siendo Mitterrand el ministro del Interior nos expulsan de nuestra casa. Y le ofrecen al Lehendakari una permuta. Dignamente se niega y con su gente y cantando el “Gora ta Gora” pronuncia estas duras palabras.”: «Sr. Comisario: permítame hacer una declaración como Presidente del gobierno vasco en el exilio y como ocupante ‘‘de facto’’ de una parte del inmueble, que la Liga Internacional de Amigos de los Vascos me facilitó. Salimos de este edificio expulsados por la fuerza pública, en ejecución de una sentencia que califica al Gobierno vasco de ‘‘ladrón’’, sentencia obtenida durante la ocupación alemana bajo la protección del enemigo. Yo protesto contra esta violencia y declaro que nuestro honor, nuestra buena conducta y nuestra tradición merecían un tratamiento muy distinto. Nuestra sangre ha sido derramada junto a la vuestra en la lucha contra el enemigo común, y ahora se nos expulsa de esta casa para entregarla en manos de los que durante toda la guerra pasada fueron aliados de nuestros y vuestros adversarios del Eje. Protesto en nombre de nuestro pueblo, al que ésta decisión causa el más profundo dolor sufrido en el exilio, sobre todo porque dicha decisión ha sido adoptada por los amigos con los que hemos compartido dolores y sacrificios comunes por la causa de la Libertad y de la Democracia, causa a la que permanecemos inalterablemente fieles».

Y fueron los vascos de Venezuela, atendiendo al llamamiento del Lehendakari Agirre y movidos por la indignación del expolio, los que adquirieron en la Rue Singer otra casona tipo Hotel. Más sencilla pero en buen barrio parisino, el XVI. Y ahí empezó una reivindicación que ha durado 73 años.

GESTIONES DE TODO TIPO

En 1976, entre las reivindicaciones a poner sobre la mesa estaban lógicamente los cientos de batzokis incautados, los edificios en Francia, las pertenencias de los periódicos robados con sus maquinarias. Y comenzamos a acumular documentación y tratar de lograr cuanto antes la devolución de lo mucho  incautado con motivo de la guerra. Y a partir de 1980 Josu Ortuondo desde el EBB y posteriormente José Mari Zalbidegoitia, con nuestra presencia en Madrid, damos la batalla continua. Gota a gota, documento a documento encontrándonos con una roca intocable. ”El edificio de la Av. Marceau pertenece por sentencia al estado y es una extensión de la embajada española en Paris. De eso no se habla”, nos decían. Pero nosotros no nos callábamos. Tras cada Cumbre europea venía nuestro “rollo” sobre Marceau y sobre el “Guernica” de Picasso. Los dos tabús del tabernáculo hispano.

En 1996 nuestro apoyo a la Investidura de Aznar tuvo pocos acuerdos pero uno de ellos fue éste.”Marceau”. Un día, me llama Álvarez Cascos y me dice .”El secretario de estado te va a atender para hablar de edificio de París. El estado lo quiere adquirir“. ”Pue nosotros no vendemos nada. Para nosotros es un símbolo” le dije tras hablar con el EBB. ”Es nuestro y representa nuestra lucha en el siglo XX y un referente de muchísimas cosas.”Bueno, habla con él”.

Me recibe en su despacho y me dice que actuaba tras la orden recibida y con su  personal y vulgar criterio me espeta en plan colegui “Mira Iñaki. Tengo una fórmula de actuación. Al amigo el c…, al enemigo por el c…, y  al indiferente el reglamento vigente”. Aquello me pareció un trato en una feria de ganado pero al parecer tenía buena pinta. Avanzamos bastante pero todo se estropeó cuando Mayor Oreja quiso romper aquella relación que se fue al garete. Ricardo Gatzagaetxeberria trabajó mucho en este tema. Para colmo Aznar, olvidándose de cualquier acuerdo anterior nombró nada menos que al fanático anti PNV Jon Juaristi director del Instituto Cervantes en Paris que en lugar de poner de nombre a la Biblioteca del Instituto el nombre de algún escritor vasco,  puso el del mexicano Octavio Paz.

Posteriormente Erkoreka estuvo con Ibarrondo en el despacho del director general de Patrimonio del Estado. Pero el adelanto electoral de 2011, desbarataron toda posibilidad, mientras del equipo de Moratinos ponía todo tipo de pegas habida cuenta que era un “bien del estado” en el exterior, hasta Nochebuena en el que la correlación de fuerzas en Madrid y el hecho de ser decisivos diluye todos esos intocables monolitos de estado.

Y no me olvido de la iniciativa del Grupo Vasco en el Congreso para colocar una placa en el edificio diciendo que “En este local se constituyó los días 8 y 5 de mayo de 1949 el Consejo Federal del estado español del Movimiento Europeo. Paris 28 de junio de 1991”. Y allí nos fuimos con los catalanes pero al develar la placa, en el pasillo que da a la entrada, ¡cual no sería nuestra sorpresa pues el ministerio le había añadido. ”En recuerdo de este acto, el gobierno español mandó poner esta placa conmemorativa”. Y no era verdad. Fue un acuerdo del Congreso por unanimidad. Pero querían marcar su propiedad y olieron nuestras intenciones e hicieron la cacicada. Espero que dentro de cinco años, este añadido se suprima.

Tampoco me olvido como en pleno le pedimos al ministro Margallo que el rey Felipe VI no fuera en su primer viaje oficial a Francia a la sede del Instituto Cervantes pues aquel acto se iba a realizar en un edificio robado por la Gestapo. No nos hizo caso y allí Felipe VI pronunció su discurso sin aludir en nada a lo solicitado.

Finalmente recuerdo como Joseba Zubia, Xabier Albistur, Jose Ramon Beloki Iñaki Txueka, Josu Erkoreka y yo vistamos el palacete de la mano de Juanjo Jiménez director en su época del Cervantes visitamos todas sus instalaciones y a la salida cantamos el  Himno Nacional Vasco, como lo había hecho el Lehendakari Agirre en 1951.

El edificio por tanto explota  de emociones históricas y humanas. Tiene futuro como una gran sede del Gobierno Vasco en la Ciudad Luz como oficina  multidisciplinar de obligada visita de todo vasco sensible con la historia y respetuosa con el trabajo y sufrimiento de nuestros mayores. Solo lo que permanece es lo que nos define.

11 comentarios en «LA DELEGACIÓN DE PARÍS NO ES UN PALACETE, ES UN SÍMBOLO DE LUCHA.»

  1. Excelente y necesaria crónica ante la continua intoxicación de los que no supieron ganar ni ahora perder

  2. Un precioso artículo para conocer la historia de un símbolo patriótico vasco y loar a quienes lo hicieron posible, además de reivindicar los intentos de su recuperación.
    Solo que una vez más Iñaki, se te olvida algo fundamental. Loar a quienes han gestionado políticamente que hoy vuelva a las manos de EAJ de donde nunca debió salir. Si, no hubiera estado mal reconocer la magnífica gestión política de Ortuzar y Esteban. Ya, ya sabemos que eso te supera y que tu ego lo impide. Pero es así, de justicia y tan real como que hemos recuperado este símbolo de nuestra historia y lucha política jelkide y democrática. Recuerdas el magnífico trabajo infructuoso de muchos diputados jelikdes, además de ponerte tú al mando de la nave recuperatoria, pero tú que reivindicas la memoria constantemente… va y se te olvida el presente…qué casualidad!. Tu única referencia es el Madrid político y su estado de necesidad… eso también lo viviste tú durante años en Madrid…y no fuimos capaces de lograrlo… tanto te costaba no olvidarte de este pequeño detalle?
    Por mi parte Zorionak a quienes trabajasteis desde hace años para ello Anasagasti, Erkoreka, Gatxagaetxebarria, Txueka, Beloki, Albistur y tantos otros (supongo que en el EBB y en el Partido alguien algo también haría…), y Zorionak a quienes hoy lo han hecho realidad. Ortuzar y Esteban entre otros muchos.

  3. Dice la delegada del gobierno español en la CAV que algunos ministros y ministras vienen a Euzkadi por ocio dado que en la CAM de DIaz Ayuso no pueden salir a la calle porque les insultan.
    Quienes nos juzgaron durante decenios a los ciudadanos vascos confundiendo a propósito el todo con la parte, tendrían que reconocer que en Madrid ahora hay mucho odio , que abundan los populistas sin escrúpulos que siembran la intolerancia y la violencia, de momento verbal. Y sobre todo que hay mucha gente que les vota o no pero miran hacia otro lado cuando se lincha mediática y judicialmente al partido en el gobierno. Todo ello conforma una sociedad enferma que prospera ante el silencio o la colaboración ciudadana. Madrid al parecer tiene un gravísimo problema de convivencia y respeto a la democracia. Incluso diría de desprecio a la misma y de nostalgia por otro tipo de regímenes. Se empieza así y poco a poco vuelve la GESTAPO. A algunos y algunas les encantaria.

  4. A algunos les suena a chino, pero la realidad es que por fin, la sede ha vuelto a sus propietarios. En aquel tiempo, quieran reconocer o no. Gente abertzale, compró el edificio para el PNV y éste lo utilizó para el Gobierno Vasco en el exilio.

    Después, los nazis, el franquismo, los diferentes intereses de mantener a Franco en el lado occidental, la inacabada transición, los pactos incumplidos, el retraso de cumplir lo acordado y un largo etc. Han hecho que estas navidades, Olentzero haya traído NO un regalo, sino lo robado a casa. Aún hay mucha gente que jamás recuperará lo que les robaron, recuerdo en Araba a Iñaki Unceta, Ibarrondo que les despojaron de su patrimonio y no lo volvieron a recuperar. Conozco gente franquista que se dedicó a incautar arte a gente nacionalista vasca o republicana, nunca fueron devueltos a sus propietarios ni perseguidos sus delitos.

    Es probable que si el estado hubiera vendido el edificio, el PNV no habría recuperado el mismo. Por lo que, en este sentido ha habido suerte.

  5. Qué bien relatado Iñaki ! La mayoría de periódicos han dado la noticia con el titular » El PNV recupera la titularidad de la antigua sede… Menos El Español, claro, dice » El PNV consigue QUEDARSE con la sede del Instituto Cervantes, gracias a un cambio a la carta de la Ley de Memoria Democrática, y tendrá que pagar una renta hasta 2.030. Después de 74 años, que mala baba.!! Se nos van hacer largos los 5 años restantes.

  6. Bueno, tampoco Sevilla se queda atrás. En un barrio de allí le han gritado al presidente español el tradicional insulto español de «Sánchez hijo de puta» durante la españolísima cabalgata de reyes magos. Menudo problema tiene en España con la religión. Se hacen un lío. Otra sociedad enferma.

  7. Se me escapa como en 1996 el Pnv otorgó sus votos para investir a Aznar y no consiguió la devolucioʻn del edificio.Sin sus votos Aznar no habría sido presidente.

  8. Eskerrik asko Armendariz por tus letras.Si tuviera ese ego que dices no las publicaría porque son injustas.Ya lo digo en el primer párrafo.Nosotros fuimos influyentes pero no decisivos.Hoy somos decisivos y por eso se ha logrado,pero se ha logrado por un trabajo previo de cincuenta años que estos días no he visto reconocido en ninguna parte y por eso he querido mencionar a tantos olvidados como Ortuondo,Zalbidegoitia,Gatzagaetxeberria y todos los que hemos puesto el balón en el punto de penalti y que al parecer no existimos.En fin,tu mismoNo pasa nada.

  9. Nos alegramos de la devolución del palacete de París (tras años de trabajo para que así fuese), al PNV, una restitución que aunque se devuelve al PNV, a muchos nos resulta una restitución colectiva, mientras nos enteramos que Felipe VI, no quiere acudir a actos contra el franquismo, ¡Gracias Felipe, por estar dando estos pasos hacia una república!

  10. ¡Qué regalo tan simbólico!¡Con qué emoción y qué bien lo cuenta Iñaki! Sí, el palacete es el triunfo simbólico sobre la negra Gestapo,la abominable Falange,el atroz franquismo. La recuperación del palacete representa el triunfo de la constancia, la valentía , la firmeza de unos vascos indisolublemente unidos a los valores de justicia, verdad, y amor incondicional a la libertad y a la democracia. ¿Suena utópico? Sí, porque se encarna en gentes valientes, honradas y firmes, que quizás vayan cada día quedando menos.
    ¡Qué alegría saber que ha concluido la triste historia de la Sede de la Delegación vasca en París! ¡Viva su resurrección!¡Qué triunfo de la insistencia por su persistencia! VOLVERÁ a existir y eso,porque como dice el excelente Iñaki, no nos vendemos: Cantamos, ayer, hoy y mañana.

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