9 comentarios en «»

  1. En mi opinión el concepto de felicidad es diferente en cada persona. Saramago tiene el suyo, y el que sea egoísta depende de cada uno de nosotros.
    Por lo tanto, también puede ser compatible con la indignación y la lucha.
    Hay personas que son felices con bien poco, porque para ellas es mucho o suficiente.

  2. Cuando nuestros ancestros, que vete a saber dónde estarán, hablaban de armonía celestial porque veían el firmamento muy ordenadito con su oscuridad, sus estrellas y estrellitas, danzando por el espacio en un movimiento más o menos estable y repetitivo. Y arriba del todo estaba Dios. Pero nosotros pequeños diosecillos sin Dios y cuya mayor alegría es tener el WIFI en condiciones, desde que disponemos de las imágenes que nos envía con precisión científica el telescopio James Webb, lo que vemos o intuimos es un terrorífico espectáculo de explosiones, colisiones, nacimientos y muertes de estrellas, planetas congelados o abrasados, terrorñificos agujeros negros, gusanos que hacen pasar a otras dimensiones o universos ( no lo entiendo ni de coña) o imágenes del Big Bang, etc… Mal lugar pues para ubicar el Paraíso Celestial entre el caos. Esa misma armonía universal brutalista la tenemos en el cerebro los seres humanos. La Humanidad y la Armonía en la acepción de la RAE como amistad y buena correspondencia entre personas no han hecho buenas migas a lo largo de la Historia: «»»concordia, avenencia, cordialidad, acuerdo, paz, calma, solidaridad, arreglo, convenio, entendimiento, maridaje, unión, unidad, hermandad, fraternidad, afecto, cariño, amistad…»»» Ya, y dos huevos duros.
    ¿Son éstos de ahora mejores o peores tiempos? Si nos centramos en el entorno personal, otra desavenencia gorda que nos surge es la presunta «armonía familiar» en una sociedad en la cual las familias «tradicionales» son consideradas por Occidente como algo invivible a través del matrimonio, del compromiso, de la convivencia y de la tolerancia enriquecedora y complementaria entre hombre y mujer. Si dices que eso no tiene por qué ser imposible eres un antiguo, rancio, decadente y tonto útil del heteropatriarcado. Entiendo que muchas familias escondían entre sus paredes horrores varios, pero otras muchas fueron una forma llevadera de entrar a formar parte de la vida arropado, protegido y en armonía m´ás o menos imperfecta. A mí la de mis aitas me funcionó bien y la que formamos mi mujer y yo tambi´´en. Dos de dos no está nada mal. Así que como yo lo he vivido ya, no me engaña ese griterío de iconoclastas que echan pestes de la familia occidental y cristiana (por poner una etiqueta) y les parece el colmo de la modernidad, de la tolerancia y del amor ese otro modelo en el que las mujeres son tratadas como de segunda clase, no pueden entrar con los hombres a la oración, su voz se escucha sólo de fondo y se tienen hijos con el criterio dominante de la conservación de su raza y su religión. Mientras los woke (odio la palabreja pero es útil y concreta) sólo pueden tener perros y gatos e ir al gym por culpa del maldito capitalismo (cierto) y porque los hijos son mucha carga (responsabilidad). Para ir de viaje los hijos son un coñazo, es cierto y el gato se queda sólo en casa.
    Eso y aparte la hipoteca. Puede que el peor enemigo de la armonía sea la práctica imposibilidad de mantenerla en el tiempo tal y como tenemos organizadas las cosas. Si no nos vemos capaces de vivir en armonía con ese chico o chica que tanto nos ilusionaba sin renunciar a algunas de nuestras costumbres, mejor no comprometerse para toda la vida. Esos otro a los que tanto admiran los woke sí lo hacen, pero es que se organizan distinto y saben que cuando acabe todo tiene un paraíso garantizado, cuya ubicación ni se la plantean porque es un acto de Fe que no lo conoce ni la IA. Qué envidia aunque no me guste ni la leche ni la miel pero me gusta su peculiar armonía familiar con premio seguro al final de la partida.

  3. Eso de que hay gente feliz con muy poco es otro concepto recurrente que pretende ser otro opio del pueblo. Y esta vez el opio es fuego amigo; conformense con poco, parias de la tierra, no prueben el veneno capitalista que para eso estamos nosotros.
    «Poco» es poco dinero?. Y poco dinero, mucha salud y mucho amor es poco, o es mucho?. Y poca salud, poco amor y mucho dinero es mucho, o es poco?.
    Alguien puede ser feliz con poco de todo?. Y ese que es feliz con tan poco de todo es feliz o es tonto?. O es feliz porque tiene fe y espera resarcirse en la otra vida?. Volvemos al opio del pueblo?.
    Va a ser que la felicidad está sobrevalorada que diría Feijo, pero es mucho más fácil ser feliz teniendo mucho de todo, sin duda.

  4. El concepto de poco o mucho con respecto a la felicidad, no lo relaciono con ningún bien material o nada que se pueda cuantificar.
    Considero que la felicidad es un estado de ánimo y por lo tanto puede variar.
    Alguien en este blog me puede definir que es la felicidad???

  5. Pues hace poco leí a alguien que decía que la felicidad son instantes, flashes. Llevan milenios filósofos y poetas divagando sobre el concepto, sin resultados concluyentes. La suma de salud, dinero y amor, ayuda a sentirla según dicen. Van a tener que diseñar algún algoritmo para definirla bien. En cualquier caso, curioso tema para hablar de él entre tanta estupidez que nos rodea.

  6. EN VENEZUELA TRATAN DE IMPONER LA FELICIDAD CUANDO EN UNA DICTADURA FEROZ TE DICEN TENGA UN DIA FELIZ O TODO BIEN.

  7. En la peli «Hannah y sus hermanas» al hipocondríaco personaje que interpreta Woody Allen le tienen que hacer unas pruebas para descartar que unos síntomas que cree tener lo sean de un tumor cerebral y se desahoga con su ayudante de trabajo.
    «Esta mañana yo era tan feliz…».
    A lo que ella responde «Esta mañana estabas hecho una mierda; las audiencias de tu programa bajaban, los patrocinadores te estaban machacando…».
    «No, yo era feliz pero no me daba cuenta».

    Esta simple secuencia o gag plasma bastante el problema que tenemos esencialmente en occidente con la búsqueda de la felicidad y lo despistados que andamos con ello. Por un lado es algo que ponemos como gran meta de nuestras vidas y además la hacemos depender de factores externos que no siempre podemos controlar al 100% y al hacer eso nos generamos una ansiedad y una obligación y un miedo a perder lo que tenemos que nos impide precisamente alcanzar esa armonía.

    Convertimos casi en tabú la enfermedad, el fracaso, la propia muerte…no queremos pensar en ello porque consideramos que si todo eso llega seremos infelices. Y aunque no queremos pensar en ello…esas sombras nos angustian porque sabemos que en algún momento todo eso llegará.
    Nuestra obsesión por el futuro…por la idea de seguridad, el miedo a perder lo que tenemos nos impide una vida interior plena.
    No es malo tener y disfrutar de cosas y placeres materiales pero si se convierte en apego a todo eso…ese apego nos generará un miedo a perderlo que nos angustiará.

    Por otro lado no hay que confunir aceptación con resignación. Si nuestra situación material, vital, económica…etc…es precaria tenemos el derecho y casi el deber de pelear por cambiarla y prosperar. Pero al mismo tiempo mientras estemos en esa situación…mientras trabajamos por cambiarla debemos aceptarla en el sentido que incluso en la misma se puede estar en armonía interior.

    Saramago expresa algo que han enunciado los grandes líderes espititusales de la humanidad desde hace milenios.
    Si nos alejamos de las construcciones infantiles, supersticiosas, fantasiosas interesadas, manipuladas, manoseadas que han impuesto las religiones institucionalizadas y «oficiales»…todos los grandes místicos se centraron a su manera en ese mismo mensaje; Cristo (que eso fue; un místico extraordinario) el budismo, el hinduismo, los cabalistas judíos; el crecimiento interior, la armonía con nosotros mismos y los demás y el mundo, el entrenamiento del alma…

    Los líderes y poderes religiosos a lo largo de la historia nos han robado la esencia de esas figuras (sobre todo el cristianismo) y lo han convertido en un estúpido conjunto de normas y prohibiciones con premios y castigos que nada tienen que ver con el mensaje original que esas grandes figuras enunciaron para enseñarnos a alcanzar esa armonía.

  8. Cuando en mi opinión sobre que es la felicidad me refiero a un estado de ánimo, se materializa en instantes o flashes a los que se refiere Caustico y con lo que estoy de acuerdo.

    Considero que el dinero per se no da la felicidad, sin embargo, un buen uso puede facilitar un estado de animo y propiciar momentos o circunstancias, que faciliten llegar a esos instantes o flashes.

    Creo que el llegar a esos instantes de felicidad dependen en buena medida del carácter, personalidad o la forma de afrontar la vida de cada uno.
    La persona optimista, la que ve la botella medio llena y no medio vacía, la que da un valor importante a las relaciones personales….
    tiene mas posibilidades de ser feliz.

    Un encuentro entre amigos, el reencuentro con alguien a quien queremos, un nacimiento, los éxitos de nuestros hij@s están relacionados con nuestros sentimientos y escala de valores ´´´´´……..y nos llevan a un estado de felicidad independientemente de la capacidad económica de cada uno.

    Resumiendo, no creo que exista una única definición sobre la felicidad, y el tener mas o menos momentos felices depende mas de nosotros que de las oportunidades.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *