Miércoles 3 de diciembre de 2025
Miguel Henrique Otero
La historia nos ha mostrado una y otra vez, que las maquinarias del Terror, incluso las más experimentadas, aceitadas y politizadas, necesitan un conductor
El proceso de conversión por el que un poder autoritario se transforma en un Estado de Terror no ocurre de forma expedita. Es un proceso que requiere de muchos años. Para que se materialice tienen que ocurrir una secuencia de hechos, cuatro factores, que, con el paso del tiempo, se articulan entre sí.
Primero, hace falta establecer un método de Gobierno extendido y capilar, según el cual el poder se ejerce por la fuerza. Este es el primer gran hecho. Su argumento dice: si se ha obtenido un mandato, este debe imponerse al costo que sea, pasando por encima de las leyes, las libertades, los méritos y los compromisos. Por la fuerza, incluso cuando la contraparte ha sido derrotada.
Las historietas de la dictadura de Maduro y el cuento del asalto a la Embajada de España
El poder así concebido entiende cada avance sobre las dificultades como una victoria, más meritoria todavía, si ella es producto de doblegar a la realidad y sus lógicas. Por lo tanto, quiero señalar con esto que el Estado de terror, aunque sea establecido y guiado por una cúpula, debe configurarse como una variante específica de la cultura corporativa, guiada por una premisa propia de los regímenes totalitarios: que unos grupos de la sociedad (los militares, los policías, los miembros del partido y los funcionarios públicos, principalmente) detentan la facultad de imponerse al resto de la sociedad de forma irremediable. Esta es la única y verdadera base política del Estado de Terror: la que constituyen los funcionarios que aterrorizan a la mayoría social en todas las instancias posibles, de forma cotidiana y sistemática.
La doble herramienta que estimula y acelerala ramificación del Estado de Terror es de una enorme eficacia: corrupción e impunidad. Cuando el funcionariado de los regímenes totalitarios asume que, haga lo que haga, no será castigado, la arbitrariedad, los abusos, las acciones unilaterales, el sometimiento, el robo, la extorsión, el desconocimiento de la ley se propagan e intensifican. Hasta los funcionarios de menor rango experimentan, a un mismo tiempo, miedo al jefe o a los jefes, y una multiforme sensación de complicidad con ellos, porque esos sujetos, de los que reciben órdenes siempre ilegales, siempre siniestras, son también sus protectores, la fuente de la que llegan las comisiones, los pagos bajo cuerda, los privilegios provenientes de las arcas de la Nación, dólares y prebendas que, una vez que llegan en bolsas negras a despachos en Miraflores, Carmelitas o La Campiña, circulan aguas abajo, como requisito de las operaciones con las que el régimen de Terror se hace palpable.
Pero para que el estatuto de Terror mantenga una mínima cohesión y sostenibilidad en el tiempo, hace falta construir un gran discurso, que debe recargarse de forma paulatina, en el que unos ciudadanos y organizaciones son presentados como peligrosos enemigos que practican el terrorismo, actúan instruidos por agentes extranjeros, organizan y realizan prácticas delictivas , conspiran, planifican atentados, sabotean todas las instalaciones estratégicas imaginables, y así, en una cadena interconectada de delitos de distinta índole, se los presentan —ojo, que esto es muy importante—, como enemigos muy peligrosos y hasta letales. Personas intachables y ajenas a cualquier práctica de violencia es presentada como un criminal de largo expediente.
No importa —y a esta hora esta consideración es fundamental— que las acusaciones lanzadas por el Estado de Terror no tengan fundamento alguno, ni razonabilidad, ni lógica, ni probabilidad alguna de verdad. Y digo que para la dictadura el apego a los hechos carece de relevancia, porque el momento en que el régimen de Terror ha alcanzado su plenitud, ya se ha desconectado de lo real. Ha enloquecido. Inventa de forma ilimitada, hasta el extremo de urdir historias, como la más reciente y en curso, según la cual organizaciones históricas en la Defensa de la Vida y los Derechos Humanos, organizaciones y personas cuya conducta y reputación es indiscutible, como PROVEA y sus miembros, como Médicos Unidos Por Venezuela y sus miembros, y como el Foro Penal y sus miembros, formarían parte de mega bandas terroristas.
Aunque pueda parecer vana, la pregunta de ¿quién puede creer que estas organizaciones no gubernamentales son socios o copartícipes de planes delictivos?, es medular. La perplejidad que nos produce no debe ocultarnos el trasfondo: es una acción que, además de liquidar los mecanismos de denuncia del Estado de Terror, busca cohesionar a los miembros del régimen para obligarlos a mantener su adhesión, al tiempo que le dice al resto de la sociedad venezolana, «miren lo que somos capaces de inventar, miren el descaro con que fabricamos expedientes sin pruebas, constaten con que basta que tomemos la decisión de encarcelarte, aunque seas inocente y vivas en condición de indefensión».
La historia nos ha mostrado una y otra vez, que las maquinarias del Terror, incluso las más experimentadas, aceitadas y politizadas, necesitan un conductor, un líder que, además de dictar las instrucciones de cada día, debe inyectarles constantes dosis de odio y brutalidad. Y también nos ha mostrado de forma inequívoca, que los jefes de esas maquinarias son siempre unos sicópatas. Monstruos de alma reseca y resquebrajada que se alimentan exclusivamente del dolor que se causa a los demás.

Como dice TRUMP,hay que acabar con esos hijos de txakurra.
Ojalá acabe sin violencia y sin muertes,y sin invasión controlada.
Me temo que habrá que pensar mal para acertar y que habrá muertes,que sean las mínimas posibles.
Corina lehendakari.
Pues sería un mal precedente ( perdón .. no sería la primera vez,) que USA , utilizará la violencia para que caída maduro.
Aunque maduro fuera ( que probablemente lo sea) un presidente que no ganará las elecciones presidenciales
Se ha hecho un recuento de los ancianos muertos en residencias madrileñas de Ayuso durante la pandemia y sale una cifra escalofriante de unos 7.291 muertos….
Fraude a la seguridad social en Sevilla.
LA NARCODICTADURA DE MADURO ES UN ESTADO DE TERROR Y HORROR AL ESTILO DEL NAZI DE HITLER O LA EXTINTA UNION SOVIETICA.
En numerosos párrafos de este escrito, me estaba dando la sensación que se refería a Trump.
Al parecer, Eroski no comercializará producto israelí.
Disculpen por la nula relación del comentario con la temática del artículo, pero no quería dejar pasar la oportunidad el d´`ía en que salen las memorias del rey emérito de citar al autor de este blog. Lo hago porque más que una biografía, la obra de Juan Carlos podría convertirse en una verdadera novela negra. En ella, el villano está claro que es él, pero Iñaki Anasagasti tuvo un papel heroico como crítico en una época de aclamaci´ón de masas del otrora héroe «campechano» («Reconciliación» podría ser perfectamente una novela negra más que una biografía: https://open.substack.com/pub/anselmoramos/p/la-novela-negra-del-rey?r=6t347y&utm_campaign=post&utm_medium=web).
No concierne a Venezuela,bueno,ya veremos Zapatero con respecto a los narcodictadores.
Quería decir que el Avalos,el aizkokari,el Cerdan,los del PP de Almería,los Pujol independentistas ,en fin el casting es muy largo.
Todos a la cárcel,que cumplan 30 años como máximo,s es que devuelven la pasta y sino 40 años,a ver si escarmientan y sirven de ejemplo para los demás que tengan tentaciones.
Ni indultos ni nada.
Como dicen mis amigos,AL TRULLO.
Y los del túnel de BELATE también.
Nota.Ya se que lo que decimos no va a servir para nada.
Txao
Si Sr,Iñaki estuvo bien criticando a Campechano,faltaría más,pero lo que habrá visto y oído por los alrededores del palacio de los leones,puff!!!.
FINANCIACION ILEGAL,TRIBUNAL DE CUENTAS,mis amigos dicen que está muy podrido y que todos los partidos tienen fnanciacion discutible,menos BILDU.
Lo jodido es que tenga que venir un juramentado a luchar contra el narcocráfico .
No se puede luchar con códigos penales del siglo pasado ni con políticas penitenciarias basadas en la redención contra un cáncer que mata todo lo que toca , a las personas, a la familia , a la educación, a la justicia….. a las sociedades democráticas.
Sabemos ya lo que está pasando en Ecuador , en Belgica , en Mexico y en Suecia .
Hay que reaccionar ya o después será demasiado tarde .
NI XABIER, NI ANSELMO RAMOS SE REFIEREN AL TEMA DEL TITULAR Y AMARATARRA HACE UN COMENTARIO INSIDIOSO.
Bond, si el juramentado es Trump y el narco es Maduro, y creo que esto no está demostrado, el juramentado acaba de `poner en libertad a Juan Orlando Hernandez, expresidente de Honduras, narcotraficante condenado en EEUU a 45 años de carcel.
Es el petróleo, amigos, Venezuela le importa una mierda.
Hay quienes defienden en artículos de prensa, que la intención del juramentado ha sido intervenir en las elecciones hondureñas.
Dijo el Juramentado antes de votar, si Tito Asfura gana lo apoyaremos firmemente, si no, no malgastaremos ni un dólar.
Como en Argentina, que casualidad.