NO, TRUMP NO QUIERE DERROCAR A MADURO POR EL PETRÓLEO

Miércoles 10 de diciembre de 2025

¡Hola! Soy Blas¡

Así he recibido un informe interesante sobre geopolítica  y sobre las tonterías que se dicen en relación a Trump, Venezuela y el Premio Nobel para Corina Machado.

Esta luchadora lo recibe hoy en Oslo en buena elección y buena lid para molestia y berrinche de Donald Trump que lo quería para él. Luego este premio nada tiene que ver con el presidente estadounidense sino todo lo contrario. Los que hablan de una entente de Trump con Machado, no saben lo que dicen.

Y a mí de Trump solo me interesa que presione lo suficiente para sacar del poder a un tirano ominoso como Nicolás Maduro que se robó las elecciones el año pasado. Si a la izquierda caviar, a la izquierda parasitaria, y a la izquierda totalitaria no le importa este crucial dato, a mi si .Y sobre todo al 90% de los venezolanos que quieren vivir en un país libre.

Pero sí me parece interesante lo que me dice Blas sobre el por qué Trump hace lo que está haciendo. Y aquí viene Blas con su interesante explicación, que tiene su lógica, aunque discrepemos de ella. Dice así:

¿Cómo estás? Hoy vamos a desmontar un mito popular: que Trump busca derrocar a Maduro porque quiere el petróleo de Venezuela. Como es habitual, la realidad geopolítica es más compleja que eso.  

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Muchas gracias por leerme, ¡vamos allá!

Se escucha en las tertulias, se lee en la prensa y se comenta en las sobremesas: la razón por la que Trump quiere derrocar a Nicolás Maduro es hacerse con el petróleo de Venezuela, el país con las mayores reservas probadas del mundo. 

Este argumento se repite tanto que ya es un cliché: según sus defensores, todo lo que hace Estados Unidos se explica por su afán por los recursos, sobre todo el crudo. Ocurrió en la guerra de Irak en 2003 o las intervenciones en Siria y Libia. 

Esta idea funciona porque simplifica la explicación: la superpotencia es avariciosa y ejerce su poder para conseguir lo que quiere.  Pero la realidad geopolítica es mucho más compleja: Trump no quiere controlar Venezuela por el petróleo. (Por cierto, tampoco para frenar el narcotráfico: Venezuela no es relevante en el tráfico de cocaína o fentanilo a EE. UU.). 

Estados Unidos siempre ha tenido acceso al crudo venezolano: incluso regímenes hostiles a Washington como el de Maduro o su antecesor, Hugo Chávez, han vendido a su vecino del norte, han permitido a empresas estadounidenses operar en sus pozos y hasta han refinado su petróleo en las refinerías estadounidenses del golfo de México. De hecho, Trump permitió en mayo a Chevron volver a operar en Venezuela. 

Washington tampoco depende del petróleo venezolano. Estados Unidos es ya el mayor productor de crudo del mundo y acaba de hacer récord, con catorce millones de barriles al día, muy lejos del apenas un millón diario de Venezuela. Es cierto que el petróleo pesado venezolano es útil para fabricar diésel y otros procesados que EE. UU. necesita, pero no para justificar esta escalada militar.  

La explicación es otra. Trump ambiciona controlar todo el hemisferio occidental: reforzar su dominio de América Latina en una reedición de la doctrina Monroe. De ahí su presión a Venezuela, Cuba y Nicaragua, su apoyo a Javier Milei en Argentina o sus tiranteces con Lula da Silva en Brasil. 

Esta estrategia tiene un protagonista: Marco Rubio, el secretario de Estado, un cubanoamericano de Florida que ambiciona derrocar al régimen de los Castro en Cuba y sus aliados regionales. Conseguirlo sería un éxito en política exterior para Trump que además reforzaría su imagen entre los votantes latinos en Estados Unidos. 

Por si fuera poco, eliminar a Maduro sería un golpe para China. Aunque Pekín se ha convertido en el mayor comprador de crudo venezolano, no depende de ello: Venezuela no está ni en el top quince de exportadores de petróleo a China. Pero derrocar al chavismo perjudicaría la estrategia china de ampliar su influencia en América Latina y reafirmaría el poder geopolítico de Trump. Ya ves que hay más cosas que solo el afán por los recursos.  

Por cierto, en plena escalada bélica en el Caribe, este viernes  pasado Trump ha recibido el Premio FIFA de la Paz 2026. Es la primera vez que se otorga este galardón, y Trump lo ha recibido de manos de Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Parece un premio creado expresamente para el magnate estadounidense como compensación por no haber ganado el Nobel. 

Este es una muestra de la buena sintonía entre Trump e Infantino, dos aliados perfectos: el primero busca usar el Mundial 2026, que se celebra en EE. UU., como herramienta política, y el segundo no teme congraciarse con autócratas como Vladímir Putin o el emir de Catar para aumentar el negocio del fútbol. Otro ejemplo de la estrecha relación entre fútbol y política.   

2 comentarios en «NO, TRUMP NO QUIERE DERROCAR A MADURO POR EL PETRÓLEO»

  1. El análisis de Blas no es ninguna novedad, y en este blog no todo son tonterías, un poco de respeto.

    Aunque lo saqué de artículos de prensa, en mi escrito en el tema, «Que diríamos si Roosvelt……..» ya se explica lo de la compra de petróleo a Venezuela por parte de los EEUU, la importancia de China y de Irán en la compra y mejora de la calidad del crudo, y en el tema » Este sábado la marcha en apoyo…….» hago referencia al sinvergüenza Infantino.

  2. (El Reino de Marruecos aprovecha la caída de la industria agrícola y ganadera del Reino de España `para conquistar el mercado norteamericano).
    (Espainiako Erresumak ipar amerikako muga-zergak (olibak, zitrikoak) pairatzen ditu, eta Marokoko Erresuma ipar amerikako merkatuaren jabe egiten ari da).
    (La Política Exterior marroquí es «maravillosa», es partidaria de Estados Unidos e Israel y, la Política Exterior española es «tercermundista, neocheguevarista, komunista, antisemita»).
    («El PNV no comparte la Política Exterior española y llama a reconducir las relaciones con Estados Unidos y con el Estado de Israel»).
    (Marokiar nekazaritza Europar Batasuna konkistatzen ari al da?).
    (El Reino de Marruecos apoya la «Propuesta de Paz» del presidente McDonald Trump de USA, es decir, no habrá embajada marroquí pero si habrá consulado marroquí en la franja de Gaza).

    Al dictador sanguinario de Maduro le gusta compararse con Saddam Hussein, físicamente es parecido y, ojalá acabe como él. Pero yo creo que la mejor forma de sacarlo del poder es con una rebelión popular (armas) y protestas en todas las ciudades de Venezuela, pero esta vez cuentan con el apoyo del presidente Trump y el ejército norteamericano enfrente de sus costas y, que saldrá en apoyo de los demócratas venezolanos seguramente.
    Baina venezuelar herritarrek eman behar dute lehen pausoa, nire ustez.
    «Gora EAJren Kanpo Politika (Estatu Batuak, Alemania, Israel, Danimarka, Hego Tirol, Hungria, Flandriaren alde»).

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