Una antigua relación clandestina

Martes 15 de febrero de 2022

Estamos en la fotografía Bingen Amezaga, Josu Gallastegui y quien ésto escribe. Nos vimos este lunes. Nos conocimos en Caracas. Bingen Amezaga, hijo de D. Vicente Amezaga y Mercedes Iribarren. Su aita fue Director de Enseñanza Media del primer Gobierno Vasco, director del Albergue La Citadelle en Donibane Garazi, el primero que abrió una ikastola en Plentzia, fue un gran intelectual que tradujo Hamlet al euskera. Tiene un busto debajo a él  bajo las Galerías de Punta Lucero en Getxo mirando al Puerto Deportivo. Cardiólogo de prestigio en el hospital Pérez Carreño era muy conocido por un tipo de operación del corazón con una válvula especial y la creación en Venezuela de un Instituto que suministraba estos aparatitos mágicos que hacían bombear el corazón y salvaban vidas humanas. Contrario a todo tipo de dictaduras se enfrentó al chavismo, fue amenazado y hoy vive en Donostia. Le conocí en el Centro Vasco de Caracas como Presidente de Euzko Gaztedi, mientras terminaba su carrera. Posteriormente era el médico que atendía a Ixaka Atutxa, el guardador del lugar, a unos sesenta kilómetros de Caracas donde funcionaban los transmisores de la clandestina Radio Euzkadi transmitiendo en onda corta todos los días por espacio de trece años. Apasionado de la naturaleza conoce Venezuela como nadie.

El de la barba y chándal Adidas es Josu Gallastegui al que llamábamos en Venezuela coloquialmente Billo. Nacido en la calle Iturribide de Bilbao es hijo del txistulari de Derio, Hipólito Gallastegui. Estudió la carrera de piano y en  el  municipio de Derio le hicieron Hijo Predilecto. Al irse sus aitas a Venezuela  siguió la senda paterna y en Caracas se dedicó por completo a su faceta de pianista, de magnífico pianista. Abertzale es  persona muy conocida. Todos los primeros domingos de mes fue el organista  de las Misas en la Iglesia de San José de Tarbes por los vascos fallecidos. Paralelamente era un afamado concertista y cuando en el Teatro Municipal y Nacional de Caracas interpretaba sus conciertos allí íbamos todos. En Bilbao ofreció dos conciertos en el Teatro Buenos Aires, el de Grieg y el de Bela Bartok, siendo felicitado por Joaquin Atxukarro tras la interpretación que acudió al camerino a hacerlo. No debe ser un concierto fácil.

Ante la situación de Venezuela se radicó en Nueva York donde ha sido durante casi  treinta años el pianista del Ballet de Nueva York, tocando para bailarines  como Nureyev, Barisknikov, Julio Bocca. Siempre recuerda la ovación que recibió en el Metropolitan de Nueva York con todos los asistentes puestos en pie. Tiene grabados 14 discos, habiendo sido considerado por aquellos años el mejor pianista de Nueva York.

Josu nos supervisaba la música y las cortinas musicales de la Radio  y sobre todo era el Jefe del Censo de la revista clandestina Gudari. Él llevaba el control de las altas y bajas y se ocupaba de hacer los sobres con una máquina  manual que teníamos para enviar la revista Gudari por todo el mundo. Un trabajo ímprobo que lo hacía altruistamente y con disciplina prusiana.

Hacía tiempo que no nos veíamos y lo hicimos este lunes donde pasamos  amistosa revista a la situación de Venezuela, a la de los Estados Unidos con una sanidad imposible, los efectos de la pandemia, y los recuerdos de un pasado que nos une y fue muy entrañable y de unas partidas de futbolín en Euzko Gaztedi hasta que el guardian soltaba los perros para ir a tomar luego una hamburguesa en el Cubanito. Ibamos todos en su Volkswagen al que llamábamos El Caballo de Hierro. En breve volverá a Los Ángeles donde reside con su mujer e hija.

Nos pusimos en contacto con Félix Aranguren que vive en Donostia y era quien llevaba las cuentas de aquel tinglado que se financiaba con cuotas, sablazos y unas quinielas que se vendían en el barrio de La Candelaria.

En definitiva que fue un muy agradable encuentro.

Otros tiempos.

5 comentarios en «Una antigua relación clandestina»

  1. Increìble pero verdad, uno vivia aislado de ese mundo, en particular mi persona porque despues de haber vivido en Bilbao y vuelto a Venezuela el Centro vasco me parecìa una cosa extraña a mis vivencias en la capital de Vizcaya o en Gorliz. SIN EMBARGO ME DESENVOLVÌ EN EL AMBIENTE VENEZOLANO Y SU REALIDAD ERA OTRA DE LA QUE HAY AHORA. OJALA UN DIA PUEDA VOLVER A COMER CHIPIRONES EN SU TINTA Y SI SON PREPARADOS POR MI MADRE MEJOR, AQUI EN VENEZUELA. PODER IR A MARGARITA CON MIS PADRES Y HERMANAS , COMER EMPANADAS DE CAZON, PASTEL DE CHUCHO. VER UN JUEGO DE BEISBOL CON MI AMIGO JUAN MARÌA DONDE LOS TIBURONES NO LE DEN NO HIT NO RUN A LOS LEONES SINO TODO LO CONTRARIO COMO DECIA AQUEL ASISTIR CON MI TIO FEDE A UN CONCIERTO DE MUSICA DE WAGNER, CONOCER EL OBSERVATORO CAJIGAL O ASISTIR A UN CURSO DE NAVEGACION MEDIANTE LA ASTRNNOMIA EN EL PLANETARIO HUMBOLDT DADO POR MI TIO. EN FIN QUE VUELVA A HABER DEMOCRACIA Y LLEGUE EL REINO DE DIOS OTRA VEZ Y PARA SIEMPRE.

  2. Un abrazo a los tres desde esta vuestra aldea de antaño del Paraiso en Caracas. Se os ve muy bien. Aquì seguimos de vez en cuando nos juntamos en el txoko del centro, ahora allì sois màs. Viva Venezuela , Gora gu ta gutaŕak, que vaina vale!

  3. Es impresionante, con que facilidad y en nombre del pueblo, se puede cargar una democracia. Cierto que Venezuela no era la sociedad más equilibrada socialmente, pero es que el milagro pretendido de éstos últimos Chaves, Maduro debería sonrojar a más de uno.

  4. Desconocidos de postinante tanto fammosillo sin mérito alguno.
    Gracias por el articulo, o como dicen ahora los pedantes por «ponerles en valor».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *