Sábado 16 de diciembre de 2023
Así empieza una emotiva canción venezolana que habla de despedirse ”a la llanera” como aquí decimos despedirse a la francesa, es decir hacerlo sin decir adiós, porque nos duele hacerlo.
Fue la canción que eligió el nieto de Inés Hernández, al final del funeral tras el parlamento sobre su abuela. Puso la canción y emocionó a todos los que estábamos en la Iglesia de San Ignacio en Algorta en el funeral de Inés Hernánez, una venezolana de Cumanacoa, población del estado Sucre en el Oriente venezolano. Seguramente el sufijo “coa” lo pondría algún vasco, aunque ella vivió en Cumaná y se casó con el gudari del batallón Abellaneda, también estuvo en el Muñatones, natural de Olakoaga, Julián Pérez Boricón, exiliado tras la guerra civil. Tuvieron tres hijos, Mikel, Josu y Julián este último presidente de la Asociación Tierra de Gracia que funciona en Euzkadi. Y allí estaba toda la familia honrando a su querida matrona, que a pesar de esa simbiosis vasco cumanesa viven todos en Euzkadi desde que la actual dictadura desgobierna y sojuzga aquel hermoso país.
Inés hacía con gran mano unas sabrosas hallacas, típico plato navideño envuelto en hojas de cambur (plátano). Hace unos años cuando estuvimos en Bolívar, en la comida anual de vasco venezolanos, le reconocimos su andadura y su bondad.
Julián Pérez fue socio de mi aita en Cumaná. Dos gudaris, uno del Abellaneda y otro del Larrazabal, fundaron una constructora y si uno va a esa parte del Caribe todavía puede ver grupos escolares y casitas estilo caserío vasco que dejaron en el trópico. Les fue muy bien y en 1950 los dos matrimonios hicieron un viaje por toda Europa que siempre recordaban. Solo quedaba Inés quien ha fallecido en Getxo a los 96 años. Recuerdo muy de pequeño un gran mapa de Euzkadi y una ikurriña en el despacho que tenían.
La fotografía está sacada en el comedor de la Torre Eiffel en ese viaje. La fallecida está a la derecha. Y como el nieto puso la canción, triste por cierto, aunque preciosa reproduzco algo de ella recordando vidas de un exilio donde se hicieron grandes amistades y grandes cosas y observando como se inició aquel exilio y al final, cosas de la vida, vuelven a la patria de origen. Quizás por esto en Algorta, con dolor y melancolía, escuchamos esto:
“Por si acaso yo no vuelvo, me despido a la llanera. Venezuela, Venezuela. Despedirme no quisiera porque no encuentro manera, porque no encuentro manera. Si yo pudiera tener, alas para volar pero tengo un corazón que sabe muy bien amar….Mañana cuando partamos, un recuerdo te dejaré. Las lágrimas en tus mejillas que de ti me llevaré…..”
Desgraciadamente Inés se despidió a la llanera pero queda su recuerdo y para nosotros esa canción y esa fotografía de tiempos felices., gracias al oficiante de la ceremonia, un gran sacerdote venezolano y a toda la familia de Inés.
Precioso. Yo Llanera, de pura Cepa y viviendo, en esta, la Madre Patri, me ha calado muy hondo
Gracias X Compartir
Excelente escrito, así somos los que venimos de Venezuela. Hermoso país que refugio a nuestros abuelos y padres. Unos yacen en esas tierras.
Muchas gracias a ti Iñaki por acompañarnos en la despedida de mi abuela y por dedicarle este espacio en tu blog. Y gracias también por la foto, sus bisnietos como dicen ahora, lo están flipando un poco más si cabe con su bisi.
Mila esker Inaki, por tus palabras y por compartir con nosotros esa fotografía y un poco más de su historia.
Un abrazo ,
Familia Perez -Vivanco
Ines fue una persona extraordinaria, magnífica en todos los ámbitos, madre y esposa ejemplar, gran amiga y a pesar de tantos años en Euskadi siempre conservó su venezolidad, deja un legado importante en Bilbao y será siempre recordada con mucho cariño
Ante la tristeza del exilio qué menos que pedir verdad, justicia y reparación.
Es lo que pide, entre loas al Lehendakari por su labor en este campo y en el D.V. un destacado simpatizante del PP que imparte clases de ética en la UPV. Según el ilustre ejecutivo, intelectual y docente y basándose en un libro de José María Calleja de hace 20 años y en «diferentes estudios»que por cierto no detalla, quedan 200.000 exiliados vascos que huyeron de su tierrapor ETA.
Si es verdad, si la justicia así lo decide y si hay que reparar el supuesto desaguisado qué mejor que repatriarles y acabamos con la injusticia y recuperamos pulso demográfico y ético..Si es verdad que son 200.000, o 187.000, me da igual, que vuelvan ya. Y si no es verdad dejen de mentir. Y ya de paso sería bueno que el PP como continuador del franquismo ideológico también pidiera justicia para quienes tuvieron que huir del terrorismo franquista. Es de justicia. Para todos. Y ya van 84 años de esto.
“Por si acaso yo no vuelvo, me despido a la llanera. Venezuela, Venezuela. Despedirme no quisiera porque no encuentro manera, porque no encuentro manera. Si yo pudiera tener, alas para volar pero tengo un corazón que sabe muy bien amar….Mañana cuando partamos, un recuerdo te dejaré. Las lágrimas en tus mejillas que de ti me llevaré…..”
Urrengo arte, nere maiteak.
Y hablando de víctimas del exilio, emocionante el reportaje de Eneko I. Erauzkun publicado hoy en DEIA sobre el desconocido vasco Iñaki Agirregoikoa que fue uno de los Niños de la Guerra exiliados en la extinta Unión Soviética. Transcurrida su adolescencia en Kiev consiguió integrarse como piloto en la aviacion Soviética luchando contra los nazis justo en la época de la derrotaxalemana en Stalingrado. Calificado como héroe por sus compañeros murió al ser derribado su avión en Estonia. Allí fue enterrado y el pueblo de Mustvee dedicó una calle a su memoria. Y nosotros aquí ni sabíamos nada de él porque el miedo ocultó la Historia durante el régimen terrorista franquista.
Y ahora que se conoce el hecho una placa en Eibar daría un poco de verdad, justicia y reconocimiento.
Mientras Iñaki era abatido por el nazismo, el régimen español colaboraba con Alemania con la división azul. Los que regresaron eran héroes. Iñaki no volvió nunca.
QUE DESDE EL CIELO NOS AYUDE A CONSEGUIR LA DEMOCRACIA POR LA QUE TRABAJAMOS LOS HIJOS DE INMIGRANTES QUE DECIDIMOS Y PUDIMOS QUEDARNOS AQUI, POR AHORA. LAS HALLACAS NO SE ENVUELVEN EN HOJA DE CAMBUR SINO DE PLATANO. POR CIERTO QUE EN VENEZUELA ESTE DICIEMBRE DEL AÑÓ 2023 ES SIN HALLACAS Y CON MUCHOS POLICIAS EN LAS CALLES.
Lo de los 200.000 es una mas de las super milongas que nos intenta colar el nacionalismo español. Una mas junto a euskobarometros y deustubarometros, para otro dia.
Si fuera çierto lo de los 200.000 y viviendo yo en la Gipuzkoa profunda supondria que el 10% de mia vecinos habrian huido por la extorsion terrorista. Es decir, de una poblacion de 9.000 habitantes 900 personas…….aqui nos conocemos todos y puedo afirmar que siendo genetosos con el concepto me sobran dedos de las manos para contar los que tal drama incalificable vivieron…….y si, uno solo hubiera sido ya demasiado y ETA y su entorno ejercieton el matonismo y formulas mafiosas, pero por favor, un poco de mesura en la mentira señores nacionalistas españoles, que aqui meten todas las personas que acabada su vida laboral regresaron a sus origenes con su bonita pension por voluntad propia, por ejemplo. Lo que pasa es que el nacionalismo español añora preparar otra como la de Patxi Lopez y como no pueden copar el poder democraticamente quisieran que toda España votara en las elecciones vascas a ver si asi…..
Y siguen intentandolo…..
muy bonito recuerdo. sabia yo hace muchos años que las habilidades culinarias de Inés reunian en su hogar a personas y familias que protagonizaron la historia ilusionante y también dolorosa de Venezuela. en su mesa venezolana se acogió al exilio vasco y más recientemente en su mesa vasca se acogió a los refugiados venezolanos.
Eskerrik asko Borja por tu magnífico recuerdo. Un abrazo. Iñaki