Viernes 19 de diciembre de 2025
La fotografía es de junio de 1977, tras las primeras elecciones muerto Franco. Se constituyó la Asamblea de Parlamentarios Vascos en Gernika, incluyendo a los diputados y senadores navarros, presidiendo dicha Asamblea, Don Manuel de Irujo. La foto es de ese día. Y la reproduzco ahora porque estos dos gigantes de la política vasca dedicaron toda su vida a trabajar por los demás y por su pueblo constándoles mil penalidades. Dieron ejemplo de vida.
Viene a cuento pues tras la intervención del Presidente del Comité Noruego del Premio Nobel de la Paz (Jørgen Watne Frydnes) y del discurso de la Premio Nobel de la Paz (Maria Corina Machado), este artículo de Maria Jesús Valdemoros incide en nuestra responsabilidad individual.
No ocuparse de la política no la hace desaparecer ni la mejora; simplemente dejamos el espacio libre para que otros decidan por nosotros.
Cuando los ciudadanos renuncian a participar, las decisiones quedan en manos de minorías más activas o de intereses particulares, y la política se aleja aún más del bien común.
Y esa implicación no empieza en las urnas, sino en la vida cotidiana: en la escuela, en los barrios, en los lugares de trabajo, en los foros de debate donde se gestan las ideas. Recuperar la conversación pública, aprender a escuchar y a disentir sin despreciar, son también actos políticos en el mejor sentido de la palabra.

El apoliticismo es un virus que hay que combatir democráticamente
Hecho en falta una crítica a los políticos, causantes en buena medida a la desafección social por la política.