Jueves 12 de abril de 2012
En la sesión de control al Gobierno en el Senado, este martes 10 de abril, Joseba Zubia le preguntaba a Rajoy sobre el “Guernica”. Este fue el trámite:
“El señor PRESIDENTE: Punto tercero del orden del día: Preguntas. Preguntas al presidente del Gobierno.
Pregunta de don Joseba Zubia Atxaerandio.
Tiene la palabra su señoría.
El señor ZUBIA ATXAERANDIO: Gracias, señor presidente.
Buenas tardes, señor presidente del Gobierno. Mi pregunta de hoy, aunque no se lo crea, no tiene nada que ver con la crisis que estamos padeciendo ni, en consecuencia, con el déficit, ni tiene que ver con la reforma del mercado laboral en tramitación y, por consiguiente, con la huelga general de 29 de marzo, ni tan siquiera tiene que ver con el proyecto de presupuestos recientemente aprobado por el Gobierno, ni por el acompañamiento de la misma que es la amnistía fiscal, en virtud de la cual piensa recaudar el Gobierno 3250 millones de euros.
Mi pregunta es mucho más sencilla y, además, no es nueva, todo lo contrario, se refiere al traslado al País Vasco del Guernica de Picasso, en el que el pueblo vasco, como amante de la paz, la libertad y la justicia, se ha visto reflejado y retratado. Es algo que ha estado presente en esta Cámara y en la baja desde hace muchísimos años, de manera permanente, pero siempre con un mismo resultado: negativo, por supuesto, y en base a idéntica argumentación: la no movilidad del cuadro por razones técnicas, es decir, por su estado de conservación. Un motivo que, todo hay que decirlo, queda muy bien, pero no es creíble, máxime en los tiempos actuales, en el siglo XXI, en el que nos encontramos.
De ahí, señor presidente del Gobierno, mi pregunta, que no es otra que la de conocer las verdadera razones que, a su juicio, han impedido el traslado del Guernica de Picasso al País Vasco.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.
Tiene la palabra señor presidente del Gobierno.
El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Rajoy Brey): Muchas gracias y buenas tardes, señor Zubia.
Es verdad que su pregunta es sencilla y se entiende muy bien y la respuesta también es sencilla; probablemente sea menos sencilla la respuesta a algunas de las cuestiones que usted planteaba en la exposición de motivos de la pregunta que luego me ha formulado.
Las razones por las cuales no se traslada el cuadro Guernica de Picasso al País Vasco son las razones que en numerosas oportunidades se han explicado en esta Cámara, tanto presidentes del Gobierno, de uno y otro color político, como diferentes titulares de la cartera de Cultura, también de uno y otro color político. Solamente hay criterios técnicos y científicos avalados por informes de cualificados especialistas que el Gobierno asume, como no podía ser de otra manera, en el ejercicio de su responsabilidad de guarda y custodia del patrimonio histórico nacional.
Siento no decirle nada nuevo, pero esa es la verdad. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor presidente.
Senador Zubia, tiene la palabra.
El señor ZUBIA ATXERANDIO: Señor presidente del Gobierno, como era de esperar, más de lo mismo. Y créame que lo siento, porque en contra de lo que pueda pensar, insistir en algo que ustedes dan por cerrado por considerarlo un imposible no supone un ejercicio de irresponsabilidad; sinceramente, no lo es ni estamos ante una cabezonería más de vasco. Se trata, simplemente, de una aspiración legítima -y yo diría que justificada-, ya que el cuadro recuerda lo que constituyó todo un ataque al corazón mismo del País Vasco: el bombardeo de Gernika del 26 de abril de 1937.
Es cierto que el cuadro Guernica está enfermo y precisa, por tanto, de especialísimos cuidados. Y es igualmente cierto que ha realizado hasta treinta y dos viajes a lo largo y ancho del mundo hasta su actual ubicación en el museo Reina Sofía. Por otra parte, es lógico que tanto movimiento haya fatigado el cuadro o la obra, si tenemos en cuenta los procedimientos y medios existentes en la época. Pero, ahora, en el siglo XXI, señor presidente del Gobierno, con la tecnología del momento, con las nuevas y avanzadas técnicas y habiendo recursos que antes eran impensables, resulta imposible de entender que exista obra alguna que no pueda ser objeto de traslado. Hay, qué duda cabe, razones técnicas que deben ser escrupulosa y rigurosamente consideradas, pero me atrevo a decir que, a día de hoy, no suponen un impedimento insalvable.
Expertos observadores de la talla de David Bomford o Ashley-Smith consideran que, si hay suficiente dinero, tiempo y una planificación adecuada, se puede trasladar la obra con un riesgo cero, y añaden, que pueden influir otros factores emocionales o políticos, lo cual está detrás de la negativa: otras razones, que no son las estrictamente técnicas, que tratan de ocultarse.
La que fue ministra de Cultura, la señora Calvo -como recordaba su señoría-, ya en 2004 hablaba de hechos bastante complicados, por tanto, no imposibles. Y tres años más tarde, acerca de las dificultades que implicaría el traslado, volvía a reconocer que no era imposible. Asimismo, el presidente del Gobierno anterior, el señor Rodríguez Zapatero, me decía en esta misma Cámara que el no traslado venía avalado por razones técnicas y museísticas, aclarando respecto a este último concepto que este cuadro era la referencia museística más importante del Reina Sofía; tanto como decir que sin este cuadro el museo perdería dicho sentido o se resentiría claramente. Por otra parte, un ex senador del Grupo Parlamentario Popular, el señor Van-Halen -de todos conocido-, sostenía en la comisión de Cultura que es justo que en el País Vasco quieran tener el cuadro, y añadía: quede claro que el Grupo Parlamentario Popular entiende que al Guernica quieran conocerlo directamente los vascos.
Señor presidente del Gobierno, esto es lo que desea este senador: que los vascos, porque es justo –repito las palabras del senador Van-Halen-, puedan conocer directamente en Euskadi el cuadro, sin escudarse o atrincherarse en razones técnicas –que no son sino razones interesadas, por no decir políticas. Sin embargo, un miembro de su Gobierno, el señor ministro de Educación, Cultura y Deporte, no parece estar nada de acuerdo con el mencionado ex senador, pues para él el nombre y el cuadro ya no son argumento suficiente, como tampoco su ubicación, pues puede disfrutarse perfectamente del mismo desde Gernika o desde cualquier otro sitio. Un ministro que, por cierto, cuando no tenía responsabilidades de Gobierno, y era ministro de Cultura el señor Solana, don Javier, ante la negativa de este a trasladar el Guernica, comentaba a mi compañero Anasagasti algo así como: vaya bobada, se mete en una caja precintada y acondicionada, se os presta y se devuelve. Lo único que tenéis que asegurarle al señor Solana es que vuelve a Madrid. Cómo han cambiado las cosas en veintitrés años. (Rumores.)
Señor presidente del Gobierno no nos engañemos, estamos ante una cuestión de mera voluntad política. Es más, el Parlamento vasco, en 1997, por unanimidad –es decir, con el voto favorable de los parlamentarios de su partido-, acordaron dirigirse al patronato Reina Sofía, solidarizándose con la petición formulada por la fundación del museo Guggenheim Bilbao, para que el cuadro fuera trasladado y exhibido temporalmente en Bilbao. Y hasta el expresidente, señor Aznar, cuando Arzallus, y el aquí presente, senador Anasagasti, acudieron a su despacho a Madrid a sellar el compromiso de investidura de 1996, manifestó: Sabéis que mi padre era de Bilbao. Una foto allí con el cuadro serviría para pasar la página de la guerra civil. Creo que en ese encuentro también estaba su señoría, actual presidente del Gobierno. Y, si no, que me corrija mi compañero y senador Anasagasti.
Termino, señor presidente. Dentro de seis días, el 27 de este mes, se cumple el 75 aniversario del bombardeo de Gernika. Sería sencillamente fantástico que, con tal motivo, pudiera hacerse, cuando menos público, el compromiso del traslado del Picasso, que no es más que un grito contra la guerra, y lo que ella representa: la muerte, la destrucción, la violencia, el horror, el drama, vaya a ser trasladado por fin a Euskadi; eso sí, una vez resueltas todas las exigencias técnicas que sean necesarias para garantizar la conservación de la obra…
El señor PRESIDENTE: Señoría, vaya terminando.
El señor ZUBIA ATXAERANDIO: Termino, señor presidente.
…para el traslado y su posterior exposición.
Además del gesto que implica tal compromiso, el momento no podría ser mejor. Le digo lo que tuve ocasión de manifestarle al anterior presidente del Gobierno con resultado —a la vista está— negativo. Una obra como el Guernica, que ha venido siendo durante tantísimos años un símbolo contra la guerra, contra la incultura de la guerra, estaría …
El señor PRESIDENTE: Señoría, termine.
El señor ZUBIA ATXAERANDIO: Termino, señor presidente.
… llamado a convertirse, 75 años después, en símbolo del entendimiento, la convivencia y la reconciliación. En definitiva, en símbolo de la esperanza y de la cultura de la paz.
Muchas gracias, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Zubia.
Tiene la palabra el señor presidente del Gobierno.
El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Rajoy Brey): Muchas gracias, señor presidente.
Señor Zubia, comenzaba usted su última intervención diciendo que la respuesta era más de lo mismo y que lo sentía. Es verdad, es más de lo mismo y, créame, yo también lo siento. No tengo ningún interés en no atenderle en las peticiones que me parezcan atendibles y sean razonables. Habla usted de nuestra cabezonería. Yo ni siquiera le voy a discutir esto; solamente le voy a plantear —porque a lo mejor no es malo pensar sobre este asunto— si la cabezonería puede ser de otros distintos que de los que estamos en el Gobierno de España o antes estuvieron en el Gobierno de España. Porque, fíjese usted: que la señora Calvo, el señor Solana, el señor Rodríguez Zapatero y yo coincidamos, debería moverles a ustedes a darle una pensada en relación con este asunto. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)
Es probable que haya algunas personas de las que usted ha citado que hayan dicho una cosa u otra en un momento u otro de la historia, pero lo cierto es que nadie —y creo que no fue por cabezonería; desde luego, en mi caso no lo es— ha autorizado el traslado.
Este es un asunto que lleva debatiéndose aquí muchísimos años. Yo fui ministro de Cultura, y en el año 1999 yo también tuve que responder sobre este asunto —y créame que me lo estudié, porque me gusta saber de lo que hablo y dedicarle el tiempo suficiente a los asuntos—, y no fue posible; no fue posible única y exclusivamente por razones técnicas y, por tanto, la respuesta hoy sigue siendo exactamente la misma que yo di en el Congreso de los Diputados siendo ministro de Cultura en el año 1999. Pero esa respuesta es la misma que justificó que, por ejemplo, la ciudad de Barcelona, con motivo de los Juegos de 1992, pidiera el traslado del Guernica y no se pudiera hacer. También Japón, para rememorar el 50 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima o después en Francia —se lo pidió el presidente de la República francesa, entonces François Mitterrand, a su Majestad el rey de España. Y es que esta no es una decisión política, y es lo que quiero transmitirle a usted. Además, le pido que me crea
—no tiene porque hacerlo—, son los expertos los que dicen que no estamos en condiciones de trasladar el Guernica. Usted ha apuntado aquí algunos nombres, y yo tengo otros muchos más aquí —supongo que usted tendrá otros, pero creo que no hace al caso que hagamos una discusión y que tengamos una polémica para ver quien aporta más nombres—, pero lo que en estos momentos una inmensa mayoría de los expertos recomiendan —no solo españoles sino de otros países— es que esto no se produzca. Incluso tan delicada es la situación del Guernica que se está realizando hoy
—supongo que lo conocerá usted— un nuevo estudio del cuadro mediante el proyecto “Viaje al interior del Guernica” —se llama así— a través del cual un automatismo robotizado suministrará una información precisa que permitirá anticiparse a cualquier posibilidad de deterioro adicional porque, evidentemente, el deterioro ya existe.
En estos momentos y con ocasión del 75 aniversario, se inaugurará en el museo Reina Sofía en el mes de octubre una exposición: Encuentros en los años 30, una de las exposiciones más importantes que el museo organizará este año y que nos ayudará a comprender mejor una década decisiva en la historia más reciente de Occidente. Este proyecto va a recoger la trayectoria de los artistas internacionales más importantes del momento, en un ambiente de creciente tensión y enfrentamiento, y servirá para conmemorar los 75 años del Guernica, de Picasso, en el museo Reina Sofía.
Espero –y le invitaré personalmente- que usted asista y estemos los dos juntos en la inauguración de esta exposición, invitación que traslado a todos los señores y las señoras miembros de esta Cámara, incluido, por supuesto, el señor Anasagasti.
Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular en el Senado.)
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor presidente del Gobierno.
Senador, le han dado dos argumentos breves sobre por qué no va el cuadro comprado por el Estado a donde el PNV quisiera.
Los ha colocado, Carlos, en otra de sus entradas. Me tomo la libertad de reproducirlos aquí, confiando en que Carlos no se lo tome a mal:
«Carlos
12 abril 2012 en 15:18
No os lo prestan por 2 motivos:
1. Lo vais a usar de forma publicitaria.
2. Os vais a negar a devolverlo (el gobierno vasco pneuvero no quiere que le presten el Guernica, quiere su propiedad, por mucho que este clarísimo que es del estado.»
Ya vé, lo de «palabra de vasco» sirve para tonarse unas «rabas» en el Casco Viejo y pagarlas en la barra diciendo cúantas se ha comido uno, pero no para confiar que el cuadro prestado será devuelto.
Efectivamente, esa falta de credibilidad a que lo devolvieran es una importante causa técnica que impide la cesión. No había pensado en ello hasta leer a Carlos.
Saludos
Ni es de ellos ( del PNV) ni lo merece ese partido proetarra vasco ni la sociedad vasca en general.
Lo han demostrado a las claras tanto el vasco anasagasti ( el de la doble moral y el concepto confuso cuando se trata de vascos asesinos de niños) como los cuarenta años de asesinatos de esa gentuza asesina a los que este «señor» no pone reparo alguno.
Es del Estado Español, por derecho y por merecimiento. Ya hemos soportado año a año los asesinatos de esa GENTUZA que durante 40 años han estado pretendiendo matar a Franco al asesinar niños inocentes.