Domingo 15 de abril de 2012
Al rey no lo ha elegido nadie. Lo puso ahí la voluntad de un dictador en 1969 y, en 1978, la presión militar hizo que, enla Constituciónespañola se consagrara el sistema de monarquía parlamentaria sin haber hecho previamente un referéndum sobre el sistema representativo. O monarquía o república. Cuando Franco dijo aquello de que dejaba todo «atado y bien atado» se refería a esto. Y los militares de la época, tomaron nota.
El intento de golpe de estado del 23 de febrero de 1981 fue un acto más y un acto propio de la irresponsabilidad del inquilino deLa Zarzuela. Dioalas a las críticas contra el presidente Suárez, hizo lo posible para que éste dimitiera y lo despidió en un pis pas, impuso que el general Alfonso Armada fuera el segundo jefe del estado mayor frente al ejecutivo, tardó una eternidad en salir a decir a las guarniciones que volvieran a su sitio, no permitió que quienes habían estado con él la noche famosa comparecieran en el Juicio de Campamento, en fin, todo muy típico de un Borbón irresponsable al que le gusta Borbonear. Lo malo estuvo en que encima el PSOE y el PP, por interés propio nos han mentido durante treinta años diciendo que fue el rey quien salvó la democracia en España. Una gran mentira.
D. Juan Carlos ha sido un rey aparentemente campechano y popular porque no ha tenido a su lado y enfrente unos medios de comunicación críticos que hayan informado de quien es en realidad este sujeto y de lo que hace. Se presenta como un ejemplar padre de familia cuando ha ofendido a su esposa la reina continuamente con su segunda vida. El matrimonio no existe, es una mera fotografía. Y sin embargo continúa la farsa.
Se ha presentado como un hombre que ha propiciado que los empresarios españoles hagan negocios en el extranjero, cuando quien los ha hecho ha sido él y nadie ha podido fiscalizar las comisiones y regalos que ha recibido.
Tras la guerra de Irak decidí no actuar como los socialistas y los conservadores. Decir y criticar lo que siento hacia esta gran farsa que no resiste el paso del tiempo. Tras la guerra de Irak, denuncié su inhibición ante aquella iniciativa malhadada del gobierno de Aznar, denunciando que la monarquía erala Instituciónmás prestigiada porque existe una férrea censura en relación con ella. Y el tiempo me ha ido dando la razón.
Urdangarin roba porque ve a su alrededor robar. El nieto se pega un tiro en el pie, porque es lo habitual en una familia de cazadores que no respetan reglas y el rey se va, en plena crisis a Botsuana sin decírselo al presidente del gobierno, porque sabe que hacerlo no es lo correcto y porque Rajoy no le va a pedir explicaciones. Es decir, actúa con mala fe. No es serio que un Jefe de un estado europeo ante la que está cayendo y después de decir que el paro juvenil le quita el sueño, se vaya a cazar elefantes a África invitado por una serie de millonarios de los que nunca nos dirán quienes son ni que consiguen a cambio. Seguramente son los mismos que mantienen las condiciones para que ese paro juvenil crezca.
Pero el rey es así. Un frívolo, un irresponsable, un hijo de la mala educación que le dio la dictadura, un mujeriego en declive, un señor que no ha leído un libro en su vida, un comisionista y una persona que ha logrado estar ahí gracias a la censura con la que le han protegido estos años el PP y el PSOE.
Pero la gente no es tonta. Ha hecho falta un accidente de esta entidad, imposible de ser tapado, para que en abrir y cerrar de ojos nos hayamos enterado quela Reinaestá en Grecia y no piensa ni venir a ver a su marido, y para que nos enteremos que Rajoy no tenía ni idea donde estaba el Jefe del Estado y la razón por la que el abuelo no había ido a visitar al nieto en la clínica. También hemos comprobado que la ley de transparencia del PP no vale para el rey, que el nuevo jefe de prensa deLa Zarzuela, es tan malo como los anteriores, así como que el rey y sus amigotes siguen y seguirán haciendo de su capa un sayo.
Pero esto tiene arreglo. Sé que por esta razón no va a llegarla III Repúblicapero pueden hacer algo más el PP y el PSOE. Dejar que el Parlamento controle los abusos reales. Dictar normas para que este señor no viaje sin que no se entere por lo menos el ejecutivo y que sus viajes de cacería no los paguen empresarios desaprensivos como primera medida. La segunda sería prohibirle cazar animales de cualquier tipo. La ejemplaridad de una familia pasa por una conducta ejemplar y la del rey Juan Carlos está en las antípodas de estas cosas. Y, finalmente, decirle que por favor abdique. Que se vaya y que a ser posible llegue a la jefatura del estado alguien elegido democráticamente y si el PSOE todavía no se atreve, atarle en corto al heredero de este irresponsable. Por menos, por cuatro trajes, al presidente valenciano le han juzgado y por menos, el rey Balduino abdicó y en Bélgica le mandaron a Leopoldo a cuidar su huerta.
Vuelvo a repetir. La culpa la tienen Rajoy y Rubalcaba y hasta Cayo Lara que le debería decir al PSOE que no pacta con este partido mientras no se oxigene y depure el ambiente mefítico de una Jefatura del estado tan extremadamente corrupta.