Socialistas de élite

Lunes 23 de abril de 2012

De Suresnes al club del millón de euros

EI pasado jueves presenté en el Centro Riojano de Madrid, junto a su autor Javier Chicote, la editora del libro María Borras y el presidente del Centro Riojano, “Socialistas de Élite» un libro muy notable, que no carga las tintas en los juicios de valor en relación con todos aquellos socialistas que una vez lo fueron y como tales llegaron al equipo de Felipe González. No se trata pues de un relato de socialistas en activo, como Pérez Rubalcaba o Guerra (aunque la fecha de edición no les cogió a Marín, Chaves y Bono), sino es el seguimiento biográfico de aquella generación que llegó al poder en 1982 y saber que es lo que hacen ahora. De la pana, al caviar, podría ser también otro de los títulos del libro, porque de aquel Isidoro que se presentó en Suresnes con Mugica y Guerra, no queda nada. Absolutamente nada. Sus amigos no son los descamisados de Guerra sino los inmensamente ricos como Carlos Slim y otros potentados.

A todos estos socialistas les he conocido del otro lado de la barrera, es decir cuando eran ministros o secretarios de estado y por eso, analizando el balance que nos deja Chicote en su libro, lo que impresiona es que González, Solana, Solchaga, García Vargas, García Valverde, Cosculluela, Aranzadi, Egiagaray… no se hayan juntado para crear una fundación en favor de algo, sino cada uno ha ido por su lado y se ha convertido en un grande o pequeño capitalista donde lo que les mueve es su interés y el afán de lucro, el cobrar de los mil consejos en los que participan, ejercer las centenares de influencias que usan en función del cargo habido y a veces la nula humanidad. Ser socialista ¿ para eso?.

Se puede entender con treinta años y una vida por delante pero que sesentones y setentones con los hijos criados y educados, las casas compradas y los deberes hechos, solo piensen en dinero llama la atención. El juicio, desde al punto de vista ideológico, no es nada favorable.

Termina Chicote su libro entrevistando a Vera y Barrionuevo. El primero debe tener un borrador escrito con todo lo hecho en la etapa del Gal. Más de uno estará incómodo por el dato. Pero, con acierto, Chicote termina su libro con un epílogo donde habla de la coherencia de Julio Anguita.

Éste vive modestamente de una pensión, hace la compra, juega a las cartas, da conferencias, opina y escribe cuando se le requiere y se ha convertido en un sabio de la vida. Frente al enriquecimiento socialista, la frugalidad del cordobés. Y es que se puede ser todo en la vida menos un desclasado. Lo comenté al terminar mi presentación. Había visto una entrevista del Loco dela Colinaa Joselito, el torero retirado que ha sacado un libro de memorias. Al final el Loco, le pregunta al Maestro si es un nuevo rico o un viejo pobre. Joselito reflexiona y le dice. “Las dos cosas, pero tengo dos hijas y les recuerdo que yo viví en una buhardilla de ocho metros cuadrados con un baño para cuatro buhardillas y si ahora vivimos bien, venimos de aquello, y eso marca. Y el Loco cerró diciéndole: “me gusta la gente que no se desclasa. ¡Ole Maestro!”.

Sin embargo ésto no puede decirse de los socialistas de Felipe González. La investigación y el trabajo de este joven investigador como Javier Chicote, valen la pena. Lo recomiendo.

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