Domingo 6 de mayo de 2012
Cuando hablo de países americanos, nombro a países americanos. Es decir de los países que conforman América. Porque son tan americanos los canadienses, como los ecuatorianos. No sé cuál es la razón para que el gentilicio se lo hayan apropiado los estadounidenses.
Dicho ésto, recuerdo sobre algo interesante que hicimos hace tres años. Un día nos llamó el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos a los presidentes de las distintas comisiones que tenían que ver con su departamento para que almorzáramos con él en el Palacio de Viana. Se trataba de escuchar al ministro y que el ministro nos escuchara. Moratinos hacía estas cosas. Nada que ver con García Margallo y su mayoría absolutísima. Lo de hoy es ordeno y mando.
De aquel almuerzo salí con la encomienda de crear enla Comisiónde Asuntos Iberoamericanos una ponencia para estudiar la situación jurídica de las empresas españolas en América Latina. Al poco la creamos.
A puerta cerrada, con plena libertad para hablar, empresarios de todo tipo (banca, hostelería, servicios, medios de comunicación, cooperativas, turismo, bienes de equipo, pymes, constructoras, patronales y todo lo que por aquellos países se mueve) pasaron por nuestra ponencia.
Les garantizamos confidencialidad y muchos de ellos nos hablaron de la mayor lacra de algunos países inseguros jurídicamente como es la mordida, la coima, la corrupción. Argentina se llevaba una de las palmas.
Pasado más de un año de trabajo, redactamos unas valientes e interesantes resoluciones y recomendaciones, tras analizar una serie de países y ver sus riesgos. Y lo aprobamos en el pleno por unanimidad. El país mejor parado salió Chile, y de Argentina decíamos lo siguiente:
“Argentina es un país con una alta volatilidad institucional, y que carece de un marco regulatorio objetivo, además de incumplir las normas existentes, por tanto su seguridad jurídica no resulta consistente. Se ha señalado además que esa inseguridad es creciente en el sector audiovisual y energético.
“Es un país con un elevado riesgo del denominado “sudden stop”, esto es, una caída brusca de las entradas de capital con los riesgos agregados que ello conlleva. Hay que decir que la mayor parte de las empresas españolas invirtieron en Argentina, incluso resultaba casi obligado estar posicionado allí y convertirlo en plataforma para la entrada en otros países dela Región.
“Pues bien, ahora las experiencias en muchos casos han sido negativas con riesgos e inseguridades recientes. Los constantes cambios regulatorios cuando surge algún problema financiero, por otra parte habitual, colocan a las empresas españolas en situación de indefensión y además en muchas ocasiones sufriendo perjuicios para la imagen y la marca a través de campañas de desprestigio no desmentidas ni frenadas por las instituciones públicas.
Por todo ello, muchas de las empresas invitadas a participar en la ponencia manifestaron sus experiencias negativas en este país, expresando incluso que no volverían a invertir si tuvieran la oportunidad”.
Este trabajo, aprobado en el pleno, lo hicimos hace dos años. Lo distribuimos en embajadas, Cámaras de Comercio, inversores y gente interesada. No tuvo el menor eco, salvo en Argentina, donde nos criticaron a placer. Pero ahí está.
Cuando el pasado fin de semana la presidenta argentina nacionalizaba YPF y sacaba a empujones a los directivos y al personal español de su sede, a nosotros no nos extrañó lo más mínimo. Empresarios, tanto vascos como españoles, que habían pasado por la ponencia nos hablaron de lo que es el peronismo en el poder como rama corrupta y mafiosa de lo que puede ser un sistema de partido en una nación de la que hacían esta diferencia: Una esla Argentinaseria, profunda, rica y con posibilidades y una muy otra su deplorable sistema de gobierno, mezcla de populismo, culto a la personalidad, ineficacia, falta absoluta de seriedad, inseguridad jurídica y creciente acumulación de tensiones superadas en cierta manera por el precio de la soja. Y al frentede todo esto una señora arbitraria rodeada de un equipo de áulicos quien con su mayoría absoluta hace y deshace a conveniencia propia. Lo ocurrido pues con YPF, hecho a una empresa que representa en esta forma a una España debilitada, en crisis, con una jefatura del estado irresponsable y con riesgo de ser intervenida, no era de extrañar. Los militares argentinos, salvando las distancias, trataron de hacer algo parecido con las Malvinas, encontrándose al poco con la horma de su zapato. España solo tiene ahora la vía jurídica y cierto apoyo internacional, pero muy tenue.
Sin embargo el gobierno argentino tiene ante sí la vía demagógica, los chinos y sus inversiones y el caldear el puchero. Con amenazas españolas, el peronismo sucesor de Eva Duarte, no se va a mover un milímetro.
En Argentina hay muchas empresas vascas que capean el temporal como pueden y que si tuvieran la mínima oportunidad dejarían de trabajar en aquel inseguro país porque en un estado de derecho el bien más preciado para trabajar es la seguridad jurídica, la previsibilidad y la seriedad.
Con ésto solo quiero destacar que todos aquellos agentes que pasaron por nuestra ponencia sabían lo que decían. Y el gran mérito de muchos de ellos es trabajar en muy malas condiciones, con el chubasquero puesto, porque entre otras cosas, salvan la cuenta de resultados de sus empresas matrices en Euzkadi. Y no es poco el mérito.
Como siempre he sido partidario de leer diversas opiniones y veo que esta que escribe aquí fué después de haber tenido reuniones con empresarios españoles y el ministro de Asuntos Exteriores llegándose a crear la Comisión de Asuntos Iberoamericanos para estudiar la situación jurídica de las empresas españolas en América Latina y de ahí haya salido la conclusión que aquí describe, quisiera enviarle otras apreciaciones muy distintas escritas por personas capacitadas para ello, tales como:
1- Análisis de Adolfo PÉREZ ESQUIVEL Premio Nobel de la Paz y presidente del Servicio Paz y Justicia de Argentina. Entre otras cosas dice:
La decisión presidencial de re-nacionalizar YPF es el camino correcto hacia la recuperación de la soberanía nacional. Camino difícil y lleno de obstáculos, pero que hay que asumir y recorrer con mucha fuerza y esperanza.
Tenemos que apoyar a nuestra presidenta, que tuvo el coraje y decisión política de asumir este reclamo popular de años, para fortalecer la decisión gubernamental que ha provocado más de un cimbronazo de intereses económicos y políticos.
El Gobierno español se escandaliza del Gobierno argentino defendiendo lo indefendible, a una empresa como Repsol que TUVO GRANDES GANANCIAS Y POCAS O NINGUNA INVERSIÓN en el desarrollo de la producción petrolera.
Recordemos a Aerolíneas Argentinas que Iberia desmanteló y fundió, llevándose equipos, motores, aviones y todo lo que pudo y después del desastre, el Gobierno argentino tuvo que asumir la re-nacionalización y hacerse cargo de la deuda y los desastres dejados por las empresas.
Hoy, la nacionalización de YPF vuelve al mismo problema, la falta de inversiones, el desabastecimiento, los costos y las deudas, los activos y pasivos que deja Repsol son enormes y es necesario tener mucha serenidad para volver a hacer rentable la empresa.
Muchas veces he señalado, que un país que no controla sus recursos naturales y las empresas estratégicas necesarias para el desarrollo integral, es un país sin soberanía.
REPSOL pretende COBRAR a Argentina y pasar por ACREEDOR cuando es el GRAN DEUDOR del pueblo argentino. El GOBIERNO DEBE EXIGIR a la empresa EL PAGO DE LO NO CUMPLIDO
Los países europeos protestan contra Argentina y dicen que el país no es seguro para sus intereses. Quienes no son seguras son las empresas transnacionales como Repsol y otras, que vienen a explotar y no a invertir para el desarrollo y la vida del pueblo. NO ESPERAMOS CARIDAD SINO RESPONSABILIDAD, y no la tienen.
Hay que hacer un fuerte llamado a los legisladores para establecer leyes e impedir que un Gobierno privatice los bienes y recursos que son patrimonio del pueblo y no de los gobernantes, tanto nacionales como provinciales. La decisión sobre ese patrimonio debe ser adoptada por el pueblo a través de consultas populares de acuerdo al derecho constitucional, evitando que se produzcan hechos semejantes.
YPF tuvo su etapa de esplendor y orgullo nacional, hoy es solo un recuerdo y el Gobierno actual debe remontar un pesado camino que deja la irresponsabilidad de Repsol.
El Gobierno debe actuar también, antes de que sea tarde, sobre las empresas mineras, que se llevan el 97 % de lo extraído con una simple declaración jurada, y la venta del territorio nacional.
El país ha dejado su derecho soberano para someterse a tribunales internacionales que no tendrán en cuenta el derecho del pueblo argentino. Ese es el fruto de la época de privatizaciones del Gobierno de Carlos Menem que se sometió a los intereses extranjeros y provocó grandes daños al país.
Esperamos que la decisión presidencial de re-nacionalizar YPF avance y para lograrlo debemos apoyar decididamente la recuperación de la soberanía, con serenidad y firmeza.
2- Atilio A. BORON, director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales, incide en que la pugna del Gobierno de Cristina Fernández «no es con España, sino con una empresa que ha incurrido en las habituales técnicas depredadores de las multinacionales». Además de defender las «fundadas razones» del Ejecutivo argentino para nacionalizar YPF, pider ir más allá y critica la respuesta en clave de amenaza del Estado español, ya que ha desatado virulentas reacciones por parte de las autoridades del Estado español y sus voceros, tales como las que fueron proferidas por altísimos funcionarios del Gobierno comenzando por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría; el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y otras figuras menores del séquito de La Moncloa y secundadas por un coro impresentable de mal hablados e ignorantes hasta el tuétano que dicen ser periodistas, pero que, en realidad, parecen más bien ser supervivientes descartados del casting que Luis Buñuel organizó para seleccionar a los mendigos de Viridiana.
Alentados por sus mandantes, estos personajes repiten desaforadamente y sin gracia el libreto que les pasan sus mentores, auspiciantes y empleadores, no ahorrando epítetos dirigidos a la presidenta, Cristina Fernández, sus ministros, el partido del Gobierno y, ya en el aquelarre, a todos los argentinos, cómplices indirectos del «robo» sufrido por una inocente españolita llamada Repsol.
Y piden la ayuda a sus compinches europeos, esos bribones que perpetraron el golpe de Estado en Grecia cuando el pobre Papandreu, tuvo la inoportuna idea de decirle a quienes ahora acuden en ayuda del Gobierno español que quería solicitar la opinión de los griegos acerca del plan de ajuste salvaje que le proponían sus salvadores. Al día siguiente, la pérfida troika que hoy gobierna Europa -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI- lo desalojó a puntapiés en el trasero y lo sustituyó por uno de los suyos: un émulo contemporáneo del consigliere de don Corleone, para que maneje con la pulcritud propia de un tahúr del casino financiero global los destinos de Grecia. Por supuesto, estos bandidos no operan solo en Grecia y están asolando casi toda Europa, como bien lo saben quienes viven en el territorio del Estado español, sometidos a un ajuste de una brutalidad que no tiene nada que envidiar a las peores experiencias latinoamericanas en la materia. La cosa no es pues solo con Grecia, es con todos.
En su afán por defenderse de la agresión argentina, Rajoy y los suyos buscaron (y consiguieron) el apoyo del emperador y premio Nobel de la Paz, así como de don Felipe Calderón en México, quien por su ineptitud e inmoralidad sumió a ese maravilloso país en la crisis más grave del último siglo, por decir lo menos. Postrado indecorosamente ante los dictados de Washington y la violencia criminal de los narcos, Calderón se rasga las vestiduras junto a los “paniaguados” del Partido Popular ante la tibia medida adoptada por el Gobierno argentino.
Como dijera hace apenas un par de días un colega de la Universidad de Sevilla, Torres López, «confundir los intereses de Repsol con los de España es un insulto a la inteligencia de los españoles. Ni es española por la composición de su capital -mayoritariamente en manos de intereses extranjeros-, ni por la estrategia empresarial que persigue ni, como he dicho, porque beneficie principal o sustancialmente a las familias o empresas españolas. Más bien todo lo contrario», aunque Felipe, príncipe de Asturias y heredero del trono de España (hasta el momento en que los españoles se despierten y acaben con una institución tan inútil, parasitaria, costosa y corrupta como la monarquía), ha agradecido «todo lo que Repsol hace y ha hecho, que es mucho, por el bienestar de numerosos países, así como expresar todo el apoyo a quienes hacen posible su importante tarea en España y fuera de España».
En su artículo, Torres López aporta algunos datos interesantes de lo mucho que Repsol ha hecho por el bienestar de España, en palabras que hago mías sin reservas: «UTILIZA PARAÍSOS FISCALES para tratar de tener aquí la menor carga fiscal posible, ha destruido empleo y a docenas de pequeñas y medianas empresas españolas las a sometido a condiciones de pagos draconianas a pesar de que cuenta con abundantes recursos financieros y liquidez suficientes».
En síntesis, el pleito del Gobierno argentino no es con España o los habitantes del Estado español y todas las transnacionales sin excepción incurren en todo el mundo en prácticas depredadoras.
Gracias a los corruptos políticos argentinos y su negligencia Repsol pudo explotar los yacimientos conocidos, y hacerlo de mala manera, sin cuidarlos como se debe, y sin tener tampoco que preocuparse por tomar los riesgos financieros que supone la exploración y búsqueda de nuevos mantos petrolíferos o gasíferos, cosa a la que “contractualmente estaba obligada”. Pudo también remitir el 90% de sus utilidades, ante la mirada distraída de los entes estatales encargados de fiscalizar sus operaciones en la Argentina. INCREÍBLE PERO CIERTO, lean esto: Pudo ocultar operaciones, al punto tal que recién con la intervención de Repsol-YPF se conoció que había una compañía denominada Repsol YPF Gas S.A, que se encontraba en poder de Repsol sin que los sagaces ojos de los funcionarios de diversos entes reguladores de Argentina se hubieran percatado de ello. Por eso, cuando la presidenta envió el proyecto de ley expropiando las acciones de Repsol en YPF no incluyó la de aquella empresa, cosa que hubo de corregir apresuradamente una vez que la intervención hizo el anuncio correspondiente.
Estas prácticas de ocultamiento, fuga de capitales, evasión fiscal, incumplimiento de obligaciones contractuales son corrientes en el mundo de las grandes compañías. Y ocurren porque los gobiernos “corruptos” consienten este tipo de conductas. De otro modo sería imposible.
De todas formas esto es apenas un primer -y tibio- paso, hay que ir mucho más a fondo. No se entiende por qué no se expropian otras empresas o es que se piensa, erróneamente, que las demás actúan con patrones de moralidad y eficiencia superiores a la de la española? ¿O que la crisis energética se solucionará actuando solo sobre Repsol-YPF?
Como se puede apreciar, son muchas las críticas que se pueden formular a la iniciativa de la Casa Rosada. Pero, de lo que no cabe ninguna duda es que no se debe identificar a España con Repsol. Para nosotros España son los versos de Machado, Alberti, Hernández, García Lorca; la pintura de Picasso y la tragedia de Guernica, fabulosamente retratada por su pincel; es Manuel de Falla y Pablo Casals, o la filosofía de Sacristán Luzón, Sánchez Vázquez y el humanismo de Roces, Gaos, Imaz. Y entre quienes están entre nosotros, la excelsa pluma de don Alfonso Sastre, la de él y su sombra, a cuál más incisiva.
Eso es España para los argentinos. Y no la picaresca ramplona de lobistas como Felipillo o Aznar, el siniestro ascetismo de Escrivá y Balaguer, o la obra, la obra de verdad que impulsa el Opus Dei, de los saqueadores profesionales que se lanzaron a la reconquista de América a caballo del tsunami neoliberal que asoló nuestras costas desde mediados de los ochenta, expertos en vaciar empresas, fugar capitales y corromper políticos y periodistas.
Tenemos una larga lucha por delante. Los pueblos de España y de América Latina y el Caribe debemos ser conscientes de que tenemos los mismos enemigos. Los que destruyen la legislación laboral y provocan paro y empobrecimiento en el Estado español son los mismos que han provocado el holocausto social y ecológico que hoy padecen los países de este lado del Atlántico.
3- El expresidente argentino Carlos Menem, impulsor de la privatización de YPF en 1999 y actualmente Senador ha anticipado que apoyará la expropiación del 51 por ciento de las acciones de la petrolera en manos del grupo español Repsol argumentando que el actual escenario «no es el mismo» que había cuando promovió como presidente del país una ola privatizadora de empresas del Estado y sostuvo que Repsol «no invirtió» en Argentina. «No tengo nada contra los españoles pero el error de Repsol era que no invertía en Argentina. Sacó todas las ganancias fuera», ha indicado.
El exmandatario ha admitido que sabe que será criticado por esta decisión de apoyar el proyecto del Gobierno de la presidenta Cristina Fernández y ha opinado que «nadie va a dejar de invertir en Argentina porque un país esté haciendo valer sus derechos».
Le cito textualmente: «empresarios tanto vascos como españoles…», jajaajaja. Me parto… ¿Hasta que nivel de ridiculez será usted capaz de llegar?. Y digame, si Vasco y español son 2 cosas distintas, como de desprende de su frase, y Moratinos les pidió investigar la situación de las empresas españolas,¿ porqué investigaron también las vascas?, si según usted son cosas distintas. Se lo prometo senador, suelo leerle porque antes de 20 segundos suelo terminar estallando en carcajadas.
Pida que le fiche Buenafuente.
Es decir que Ud. no acepta los comentarios de los demás…pues vaya demócrata que es…o acaso se cree superior a todos ellos….o en realidad es que se acomplejó al ver sus nombres y opiniones?