El libro de Xabier Irujo y el Museo de la Destrucción de la Villa

Sábado 11 de agosto de 2012

El viernes 10 de agosto nos había convocado  Xabier Irujo a la presentación de su libro “El Gernika de Richthofen” un buen  trabajo de investigación histórica que le ha llevado tres años hacerlo y en el que ha tocado todo lo ya tocado y lo tocable en relación a lo dicho y escrito sobre el bombardeo con una tesis de fondo: Los trescientos y pico muertos que dice el parte oficial en relación con las  víctimas  no se atiene a la verdad. Por lo  menos son cuatro veces más. Al franquismo no le interesó divulgar una cifra que respondiera a la realidad pues  nadie mejor  que ellos sabían lo que había debajo de una   Villa derruida tras el pase de cinco batidas de  aquellos Junkers con  bombas incendiarias y destructivas. Si solo en Durango hubo esa cantidad de víctimas, en Gernika, hubo el cuádruple.

Lo malo es que los franquistas entraron tres días después y si bien Gernikazarra, trabaja con datos constatados de los informes en hospitales, en el cementerio y personales la tesis de Xabier Irujo va más allá y saca sus propias conclusiones en este interesantísimo libro que recomiendo. Yo mismo aporté al archivo dela Fundaciónla carta de Leizaola con el número de muertos que hizo oficial el Gobierno Vasco. La traje de los archivos de París.

Lo malo del acto es que estaba organizado en  la antigua fábrica de pistolas Astra hoy convertida en espacio cultural pero como aún no está inaugurada, el   Gobierno Vasco y su departamento de Cultura prohibieron se hiciera, allí y la tal presentación se realizó a sala llena en el Museo dela Pazde Gernika. Con este trasiego llegué tarde y estuve, como están muchos en los funerales, fuera del pórtico de la iglesia. Y allí pude hablar con concejales del PNV de Gernika.

Les comenté mi parecer personal sobre el Museo. No soy partidario de Museos dela Paz. La  idea es loable, pero Gernika fue destruida porla Legión Cóndoral servicio de Franco y su sublevación. Y el Museo debería estar dedicado  a  este hecho singular e histórico. La gente quiere ver lo que ocurrió en copias de los  bombarderos, de  los pilotos alemanes, cómo era un día de Mercado  enla Villa Foral, qué pasó después y no frases de Gandhi que  lo ocupan todo, aunque hay un breve apartado dedicado al bombardeo que no está mal, pero  debería, estar mejor y sobre todo con más elementos. En su día hice una gestión con el Ministerio de Defensa para que un Junker, igual que los de la masacre, se exhibiera en Gernika. Había uno igual en “Cuatro Vientos”. Aquello se interrumpió y nada más se ha  hecho. Y lo dela Pazestá bien para las  esculturas al aire libre, para otro museo, porque sitios hay pero no para este Museo que debería estar dedicado ala Destrucciónde una Villa,  en día de mercado como banco de pruebas, y no para ese buenísimo, que nos invade y que edulcora la historia. ¿Por  qué los judíos en el Museo del Holocausto solo exhiben lo que fue  aquel horror?. Fundamentalmente para que no se olvide, y, sin embargo, nosotros nos pasamos en nuestro pacifismo simbólico.

Cuando Eduardo Vallejo fue alcalde de  Gernika le di la tabarra para que ocupara una pared con la  réplica del “Guernica” de Picasso. Me hizo caso. Hoy, me lo comentaron los concejales, esa cerámica es uno de los sitios más visitados y fotografiados. Pues claro. La gente no quiere que le adoctrinen. La gente quiere hechos, y la destrucción de Gernika fue un hito en la historia de la humanidad.

Pero, así son  las cosas. La  presentación de  este libro me permitió hablar con Arantza Amezaga de sus libros, con un hijo de Juanita Beistegui a quien hacía años no veía, con el historiador Agirreazkuenaga que trabaja en el segundo libro  de las cartas de amor de Sabino a su novia Nikolase, con el hijo de Javier Epalza, con Txomin Saratxaga que prepara la  reedición del libro de Ramón  Galarza «Diario de un gudari condenado a muerte», y con gentes varias del pueblo. Aunque no me enteré de nada de lo que dijo Xabier, sabía de qué iba pues he seguido su encomiable trabajo. Ojalá hubiera en Euzkadi más historiadores jóvenes como él.

Un comentario en «El libro de Xabier Irujo y el Museo de la Destrucción de la Villa»

  1. Si pudiese ser, corrijan el error siguiente. El hijo al que se refiere Iñaki no es de Juanita Beistegui sino de Juanito Beistegui, gudari y exmiembro del BBB fallecido en 1993. Gracias.

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