Martes 13 de noviembre de 2012
He estado de viaje. En los hoteles cuando llego pongo la tele. Por lo menos yo. Y fue el pasado sábado. Al mediodía vi un programa que me impactó. Era un publirreportaje, al parecer semanal, de las actividades del rey y la casa real. Todo en clave ditirámbica. Información deformada de lo hecho durante la semana en clave positiva. Ninguna de las broncas con las que han sido recibidos en los actos públicos, de un mes a esta parte, eran reseñadas. Pura manipulación. La realidad del país no es esa.
Pero lo que más me extrañó fue una entrevista a Alfredo Pérez Rubalcaba. Parecía un mayordomo real. Y me dio pena que el secretario general del PSOE hablara como si fuera del PP. Así está el PSOE como está. Un mínimo respeto a la vieja historia del socialismo español y a figuras como Besteiro, Prieto, Largo Caballero, de los Ríos, Kent, etc hubiera requerido por lo menos un cierto comedimiento. Pues no. Azúcar y flores. Lógicamente el rey seguirá haciendo lo que siempre ha hecho. Con semejante oposición política, apaga y vámonos.
La otra cuestión que me llamó la atención fue que el programa lo dirigiera Miguel Ángel Sacaluga, socialista y miembro, por parte del PSOE, de su Consejo de Administración. Se trata de aquel caballero que tuvo la iniciativa de que los periodistas, antes de emitir una información, consultaran con el comisariado lo que él proponía. Fue en la legislatura de Zapatero. Y ahora aparece como un chambelán de Corte. Increíble pero cierto.
Al final el reportaje tuvo un espacio histórico dedicado a la historia del actual rey y de su padre, D. Juan. De éste, Sacaluga dijo que al final de la guerra «se decantó por los aliados» a cuenta del manifiesto de Lausana. Ese fue un manifiesto solitario y tras el juicio de Nuremberg, después de haberse ofrecido a Franco como soldado y como marino en el Baleares. Tras ese manifiesto, pactó con el dictador la educación de su hijo y le fue felicitando al dictador por sus «éxitos». El 29 de diciembre de 1954, planeó con Franco los estudios militares de su hijo. En el 25 aniversario de la dictadura sus palabras de sometimiento fueron de ruborizar a cualquiera y del dictador hubiera recibido un poder manchado con la sangre de una guerra. Vivió en Estoril amparado por la dictadura portuguesa de Oliveira Salazar y no dio golpe en su vida. Nunca fue un demócrata.
¿Es este el hombre que para el socialista Sacaluga se inclinó por los aliados?. ¡Qué manipulación de la historia!. ¡Y que vergüenza de programa de TVE!. En Tailandia lo harían mejor.