Viernes 14 de diciembre de 2012
Este pasado martes, todos los intervinientes en el pleno del Senado en la discusión presupuestaria glosaban la figura del ex senador LLuís María de Puig y expresaban las condolencias para su familia.
Conocí a Puig como diputado en 1986. Con él y una delegación encabezada por él, fuimos a los Estados Unidos invitados por la Asociación de antiguos Senadores.
Cuando dejó la política estuve en el Ministerio de Asuntos Exteriores cuando fue condecorado con la orden de Isabel La Católica. Le dije que parecía una fallera mayor. Se reía.
El político e historiador catalán Lluís María de Puig falleció en Girona a los 67 años de una afección cardiaca. Nacido en 1 945 en Bascara (Alt Empordá), la trayectoria de Puig ha sobresalido por su compromiso con la política exterior, sobre todo a nivel europeo.
Fue durante 25 años diputado en el Congreso, entre las elecciones generales de 1979 hasta 2000, cuando fue elegido senador por parte de la Entesa Catalana de Progrés, coalición entre PSC, ERC e ICV-EUiA en el Senado, y fue parlamentario en la cámara alta hasta febrero de 2011.
Buena parte de su carrera en el Congreso la hizo en la Comisión de Exteriores y prueba de esta vocación internacional es que presidió la Asamblea de la Unión Europea Occidental (1997-2000) y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (2008-2010).
Fue profesor de Historia Contemporánea de Catalunya, y publicó sendas biografías del expresidente de la Generalitat en el exilio y luego restablecida, Josep Tarradellas, y también de Carles Rahola.
Amante del Empordá, durante muchos años su casa de Vilopriu (Girona) era el punto de encuentro para acoger en sus jardines el evento con el que a finales de agosto el PSC abría el curso político catalán, un acto del colectivo Nou Cicle donde intervenía su líder: primero Pasqual Maragall como presidente del partido y luego de la Generalitat entre 2003 y 2006, y posteriormente José Montilla como primer secretario del partido y presidente catalán entre 2006 y 2010.
Militaba también en la UGT y empezó su actividad política en Convergencia Socialista de Catalunya, una de las tres organizaciones socialistas que se fusionaron en el actual PSC.
Presidió la Fundación Ernest Lluch. Un buen tipo, con el que tuve mucha relación.
Políticos y periodistas en EITB
Llegué el jueves a la noche de Madrid en un avión bamboleado por el viento. Y, tras abrir la nevera y tener una minipelea con la cría por la tele, pude ver un debate entre periodistas, moderado por Aitzol Zubizarreta. Los periodistas eran los mismos de siempre, salvo Mariano Ferrer que afortunadamente no estaba. El director de Gara, Iñaki Soto es un tipo trascendente que se declaró socialista-independentista en un solo acto; Martxelo Otamendi pontificó, como siempre, sobre todo y agredió gratuitamente al Senado sin tener ni idea de lo que hablaba. Juan Mari Gastaca estuvo acertado, así como Iñaki González que hace buenas reflexiones lo mismo que Lurdes Pérez. Y estaba también un sociólogo de cabecera de ETB, Alfredo Retortillo que no supe exactamente qué quiso decir. Dos de la Izquierda Abertzale que veían bien que los parlamentarios fueran a la vez pancarteros y que Mintegi no fuera el sábado a Gernika, y dos de periódicos de Grupos estatales, y uno vinculado al nuevo Lehendakari. La desproporción era manifiesta, pero bueno, las cosas son así, aunque siempre me llama la atención que no haya más periodistas que estos profesionales para ETB. Y vi el programa hasta el final.
Comentando el programa con un correligionario me dijo que también lo había visto pero que le había gustado más el de la víspera. Yo no lo vi, pues estaba en Madrid, pero al parecer hubo un debate de políticos sobre el pleno del Parlamento Vasco. Me dijo quienes habían estado: Juan José Pujana, primer presidente del Parlamento Vasco, Jose Ignacio Arrieta, consejero de Trabajo con Ardanza, Tasio Erkizia por Bildu, Roberto Lertxundi y Paulino Luesma, senador y ex Delegado y Consejero de Política Social, Javier Madrazo de EB, y Alfredo Marco Tabar del PP.
Mi amigo me comentó que le gustó más el debate de los políticos ya que tenían más elementos de juicio, contaban mejor experiencias pasadas y había mayor pluralidad y menor contención. No puedo afirmarlo pues éste primer programa no lo vi, pero ojalá en esta nueva etapa no estemos siempre bajo el escrutinio estricto de unos señores periodistas, que como en el caso de Otamendi, se dedican a expender labeles de abertzalismo y doctrina con una pose bastante antipática.
Ah!. Y ojalá el telemarathon sea el año que viene un día que no coincida con algo relevante para la sociedad vasca. La iniciativa es buena pero unir debate parlamentario de investidura con una gran colecta solo se le ocurre al que asó la manteca. De respeto institucional, debe saber poco, porque ¿no se podía haber hecho algo para que dichos actos no coincidieran?. ¿Es ese el respeto institucional?.