Viernes 3 de mayo de 2013
Le conocí a Paloma Barrientos el lunes tras el acto de entrega de los premios “Naranja y Limón” de la Peña periodística Primera Plana en el cuarenta aniversario de estos premios. Le había visto alguna vez en la televisión y cuando me hizo una breve entrevista para El Confidencial sabía con quien hablaba.
Barrientos estaba dolida. Le habían excluido de mala manera y con mentiras del programa que Ane Igartiburu tiene en TVE y se veía sola ante el peligro. Había mencionado asuntos tabúes para la Casa Real y ésta a través del siniestro Ayuso le había depurado. Como en la Venezuela de maduro.
La sombra de la Casa Real es muy alargada y parece ser que llega demasiadas veces hasta TVE, sí, la televisión pública que pagamos con todos nuestros impuestos y donde gobierna el amiguismo y los contratos a dedo.
El programa +Gente, presentado por Anne Igartiburu ha decidido prescindir de los servicios de una colaboradora, la periodista Paloma Barrientos, según el ente “por motivos presupuestarios”.
El despido ha sido muy mosqueante, y más si tenemos en cuenta que Paloma Barrientos ha sido de las pocas periodistas del corazón que se ha atrevido a comentar el libro escrito por el primo de Letizia Ortiz “Adios princesa” y donde se desvela entre otras sutilezas el aborto que la católica princesa se realizó pocos días después de conocer al príncipe Felipe.
Barrientos se ha limitado a contar cómo decidieron prescindir de ella, la única del programa, “la razón que me dan a mi es presupuestaria y de que quieren meter nuevas caras”.
Mientras tanto de los abortos de Letizia nadie habla, el libro no está a la venta en ninguna de las grandes superficies, y no porque se haya agotado, sino porque no lo sacan a la venta, nadie sabe, nadie contesta, aquí blanco y en botella.
La Asociación de la Prensa debería hacer algo. No hay derecho que en un país supuestamente democrático de Europa se depure a una profesional por informar sobre algo que atañe a la Jefatura del estado como si todavía el titular fuera aquel general que se hacía llamar Caudillo de España.
Si un país tiene los políticos que se merece según dicen, no debería tener los periodistas que se merece porque son estos los que con su información hacen posible, muy de vez en cuando, que a las sociedades les represente políticos que valgan la pena. Denuncien a Ayuso, el Rasputín de Zarzuela. Un falso demócrata escondido en aquel Palacete que pagamos todos, mandando a galeras a buenas profesionales, “por decreto real”.
Me encantaría que usted me dijese quien es el padrino de la igartiburu a esta chica no se le acaba el chollo jamas, cuando le vuelvan a invitar a la noria o a donde sea suelte usted lo del libro ADIOS PRINCESA
Aunque diferimos en nuestras convicciones políticas le agradezco su lucha republicana, usted siempre fue muy certero en sus comentarios, algún día se le reconocerá esta labor tan necesaria como inusual en un país de lacayos. Yo, por mi parte, siempre se lo reconoceré allá donde me encuentre. De nuevo, gracias.
Un emigrante valenciano.