Almuerzo con el embajador de Eslovaquia

Jueves 28 de noviembre de 2013

No suele ser frecuente pero en esta oportunidad el embajador de Eslovaquia en Madrid, que deja su puesto el mes que viene. Nos invitó, a la mesa y portavoces de la Comisión Mixta Europea, a comer en el Restaurant La Ancha contiguo al congreso un menú previamente acordado y modesto.

Ján Skoda ha estado cuatro años en Madrid. Conocía España de su época de estudiante. Logró viajar con una mochila y solo 200 dólares que era lo que el régimen  comunista de su país le dejaba tener en 1987. Habla un castellano perfecto y será nombrado Director de la escuela Diplomática en su país. Dentro de poco su pequeña república presidirá semestralmente la Unión Europea  y necesitan entrenar a su personal. No quieren defraudar.

Me pareció un tipo valiente y locuaz. Comer con representantes de todos los grupos y estar solo tiene su mérito, aunque él lo que busca es que España, además de mirar a Iberoamerica, mire a centroeuropa. España tiene 60 empresas en su país frente a Francia que tiene 500 y con un dato añadido. Tras el inglés, el segundo idioma que se aprende es el castellano. Ni el francés, ni el alemán. 

 Habló de empresas, de agricultura, de su crecimiento cercano al 2,2% y de políticas similares a las españolas, a las obras pendientes, a la necesidad que se vaya a Eslovaquia y al interés de Eslovaquia por España.

Curiosamente y previa a la comida, puso en pie su visión de lo que está ocurriendo con Catalunya: «No tiene nada que ver lo que ocurre en España con lo que pasó entre Chequia y Eslovaquia. Nada que ver». Es curioso que fenómenos de secesión, y como este incruento, nunca tienen nada que ver con lo que ocurre en la piel de toro. Ni Irlanda, ni las Repúblicas Bálticas, ni Eslovenia, ni Croacia, ni…Nunca. Y lo peor es que pequeñas repúblicas de tamaño similar a Euzkadi y Catalunya, una vez lograda su independencia  solo quieren someterse a las reglas de juego de estados que durante años a ellos les han sojuzgado. Es más. Dijo que tenían una minoría húngara de unas 450.000 personas a las que respetan en su idioma «pero jamás aceptaremos  una autonomía húngara en Eslovaquia».

El ABC, la semana pasada tuvo una campaña en contra de aquella secesión incruenta. Dijo que era mejor una Checoslovaquia unida que dos repúblicas como son en la actualidad. No analizaba  que hoy, la parte pobre como era Eslovaquia casi supera a Chequia y gracias a esa independencia.

Como escribí el domingo, estoy cada vez más convencido que de fuera no llegará nunca el menor apoyo y que todo lo que haya que hacer lo tenemos que hacer los vascos, los catalanes y los gallegos solos.

 

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