Jueves 9 de octubre de 2014
El pasado miércoles, el ministro José Manuel García Margallo y su equipo nos presentaron en el Palacio de Viana un documento de 138 páginas titulado ESTRATEGIA DE ACCION EXTERIOR, coordinado por Enrique Mora y con aportes reflexivos del Instituto Elcano. Nunca la política española ha tenido una estrategia escrita en política exterior y es la primera vez que se pone negro sobre blanco. La idea no es mala. Pero no nos presentaron un borrador, sino un guiso ya cocinado.
Estuvimos en la larga sala los miembros de las comisiones de exteriores del Congreso y del Senado y altos cargos del ministerio. Nos han servido un café y teníamos delante una botella de agua.
El ministro ha estado escueto y como improvisando ya que no se trata de un proyecto de ley sino de un escrito del gobierno que está abierto a aportaciones y sobre eso ha girado la reunión, tras un breve speech de Margallo resumiendo el trabajo.
Al terminar ha abierto una ronda de preguntas. Pocos lo han hecho. El presidente de Exteriores del Senado Muñoz Alonso, Trinidad Jiménez que fue ministra en esa misma casa, el Palacio de Viana, ha comentado algo sobre el procedimiento para que se escuchen nuestras propuestas, el portavoz del PP en el Senado Jose Mari Chiquillo, el portavoz de CIU en la Comisión de Exteriores Jordi Xuclá, Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso que le ha preguntado al ministro si había consultado previamente con las Comunidades Autónomas. Obviamente no lo ha hecho. Y yo, al rebote le he preguntado si además de escuchar va a aceptar nuestras recomendaciones. Me ha contestado que «depende» y ante la pregunta sobre el Foro parlamentario Iberoamericano y de la conversación que mantuvimos en la Casa de América con Ricardo Lagos y la ex canciller mexicana, Espinosa, le he inquirido si nos habían hecho caso en algo. No conocía este extremo y eso que en aquella reunión había estado el secretario de estado Jesús Gracia, pero que atendería con interés nuestras indicaciones. Se le ha pedido que tenga en cuenta también a la Comisión de Asuntos Iberoamericanos.
Y se ha levantado la sesión. Trinidad Jiménez muy en clave de ex ministra y de candidata a ministra con Pedro Sánchez se ha ido antes porque tenía no se qué. Siempre hay gente que tiene cosas más importantes que hacer en otro lugar. A la entrada le he recordado la invitación que nos hizo cuando era Secretaria de Estado de Iberoamérica para hablar de los bicentenarios americanos de independencia con Felipe González que coincidió era su cumpleaños y le llevó a la mesa una torta con una velita. Y su obsesión era ponerse al lado del ministro. La de codazos que se da la gente para estar en el centro de la foto con lo confortable que son las esquinas. Y, además, recordando a Ajuriaguerra que decía con humor, ”la presidencia está, donde se sienta mi culo”.
Estaba el diputado de IU, Josep Nuet con quien estuve en marzo en Honduras en un viaje para denunciar en ese país la conculcación de derechos humanos. El año anterior habíamos estado en Guatemala y asistido a la apertura del Juicio al ex dictador Efraín Ríos Mont. «Josep, le he preguntado. ¿Cómo te va la vida?». Irónico me ha respondido: «Desde el Politburó gestionando las crisis diarias». Es hombre de fino humor.
Y también estaba Salvador Sedó, ex eurodiputado y ahora senador y por sobre todo hombre de Durán para asuntos exteriores. Me ha comentado que estuvo en Barcelona con Ortuzar y Goikoetxeta y yo le he recordado a su padre, que fue diputado en el Congreso y se ocupaba de Infraestructuras. Y un paparazi le hizo una mala faena. Durante un pleno se fue al Salón de los Pasos Perdidos a echar una siesta, con tan mala suerte que un fotógrafo le sacó en tal confortable postura y el hombre que se la pasaba trabajando y no paraba tuvo que andar justificando que no era eso lo que hacía habitualmente.
Y estaban Juan Moscoso, el portavoz del PSOE, y Alejandro Muñoz Alonso, presidente de la Comisión de Exteriores que llevaba una corbata tipo Botón. Al lado Urko Aiartza nos ha comentado que su corbata era un regalo del alcalde de Belfast. Urko, sabe mucho de política exterior. Si Bildu gobernara estoy seguro que sería su ministro de Asuntos Exteriores.
La foto que reproduzco de él la he sacado en el salón rojo del Palacio y la que aparece en el cuadro es Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V y una señora muy mandona y salsera. Madre de Carlos III quiso colocar a todos sus hijos en reinos y montó varios patines. Yo llevé una corbata azul Bilbao que nos regaló Ibarretxe en una comida.
A la entrada el ministro me ha dicho: «Egunon». «Que no ministro, que por la tarde es Arratsaldeon». Y al salir me ha comentado que va mucho por Donosti habida cuenta que su padre nonagenario necesita presencia filial y que pronto iba a inaugurar no se qué Congreso en San Sebastián. Para fastidiarle le he dicho que Moratinos nos invitaba más a esa casa para contarnos cosas que lo que hace él. Le he comentado que este sábado voy a Donosti ya que mi promoción en Marianistas celebra su aniversario. No digo cuantos años.
Y a la espera, veremos el grado de aceptación de recomendaciones tras consultar nosotros con el Gobierno Vasco, Universidad, sindicatos, y expertos. Desde luego no es la estrategia de política exterior del Gobierno Vasco. Ni se ha consultado previamente con él.
Total que tenemos el documento. Que habrá que estudiarlo y mandarlo a la Universidad, a los sindicatos, a los empresarios, a departamentos de cultura, a gentes expertas y que nos digan algo sobre un trabajo profundamente español, como no podía ser menos, y que por no poner no escribe la palabra euskera, castellano y catalán para no herir a los valencianos.