Jueves 6 de noviembre de 2014
Fue el martes. Llovía a chorros. En la librería Elkar, de la calle Licenciado Poza de Bilbao, la sala estaba llena. Gente joven, medios, curiosos. Ningún político. Y al fondo el Lehendakari Ibarretxe con el autor del libro Eduard Sagarra, Profesor de Derecho Internacional Público de la Facultad de Barcelona y su editor.
«El derecho a decidir es el derecho de un pueblo para que pueda decidir su futuro en libertad. Los límites del derecho a decidir son la libertad, la democracia y el derecho, entendido como justicia», decía Sagarra..
«Existe el derecho a la libertad, existe el derecho a la democracia, y también el derecho a la libertad de culto. Figuren en una ley o no, todos estos derechos fundamentales se tienen, no los da nadie. Y el derecho a decidir, también», decía Sagarra a manera de resumen de su interesante trabajo.
A su lado el Lehendakari le escuchaba con interés. «El Lehendakari Ibarretxe fue a Madrid en 2004 y expuso lo que se denominó el Plan Ibarretxe, aunque el PP y el PSOE se pusieron de acuerdo y ni lo admitieron a trámite. Eran otras circunstancias. Ahora hubiera sido diferente. España era mucho menos madura y se vivía entre los réditos de la violencia en Euzkadi. Ibarretxe tenía una pesada mochila que hoy no planea en Euzkadi. Ahora se habla de los vascos por otras razones y no de ETA» dijo Sagarra.
Cuando le tocó el turno para cerrar, Ibarretxe se puso en pie y habló claro y largo del derecho a decidir y del derecho de autodeterminación. Lo hizo con pasión.
Y no se cortó un pelo. Criticó las sucesivas sentencias sobre la consulta catalana del Tribunal Constitucional, un árbitro comprado.
«Cuando tu explicas en América -dijo el lehendakari-cómo se eligen sus miembros, se llevan las manos a la cabeza» agregó. «El derecho a decidir, no tiene vuelta atrás».
La gente compraba el libro. Tiene muchos datos interesantes. E Ibarretxe una gran autoridad moral.