Sábado 16 de mayo de 2015
Los llaman Premios Principe/sa de Asturias y se crearon para servir de peana al ahora Rey. Lo importante no eran los premios y los premiados sino que el acto lo presidía el entonces Príncipe de Asturias que ese día recibía el homenaje de todos los premiados y su imagen se expandía por toda la Península y por el Mundo, Urbi et Orbe, habida cuenta del tipo de premiados.
Porque también los premiados, con muy buen cheque en el bolsillo, parte del dinero público sin poder controlarlo, tienen su importancia. No se dan esos Premios al cura obrero, al cooperante de Ruanda, al antiguo republicano de Asturias al que nunca han hecho el menor caso, o a un tipo solidario, sino a gente muy, pero que muy consagrada y que haga que el Premio tenga a su vez el Premio de la imagen y su proyección.
Esto ha venido sirviendo muy bien a Felipe de Borbón que es tratado como un semidios nada más pisar Oviedo, donde todos los genuflexos se derriten por darle la mano, y donde todo se pone al servicio de una imagen, no de un mérito.
En esto recuerdo lo que le pasó a un alcalde de Oviedo. Me lo contó un antiguo senador por Asturias. Estaban esperando que llegara la parejita Felipe-Letizia, y el alcalde le preguntó campechanamente a la Reina Sofía: «¿Qué tal está el chaval?». Y ella muy digna, muy cursi y muy tonta le contestó: «Su Alteza Real está muy bien». El buen alcalde se llevó un planchazo de aupa, pero la vivencia ilustra la tontería de esta gente que se cree superior aunque tienen parte de la familia, de la Borbónica y de la Rocasolano, a punto de ir al trullo por chorizos.
¿Qué harán ahora que ya no tienen Príncipe de Asturias sino Princesita de Asturias?. Pues exactamente lo mismo.
Y ya empiezan.
Este año se lo dan al director, guionista y productor estadounidense Francis Ford Coppola al que le han dado el Premio dedicado a las Artes como en su día se lo dieron a Woody Allen que se las tuvo que ver y desear para encontrar donde estaba el lugar en el que el gran Khan le entregaba un premio, jugoso en su monto, pero sin el menor prestigio internacional porque todo están tan amañado que echa para atrás.
Si pudiese hablar con Coppola, autor de la película El Padrino, con tres Oscar, le sugeriría hiciera una historia de este premio porque en nada desluce su mítico film. Aquí solo falta que acaricien al gato, pero ya lo tienen en Intereconomía con su programa «El Gato al Agua».
¿Para cuándo premiarán un asturiano invisible de pro?.
Nunca.
El Chaval no está para bromas.