Lunes 27 de julio de 2015
En el Senado existe un Intergrupo de Derechos Humanos creado este año a iniciativa del PNV.Y este Intergrupo ha atendido decenas de colectivos que pretenden ser escuchados y así lo hemos hecho.
Gracias a este Intergrupo nos hemos desplazado a Guatemala y a Honduras en años precedentes.
Allí estuvimos en la apertura del juicio contra el genocida Rios Mont y en Honduras visitamos al presidente Celaya. Y este año, atendiendo a la invitación de la Mesa de la Unidad venezolana, hemos ido a Caracas a interesarnos por la situación de los 75 presos políticos. Si, como se escribe: presos políticos no políticos presos como pretende el régimen.
Cuatro senadores, Dionisio García Carnero del PP, Ander Gil del PSOE, Josep Maldonado de CDC y quien esto escribe por el PNV, viajamos el miércoles pasado a Caracas y allí hemos estado hasta el sábado interesándonos por la situación que vive la oposición venezolana ,por los presos políticos, por la situación de desabastecimiento que viven sus mercados, por los 25.000 muertos al año víctimas del delito común desatado, y por unas elecciones que se celebrarán el próximo 6 de diciembre y a la que hemos pedido poder ir de Observadores.
La Mesa de la Unidad tiene una tarjeta Única (gran logro) y el régimen ante el presumible éxito electoral tratará de malograrlo. De hecho comienza a inhabilitar a diputados como lo ha hecho con María Corina Machado y con otros cuatro diputados. Pero no los inhabilita la justicia sino simplemente cualquier tribunal administrativo, sin pruebas y tratando de hacer daño.
Y visitamos al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma en prisión domiciliaria. Una detención totalmente arbitraria, lo mismo que la que sufre el líder opositor Leopoldo López y el alcalde de San Cristóbal Daniel Ceballos. A estos dos no pudimos verles. En la entrada de los penales nos prohibieron la entrada.
Estuvimos con líderes de opinión y con numerosos medios de comunicación que sufren, los impresos en papel, las angustias de carecer de él. Aquellos medios que pesaban más de un kilo hoy pesan escasos gramos porque el régimen, como fiera herida, trata por todos los medios de impedir su circulación. Tiene miedo a la verdad.
Y un dato. El hotel Caracas Palace, en plena plaza Altamira, carecía de huéspedes. Es claro ¿Quién va a ir a Venezuela con semejante régimen?.
Firmamos una Declaración llamada de Caracas con el fin de sensibilizar al parlamentarismo mundial sobre la situación que vive Venezuela y en setiembre presentaremos una Moción para lograr la adhesión del Senado a esta iniciativa.
Todo lo que podamos hacer lo haremos.