LO QUE ME DIJO DE JUAN CARLOS, RAUL DEL POZO

Viernes 15 de enero de 2016         

rAÚL DEL pOZOLa Brunete Medáitica tiene buenos artilleros en la Villa y Corte. Son los que resumen  todo el nacionalismo a los llamados  «partidos y grupos periféricos» haciéndolo además de forma muy peyorativa .Ellos no lo son. Su nacionalismo es un nacionalismo satisfecho, patriótico, que se resume en la España Una, Grande y Libre de Franco, aquella que anteponía derechos humanos y libertades a la sacrosanta Unidad de la Patria la  que consagra su actual Constitución. Como relata Miguel Herrero les vino redactada por los militares  el artículo segundo de su venerado texto  aquel de  la España Una e Indivisible, Patria Común de todos  los Españoles. Ellos pues, pueden ser patriotas. Los demás no podemos ser nacionalistas. Quieren que queramos lo que ellos quieren y además a su manera sin hacer el menor acercamiento  en búsqueda de un mínimo  entendimiento .Quien ose objetar  semejante  trágala recibimos una patada en el hígado en forma de columna impresa en el Mundo disparando desde el cañón Berta de un periódico de tirada «Nacional». Los demás  tenemos que contentarnos escribiendo y disparando    con cerbatanas o con tiragomas.

La desproporción pues es evidente. Yo soy el perro chiquito de esta guerra. Raúl del Pozo es el bulldog, el pit bull, de esta peleíta que inició él insultando al pueblo catalán representado en su parlamento. Ni la menor crítica a un rey que ni recibe a la presidenta del Parlamento ni agradece a Mas los servicios prestados cuando ha utilizado esta fórmula para agradecer servicios prestados a delincuentes y gentuza de todo pelo. Ante eso yo  simplemente le contesté y le dije que era un impresentable de la caverna, a pesar de sus ínfulas de falso intelectual. Herido en su dignidad, aunque dice que es tan solo un rasguño, en El Mundo del viernes, en contraportada, en sitio visible, y con pólvora enriquecida con tornillos  me dedicó su columna diaria bajo el título «Yo soy Marine», pero no la Marine símbolo de la República francesa sino La Marine Le Pen, presidenta racista de la peor Francia, no la de sus libertades.

Comienza por trocear y manipular lo que yo le digo y omite la magnitud  de  su agravio. Parecería que yo le agredo gratuitamente sin mediar por parte de él ni el lanzamiento del  pétalo de  una  rosa, cuando acababa de descargar un camión de basura contra los nacionalistas. Y, claro está, yo le respondía.

Me cargan estos patriotas a la veleta con patente de corso para insultar.

En su contestación reconoce que le gusta que le empareje con el Rey  y con Ramiro de Maeztu, omite a Blas Piñar, con quien yo también le comparaba. Y le recuerdo ahora una noche cenado en casa del matrimonio Segrelles y contándome las tres veces en las que el rey Juan Carlos trató de intimidarle a cuenta de  algo que  había escrito y de como en las tres veces estuvo a punto de mandarle a la mierda pero no  lo hizo. Ahora está feliz porque le compare con un personaje «mujeriego y corrupto» que es lo que digo y mantengo de Juan Carlos I. ¿Alguien lo duda?. Que lo diga.

Y como no podía ser menos me saca a pasear el cadáver de Sabino Arana, fallecido en 1903 y que no dejó un partido racista  y antiliberal como Raúl del Pozo alegremente  escribe  y la prueba es que el PNV, 120 años después, sigue vivo y no  es un partido ni xenófobo ni racista. Sino un partido centrado, con valores y gobernando en Euzkadi.  Si lo hubiera sido hace una centuria que habría desaparecido, desconociendo que  Arana utilizaba  el mismo lenguaje que utilizaba Cánovas del Castillo y Sagasta para defenderse ante los Raúl del Pozo Séptico de la época. Se ve que Raúl del Pozo  tiene pocas lecturas relacionadas con el nacionalismo vasco y solo se guía por lo que siguen escribiendo  los  detractores antisabinianos. Solo se ve con esta alusión la superficialidad del nacionalismo español incapaz de analizar nada con un  equilibrado conocimiento de causa. Acostumbrado a que le rían las gracias no admite réplica alguna. Y cuando alguien lo hace se conjuntan, como en este caso él, Libertad Digital, y Periodista Digital. ¡Vaya Tropa!.

Dice más. «Bravo debe ser  el gozque (perrito labrador) cuando  ladra al elefante » como dice la fábula. Y además alude al elefante blanco  que todos recordamos fue el golpista del 23 F, el general Armada. Prefiero  ser un gozque que un perrito faldero o un perro de lanas moviendo la colita, como lo es él, para agradar a sus amos  como hace él ante ese nacionalismo aguardentoso de trinchera y botijo.

Y termina su sarta de descalificaciones haciendo de profeta tipo Rappel al anunciarnos que la situación va a pudrirse.

No lo dudo con gentes como él, tratando de poner el caldo morado y pareciéndole muy bien el irrespeto a Catalunya del actual monarca que acaba de enseñar la patita de lo que en verdad es y de lo que en verdad representa. Esto no lo hacía ni su padre.

Raúl del Pozo es un excelente juntador de palabras al servicio de la causa patriótica española, pero carece de cultura política y de lecturas no sectarias sobre el nacionalismo vasco y catalán. Ha leído mucho a Jaime Campmany, Alfonso Ussia, Jon Juaristi, Antonio Burgos y Federico Jiménez Lossantos, para tener la serenidad y la inteligencia suficiente para distinguir entre el bien del mal, entre el cielo y el infierno, entre la manipulación y la siembra de odio y entre lo correcto y lo incorrecto. A Del Pozo le falta sindéresis y le sobra mala leche  y tiene la suficiente para que podamos decir que es un tipo muy peligroso para la convivencia. Que con su pan se lo coma y que siga moviendo la colita ante sus amos.

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