Viernes 13 de enero de 2017
SEMPER ASPIRARÁ A PRESIDIR DE NUEVO EL PP DE GIPUZKOA, PERO POR ÚLTIMA VEZ
Borja Semper ha decidido que presentará su candidatura para seguir presidiendo el PP de Gipuzkoa, lo que en la práctica casi le asegura la reelección en un territorio donde su liderazgo es ampliamente reconocido porque no hay mucho donde elegir. La idea del dirigente irundarra, no obstante, es que el próximo sea su último mandato como presidente de los populares gipuzkoanos, por lo que anuncia que no volverá a ser candidato para renovar el cargo. Con toda su cara dura dijo: ”Su intención es afrontar nuevos retos políticos o profesionales una vez que concluyan los cuatro años para los que puede ser reelegido en abril”. Mejor que hubiera dicho la verdad: ”Me importa un pito la política vasca que se me ha quedado enana. Yo soy español y estoy como loco por irme a vivir a España”. Pues que se vaya.
DENUNCIADOS DOS ALCALDES POR NO RETIRAR SÍMBOLOS FRANQUISTAS
El problema del PP es que, siendo su origen la apuesta de un ministro de Franco, nunca deja de quitarse ese pelo de la dehesa. En Alemania la derecha es democrática. En España defiende al franquismo como si le fuera la vida y jamás tienen un gesto democrático con el pasado.
El alcalde de Guadiana del Caudillo (Badajoz), Antonio Pozo, y la alcaldesa de Alberche del Caudillo (Toledo), Ana Rivelles, ambos del PP, han sido denunciados por un delito de sedición al negarse a retirar los nombres franquistas de estos pueblos e incumplir así la Ley de Memoria Histórica. Eduardo Ranz, el abogado demandante, asegura que ese delito está castigado con una pena de diez a quince años de prisión en el caso de cargos públicos o “personas constituidas en autoridad”.
En la denuncia, el letrado recuerda que en virtud de la Ley de Memoria Histórica, las administraciones públicas deben tomar “las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la dictadura”. No obstante, considera que los denunciados no han cumplido la mencionada ley al negarse a quitar el nombre con connotación franquista de los pueblos y al no haber elaborado aún un catálogo de vestigios relativos a la Guerra Civil y a la dictadura en esos territorios, como obliga la ley.
MONEDERO VATICINA QUE “SI CAE IGLESIAS, CAE PODEMOS”
Nunca se ha descrito con más claridad, el meollo caudillista y unipersonal de un partidito político. Porque el cofundador enclava la “bronca” del partido en el “intento del sistema por acabar” con ellos.
Fue Juan Carlos Monedero, cofundador del partido morado e ideólogo del sector oficial que arropa al secretario general, Pablo Iglesias, quien lanzó una advertencia. Si “cae Iglesias, cae Podemos”, aludió sobre el cónclave en el que se dirimirá el futuro de la formación.
Calificándolo como “responsable de haber juntado cinco millones de votos en cinco años”, Monedero censuró el “exceso de bisoñez” mostrado por alimentar la “bronca” gestada desde el sistema bipartidista, con el añadido “de que hemos sido tan ingenuos y tan tontos de ayudarles a esa tarea de intentar cargarse a Pablo Iglesias”. En un artículo de opinión publicado en 20 minutos -titulado precisamente Si cae Iglesias, cae Podemos (y tú te jodes), aseguró que el sistema político español, a través de “mentiras maquilladas mediáticamente” o echando mano de otras herramientas, habría realizado “el intento impenitente del sistema por acabar como fuera con Podemos” por ejemplificar una “alternativa”.
Lo dicho. Un penosos partido caudillista.