Sin petróleo no hay funeral

Martes 27 de enero de 2015

AbdaláDe no haber sido por las elecciones griegas, la noticia del fin de semana se hubiera centrado en el funeral del rey de Arabia, Abdalá bin  Abdelaziz, de noventa años. Le ha sucedido su hermano y le han enterrado en una tumba sin nombre. Viven como dioses y les entierran como seres normales. Debe ser así en el Islam. Por aquí Franco tiene para él todo el Valle de los Caídos y Juan Carlos su nicho en El Escorial. Y también viven como Jeques.

El telegrama del gobierno español ha sido vergonzoso  e insisten y le  envían a Felipe VI a un funeral donde acuden todos aquellos países preocupados por su petróleo. Si Arabia sería un  cañaveral reseco, piedra sobre piedra, no hubiera acudido a este funeral ni el ayudante del ayudante de un cónsul de tercera. Pero así de hipócrita es la política internacional. ¡Y que nadie denuncie estas lágrimas de cocodrilo!. Estas mentiras reiteradas. Estas condolencias no sentidas.

Pero quien se   lleva la palma, como siempre, es Juan Carlos el ex rey de España. Como el pollito, cada paso, una cagadita.

Resulta que murió en marzo de 2013 el gran escritor vallisoletano, Miguel Delibes y nadie, absolutamente  nadie de la familia de ociosos que forma la Familia Real, empezando por Juan Carlos acudió a su funeral. Hasta el muy extremista de su alcalde Francisco Javier León de la Riva le echó en falta porque era público y notorio que el ex rey estaba con su amigote, Emilio Botín, en el Gran Premio de Fórmula I que se celebraba en Bahrein. Y no había que molestarle.

Muere ahora el rey de Arabia, Juan Carlos se conduele, porque se le va un amigo de negocios, de coimas, de comisiones. ¿Para qué iba a ir al funeral de un escritor si no ha leído un libro en su vida?.

¡Cuanta basura acumulada!,. Y luego se quejan de que en Grecia gane Syriza.

 

La mejor celebración del 150 cumpleaños de Sabino Arana

Lunes 26 de enero de 2015

Premios Sabino Arana 2015Hoy 26 de enero Sabino Arana hubiera cumplido 150 años y aunque falleció en noviembre de 1903, su legado sigue vivo. Lástima que la Izquierda Abertzale sea tan corta de miras y no solo no lo haya hecho suyo, sino que le ha hurtado el nombre a lo que él dejó como enseñanza. Que Euzkadi era la Patria de los  Vascos. La falta de madurez y de sentido patriótico de cuatro iluminados han logrado quitar en ese mundo  el nombre de Euzkadi,  su luminosa creación de plantear la fuerza de  siete territorios en uno, para sustituirlo por un geográfico y cultural Euskal Herria  con el fin  de no reconocer nada a un hombre que le dio columna vertebral a una demanda milenaria, le dio una bandera y un himno.

Es decir le dio su carácter de estado nacional con todo en contra. Y luego nos dicen que  entre abertzales tenemos  que hablar. Yo siempre les digo que para mi condición sine quan nom es que reconozcan a Sabino en lo esencial. Y lo esencial es Euzkadi, no la Euskal Herria permitida por el franquismo. Todo pueblo serio tiene sus héroes y Sabino, es nuestro principal héroe nacional y patriótico. Y el que no entienda ésto, no creo entienda gran cosa de lo que debe ser  la  lucha de un pueblo irredento.

En fin.

El que 150 años después de su nacimiento en el seno  de  aquella familia carlista de mediados de siglo XIX se organizara en el Arriaga el acto de entrega anual de premios de la Fundación con semejante nivel  nos sigue diciendo que su herencia es sólida, seria, sensata, solidaria, al servicio de toda la sociedad e inteligente porque como todos los años, desde que Iñigo Camino, Koldo Mediavilla y quien ésto escribe  propusimos estos premios a la Fundación, estos son un hito por su equilibrada factura, sus parlamentos y la calidad de los premiados.

Este pasado domingo se inició con Joaquín Achucarro, un hombre que lleva el nombre de Bilbao y de lo vasco  por el mundo. Seguidamente la empresa Lince de Elorrio nos ilustró sobre como se combate la crisis entre todos y como desde un pequeño pueblo de Bizkaia se puede llegar a Sanghai con un candado y que encima  los chinos lo compren y lo usen.

He estado muy concernido en el premio a Arantza Amezaga  a quien conozco a ella, a su difunto marido Pello Irujo y a sus hijos, desde siempre. Con Pello trabajé en la clandestina Radio Euzkadi, con sus hermanos en Euzko Gaztedi de Caracas, con su hijo Xabier en aventuras editoriales, con ella en decenas  de trabajos editoriales. Un premio muy merecido y un parlamento  tan descriptivo que se ha metido a la audiencia en el bolsillo porque en muy pocas palabras, pero éstas salidas del corazón, no solo ha descrito su vida y la de su familia sino la de miles de familias que en virtud de una guerra horrible fueron aventados de sus hogares. Lo hizo francamente bien y lo mejor es que ella y su familia estaban  muy felices.

Los meritorios donantes de sangre han hecho un llamamiento para que este gesto sencillo, voluntario y altruista  siga siendo la expresión más profunda de solidaridad y de compromiso personal en beneficio de los demás. Y ha cerrado la Federación Vasca  de Sokatira  premiados por el camino que han abierto en el reconocimiento internacional oficial de las selecciones deportivas de Euzkadi. El himno oficial vasco, el Gora ta Gora y la ikurriña ondeando (dos de los legados de Sabino Arana) ondeando al viento en agosto de 2014 en el cielo de Wisconsin donde por primera vez una selección vasca -la de sokatira- pudo participar en un campeonato del mundo con carácter oficial, suponen un hito histórico y un simbólico pero significativo avance en el propio ser nacional de Euzkadi, en la proyección internacional de nuestro deporte y en el reconocimiento de Basque Country. Su presidente, un forzudo muy salao, dijo con contundencia, ”no queremos la ikurriña encima de ninguna bandera, pero  tan claro como ésto os digo que no la queremos más baja que ninguna otra”. Y la gente le ha aplaudido mucho.

Lo dicho. Un acto muy equilibrado, muy bien organizado y muy bien musicado gracias  a la actuación  de la Kamerata de Leioa que ha interpretado, y muy bien, piezas de obras conocidas y una de ella, ”La Misión”, la han bordado. Achucarro les ha aplaudido mucho.

Estoy seguro que Sabino Arana y su familia, si hace 150 años hubieran visto por una rendija como hemos celebrado su cumpleaños siglo y medio después, se hubieran sentido muy satisfechos porque su semilla cayó en tierra abonada y fructificó. Y tiene toda la pinta de durar.

Aquel camaleón panameño

Domingo 25 de enero de 2015

Escuché estos días en la radio una pegadiza canción de Rubén Blades  que hablaba del Camaleón  y le decía que aunque cambiara de color, él sabía por dónde «tú vienes». «Ten cuidado con el camaleón, aprende a conocerlo aunque cambie de color. Ten cuidado con el camaleón, con anzuelo tan chiquito, no se pesca tiburón».

Seguramente Blades supuraba por las heridas que le ha dejado la política ya que fue candidato presidencial y ministro de turismo cinco años, además de cantante, compositor, músico, actor, abogado y político panameño. Su estilo ha sido calificado como «salsa intelectual» y en muchos países se le conoce como el poeta de la salsa. Y, ¡qué cosa!, a mí, la salsa me gusta escucharla cada cierto tiempo. Me recuerda el Caribe, su luz  y su alegría. Yo nací a cinco metros de ese Caribe y lo primero que escuché fue el “Aurtxo Txikia” y «Aitana la Maracutana» mientras me mecían en el chinchorro, así he salido yo.

Viene a cuento ésto para recordar a un vasco que se camaleonizó en Amberes y se convirtió en un hacendado panameño de San Félix, en la provincia de Chiriquí, con bigote y gafas de concha  bajo el nombre de José Andrés Álvarez Lastra,Lehendakari Aguirre en Panamá más conocido en Euzkadi como José Antonio Aguirre y Lekube, del que acaba de salir una novela en Panamá. El nombre coincidía con las iniciales de su camisa y gracias a las argucias del Camaléon, salvó afortunadamente su vida. Seguramente el lehendakari se acordaría de sus estancias en el Hotel Panamá de la Gran Vía madrileña en  sus tiempos de diputado  de la República  así como de las vueltas que da la vida.

Pero vayamos a 1983. Un buen día me llamó el Lehendakari Garaikoetxea. Le había visitado en Ajuria Enea el entonces embajador en Madrid y  ex presidente  de Panamá Arístides Royo quien le había invitado a visitar su país y el lehendakari quería hacerlo pero aprovechando el viaje para tocar otros países y a las Comunidades Vascas. Le sugerí ampliarlo a Venezuela y Colombia  donde la organización del viaje era fácil habida cuenta de las colectividades existentes y de las personalidades que nos podían ayudar como Patxi Abrisketa (Colombia), Jon Aretxabaleta, el Grupo EGI y todo el equipo que había trabajado en la Radio Euzkadi clandestina (Venezuela). En el caso panameño, primer toque, lo teníamos fácil. Allí reinaba con total autoridad el Nuncio de su Santidad, el pasaitarra José Sebastián Laboa, «Josetxu», decano del Cuerpo Diplomático extrovertido, simpático, camaleónico, directo y con un liderazgo en el país incuestionable. Seis años después aquel dictadorzuelo apellidado Noriega se asiló en su Nunciatura y fue él quien negoció su salida. En otro tiempo había logrado que el Nuncio en Paris, Angelo Roncalli, futuro Papa Juan XXIII visitara su pueblo. Todo un personaje, toda una personalidad.

Tras este viaje había asimismo el interés en no estar aquí el día de las Fuerzas Armadas que aquel año se celebraba en la VI Capitanía General con sede en Burgos de la que la Comunidad Autónoma Vasca dependía. La invitación le había llegado, el rey insistía en la importancia de su presencia y al Lehendakari no le apetecía lo más mínimo copresidir un acto como aquel. Se juntaban pues el hambre con las ganas de comer. Visitar a los vascos y a los países citados y tener una excusa seria para estar ausente de semejante ceremonia militar.

Y allí nos fuimos, tras todos los preparativos, empezando por Panamá del 17  al 20 de mayo de aquel año 83, siguiendo por Caracas y  terminando en Bogotá. Un viaje de gran impacto político, institucional y humano. Y aunque no es el caso pormenorizarlo si decir que en Panamá estuvimos en la Isla Contadora y visitando la residencia donde se había alojado el Sha de Persia con todo su séquito cuando ningún país le daba cobijo, vimos el canal desde un helicóptero, nos recibió y le ofreció al lehendakari un almuerzo el presidente Ricardo de la Espriella, cenamos con Dña. Berta Torrijos, hermana de Omar Torrijos y directivos del Partido  Revolucionario Democrático de la mano de Iñaki Martínez  sobrino de Ramón Atxa que había enseñado a los panameños a degustar el marisco caribeño, estuvimos con empresarios, fuimos también donde Simón Bolívar celebró su Congreso Anfictiónico de 1826, convocando el Congreso de Panamá para aprobar los protocolos del Istmo y finalizamos la estancia panameña con una cena  junto a la pequeña colectividad vasca de Panamá.

En «La Cocina Vasca»  nos reunimos unas cien personas entre las que destacaban por Berta Conte 001su historia Doña Berta Conte, viuda de Germán Gil de Guardia Jaén, el cónsul panameño de Amberes que salvó la vida del lehendakari cuando éste perseguido por la Gestapo, recurrió a él. También se encontraba en el restaurante una delicada señora panameña viuda del primer Delegado del Gobierno Vasco en Panamá, el alavés Juan González de Mendoza Garayalde, una personalidad a rescatar, y la esposa de Juan Astigarrabia quien había sido consejero comunista del primer Gobierno Vasco.

El lehendakari tras diversos parlamentos agradeció a los allí presentes su participación señalando la presencia de las señoras Mendoza, Guardia y Astigarrabia y los servicios prestados por estas familias a la causa vasca.

Y como colofón Garaikoetxea les entregó varios reconocimientos. A Dña. Berta Conte una placa en plata con la siguiente dedicatoria: «A la familia de D. Germán Gil de Guardia Jaén en reconocimiento por su importante colaboración para salvar la vida de D. José Antonio de Aguirre y Lekube». En pocas palabras se concentraba lo mucho que se le debía a aquel Cónsul centroamericano que arriesgó su bienestar por ayudar al Lehendakari cuando huía de los nazis en plena Alemania.

Han pasado 31 años de aquel encuentro y, en el pasado mes de noviembre, Xabier Ormaetxea me hizo llegar la noticia de que en Panamá había salido editado un libro dedicado a la familia Aguirre y a la familia Guardia Jaén escrito por la sobrina  del cónsul panameño, Gloria Guardia, novelista, narradora y ensayista panameña. La escritora es miembro de número de la Academia Panameña de la Lengua e Individuo Correspondiente  de la Real Academia Española y de las Academias Colombiana y Nicaragüense. Vicepresidente del Pen Internacional escribe, da conferencias, recibe numerosos premios y en este libro «En el Corazón de la Noche» ha utilizado el libro del Lehendakari «De Gernika a Nueva York….» y  los apuntes diarios y la correspondencia dirigida a su esposa, hermanos, amigos y mentores políticos del Dr. Guardia Jaén  durante el periodo de 1931 a 1947 donde arriesgaron sus vidas para proteger de la persecución y la muerte a aquellos condenados por las leyes criminales del Tercer Reich y de la dictadura de Franco.

María Esther Vázquez  dice que «En el corazón de la Noche» es un libro conmovedor y cautivante, el suspenso de esas vidas siempre al borde del desastre y de la muerte crean un clima donde el lector, que ve en eso seres a hermanos perdidos, siente que el aire le falta para avanzar, como al nadador lejos de la orilla  le falta el aliento para seguir. Magnífica novela de la panameña Gloria Guardia, que prueba, una vez más, su talento como narradora, su maestría en el manejo del idioma y, quizá lo más importante, su fe en los valores esenciales del ser humano».

Leyendo la novela no creo que ningún jelkide, ni ningún aguirrista del PNV, supere en elogios lo que fue aquella  aventura increíble  del Lehendakari que todavía espera su película. No se entiende como 75 años después de aquella odisea no hayamos sido capaces, instituciones y mundo del cine,  en  abordar con un guión decente una historia tan apasionante en  una película que fije aquellos hechos. Algo está fallando como repiten con razón Gontzal Mendibil  y JJ Bakedano clamando en el desierto…

Ojalá haya, asimismo, más gentes sensibles como el parlamentario alavés Juan Carlos Ramírez Escudero que escribió un libro notable con la historia de los últimos días de Irun y la tragedia  de unos fusilamientos en una historia novelada,”Gabarain”, que recomiendo vivamente por estar   bien  escrita y tener una trama de interés y  muy bien llevada.

Desgraciadamente las nuevas generaciones ya no saben de estas cosas y dentro de poco no sabrán ni  lo que es un libro a cuenta de tanta tableta y tanto cacharro cibernético, pero estas historias, y las hay a centenares, no se pueden perder porque son patrimonio de un pueblo y  parte de su identidad. ¿O no?.