Como dos viejos Hippies

Jueves 26 de junio de 2014

Tras las elecciones europeas del 25 de mayo, la fuerte abstención y el tiro en el pie al bipartidismo, me da, que tanto el PP como el PSOE poco van a hacer. Las inercias, el control férreo del poder, las resacas, la existencia de una Casta que piensa que basta con puro maquillaje lampedusiano, y que las cosas van a cambiar. Y se equivocan.

La crisis económica lo que ha hecho no es crear una ciudadanía más despierta sino la ha despertado. La España de 2014 nada tiene que ver con la de 1977 donde se pusieron las bases de una transición que hace aguas y que nadie se atreve a tocar. Con el dictador enterrado a sesenta kilómetros de Madrid, porque la izquierda jamás se ha atrevido a contradecir a una aguerrida derecha que pactó algunas reformas con la condición de que ningún culpable de la dictadura fuera a la cárcel, ni ellos dejaran de tener el control sobre el verdadero poder, hemos convivido con la corrupción y la falta de reformas estructurales estas décadas. Y las costuras se están rompiendo.

Mi conclusión tras treinta años siendo parlamentario en las Cortes Generales es que éstas legislan pero jamás han controlado al poder. Mucho menos con mayoría absoluta donde el Congreso y el Senado son solo correas de transmisión del partido de gobierno, o mejor dicho, de los funcionarios que imponen sus proyectos tras discutirlos con los correspondientes lobis con el fin de no lesionar sus intereses. Cada vez hay menos políticos que respondan a la realidad. Cada vez hay más gabinetes de prensa y oficinas de marketing que maquillan la realidad por treinta insulsos segundos de mensaje. Y cuando un tipo con coleta, bien formado, ideas claras y mensaje contundente irrumpe en tu casa a través de la pantalla de la televisión, se lleva el gato al agua porque es el aire de la calle el que te entra y no la mefítica atmosfera de los cuartos cerrados del poder.

Las dos competencias más importantes que tienen las Cortes son legislar y controlar. Legislan, si, pero no controlan nada. Ni comisiones de investigación, ni preguntas orales donde cierra el debate el gobierno, ni respeto a las minorías, ni censura a los gobernantes, ni eficaces leyes anticorrupción, ni partidos pegados a la calle sino a los aparatos, ni un jefe del estado que responda de sus actos, ni unas nacionalidades reconocidas, ni un Senado con listas abiertas que responda como tal, como no responde en su representación territorial, ni televisiones públicas que solo hablan del pan y del circo del fútbol, ni auténticos debates, ni pedagogía democrática, ni compasión ante el débil, ni seguimiento de los problemas, ni financiación de partidos alejados de las obras publicas (véase caso Bárcenas),ni ejemplaridad pública. Un Rato que dimite del FMI, hunde Bankia y aparece premiado en varios consejos millonarios. Un Blesa que hizo de Caja Madrid un cortijo particular. Un juez como Garzón fuera de la carrera judicial por temas menores que le impiden investigar la barbaridad de una dictadura que nunca va a ser juzgada y tiene que venir aquí una juez argentina. Un juez Elpidio Silva fuera de circuito por encarcelar a un presunto ladrón como Blesa, una Infanta de España que la opinión pública sabe que es responsable de los delitos de su marido pero ahí está su padre y un ponente constitucional haciendo lo imposible para que no sea procesada después de mentir el rey al decir que la justicia es igual para todos. Una situación catalana que no se ha querido abordar a tiempo. Un estatuto de Gernika incumplido, siendo ley orgánica refrendada porque para completarlo el PNV ha de dar apoyos en Madrid al partido del gobierno. Un Felipe González responsable político de los Gal dando lecciones de moralidad y ética. Un Aznar reconcomido y estorbando todo lo qué puede. Un PSOE que ha funcionado como un PP bis. Un deslumbrante culto a la educación norteamericana sin poner nunca las bases para una ley educativa que dure años y solo por mero sectarismo… y así hasta trescientos comentarios de este tipo que nos lleva a la conclusión que la ciudadanía está harta.

El pasado mes de abril, el Fiscal general del estado, Torres Dulce, en la Comisión del Constitucional del Congreso dijo enfático en relación al combate contra la corrupción, lacra sangrante de esta sociedad: “Falta de medios legales y personales. Ausencia de mecanismos de acceso a base de datos públicos para poder combatir la corrupción. Legislación insuficiente, enrevesada y con penas no acordes con la gravedad que se demanda con la ciudadanía: actuación exasperadamente lenta, absoluciones difíciles de entender y sin recuperación de dinero, prescripciones incomprensibles, indultos a corruptos y agujeros negros en la ejecución de las sentencias son algunas de las disfunciones demoledoras que Torres Dulce denunció, un Fiscal General puesto ahí por el gobierno. Treinta y seis años de Constitución, y este resumen, que lo dice todo. Buen diagnóstico, pero ¿se hará algo?. Por supuesto que no.

La política si algo es, es diferenciación. Como cuando uno va a una frutería a por frutas y a una zapatería a por zapatos. No es muy lógico mezclar frutas con zapatos, aunque todo se andará, porque es lo que ha hecho el PSOE con los temas que ha llamado de “estado” y que solo afectan a su unidad.

Entiéndase pues, que en este contexto, el que un joven universitario, sin lastre alguno de poder más que su fascinación por el chavismo haya utilizado la televisión para denunciar este estado de cosas como usaba Chávez su “Aló Presidente”, haya puesto una pica en Flandes con más de un millón de votos.

El peligro es que el PSOE pierda el rumbo y quiera hacer una mala imitación del discurso de Podemos. Sería como la aparición en el ring de esos viejos hippies cargados de artilugios y con ropa impropia de su edad. Y sería peligroso que el PP derivara en el discurso de un partido como Vox que no ha logrado interesar a casi nadie porque lo que dice Vox ya lo dice Cañete, Cospedal y Aznar.

Algo pasará, pero no lo que tendría que pasar.

Eduardo Madina: “Soy un político llamado a grandes liderazgos, un joven distinto a todos”

Lunes 23 de junio de 2014

694.14Entre los seguidores de la carrera abierta en el PSOE por suceder a Alfredo Pérez Rubalcba no se habla de otra cosa. ¿Habéis visto la ‘app’ de Madina en la que coloca su propia biografía?, se preguntaban en el Congreso algunos diputados socialistas. Pues sí, es un relato que no tiene desperdicio porque asoma tantos detalles del aspirante a la secretaría general que sirve para dibujar un perfil bastante aproximado sobre lo que piensa de él mismo.

En esta biografía se presenta en tercera persona como un “político llamado a grandes liderazgos… joven, distinto a todos” y con una personalidad “influida por los libros, la música, las películas y los cómics que le han ido acompañando a lo largo de su vida”. Nada vasco.

Madina se declara forofo del grupo británico The Cure, al que define como “una banda clave en su vida” y reserva también un lugar “muy especial” para la banda indie Los Planetas. Nada vasco.

También describe en el programa informático sus gustos literarios. Se presenta como un declarado admirador de Julio Cortazar e, incluso, apunta a Rayuela como su libro favorito. Madina disfruta con James Joyce y siente predilección por la húngara Agota Kristof. Nada vasco.

En el cine se decanta por el director José Luis Cuerda, sin menospreciar a los hermanos Trueba, las películas de Berlanga y de Buñuel. Como cineastas extranjeros elige a Godard, Truffaut, Rohmer, Rossellini y Fellini. Nada vasco.

El diputado socialista también resume en este relato sus responsabilidades políticas y su breve experiencia laboral. “Modestia aparte”, recalca que fue elegido entre los 192 jóvenes más destacados del universo por el foro económico mundial.

¿Es este el estilo más adecuado e inteligente para presentarse ante la militancia socialista que el próximo día 13 tendrá que elegir al sucesor de Rubalcaba? Las opiniones, como el partido por dentro, están muy divididas.

¿Y si pierde? Porque a Sánchez los socialistas le ven más como un tipo normal.

¿Y su retractación sobre el Derecho a Decidir? Fue como aquel cazador que mató al tigre y se asustó con la piel.

 

Comisión de la Verdad y los Gudaris critican a Felipe VI

Domingo 22 de junio de 2014

plataformaLa Huella La Plataforma por la Comisión de la Verdad sobre los crímenes del franquismo alertó este sábado en Madrid sobre la institucionalización de dos tipos de víctimas, unas con todos los derechos y reconocimientos, y otras, sin ninguno, cada día más invisibles”.  Afirmaron que “en su primer acto como rey, Felipe VI recibió a las víctimas del terrorismo, pero volvió a ignorar a los centenares de miles de víctimas del franquismo”.  Lo mismo dijeron los gudaris en su acto anual en Artxanda el sábado al mediodía.

En la reunión celebrada este sábado en el Ateneo madrileño, la Plataforma por la Comisión de la Verdad denunciaron “la discriminación y el olvido que han sufrido las víctimas del franquismo por parte de Felipe VI y las instituciones del Estado”, añadiendo que “también fueron marginadas en el discurso de proclamación del nuevo monarca”.

Ignoran la legislación internacional

En ese sentido, la plataforma recuerda que “el Gobierno, las instituciones del Estado y, ahora, el nuevo rey están ignorando la legislación internacional y las obligaciones del estado español con respecto a las víctimas del franquismo, como han recordado distintos organismos de la ONU en sus informes y recomendaciones”.

La democracia no lo ha sabido resolver

Esas recomendaciones exigen una solución para las miles de víctimas de violaciones de los derechos humanos y de crímenes contra la humanidad cometidos por el régimen franquista que además son imprescriptibles.  Unos crímenes que la democracia no ha sabido, ni ha querido resolver” continuaron.

Ausentes en el discurso real

Para la Plataforma “no es casualidad que el nuevo rey, en un acto de Estado, ignorara en su discurso la enorme contribución de las víctimas del franquismo a la democracia y las libertades en nuestro país”.

Crímenes contra la humanidad.

La Plataforma por la Comisión de la Verdad sobre los crímenes del franquismo, que representa a más de cien asociaciones de víctimas, asociaciones de la memoria y ciudadanas-prosiguieron- quiere recordar que los 150.000 desaparecidos, los niños robados, los sepultados en las más de 2.400 fosas comunes que todavía hay sin exhumar son víctimas de crímenes contra la humanidad que no han prescrito, según la ONU”.

Centenares de miles de familias afectadas

Añaden que “también son víctimas directas todos sus familiares, centenares de miles de familias que sufrieron y todavía sufren las consecuencias de esos crímenes por el franquismo.  Víctimas que tienen el derecho a ser reconocidas como tales, y a la verdad, la justicia, y la reparación por parte del Estado, según todas las resoluciones y recomendaciones que, a lo largo de 2013 y 2014, han hecho públicas distintos organismos de Naciones Unidas”.

Derechos negados.

Para la Plataforma se trata de “unos derechos que el Estado español y el nuevo rey han negado una vez más a las víctimas, a pesar de que son las víctimas del franquismo quienes más han contribuido a la instauración de la democracia y su consolidación”.

Condenan la represión policial.

Por otra parte, “la plataforma por la Comisión de la Verdad condena la represión policial que el gobierno y el ministerio del Interior impulsaron los días 18 y 19 de junio para impedir el libre ejercicio de manifestación y la libertad de expresión de ciudadanos de ideología o a aquellos que simplemente reivindicaban un referendo democrático sobre monarquía o república”.

Impropia de un Estado constitucional

“Una represión policial que no estaba justificada y es impropia de un estado que se dice democrático.  Una represión que supone una violación de los derechos democráticos recogidos en la Constitución que ese mismo día 19 de junio se decía reivindicar en las Cortes Generales”, concluyeron.

¿Esperan los gudaris algo?. No.

¿Esperan los miembros  de la Plataforma algo?. Creo que no. Saben que este rey viene de donde viene y que solo funciona en base a tópicos y valores entendidos de un sistema ciego, sordo y mudo a la realidad de las víctimas del franquismo.